AP
La empresa de medios audiovisuales más grande del mundo de habla hispana informó el miércoles que el regulador antimonopolio de México rechazó su incursión prevista en el mercado de la telefonía móvil.
Televisa informó que la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) votó por 5-3 contra su adquisición de una participación de 50% del operador de telefonía móvil Iusacell, por 1.600 millones de dólares.
Iusacell, Televisa y expertos externos han dicho que la fusión podía generar más competencia en el mercado de la telefonía móvil en México. Un 70% del negocio de la telefonía móvil en México es controlado por Telcel, del multimillonario Carlos Slim.
Un vocero de la Cofeco dijo que dijo que la dependencia no había terminado de notificar a las partes involucradas en el acuerdo propuesto, por lo que no emitiría declaraciones. Televisa advirtió que apelará la decisión.
"La resolución... debilita la competencia en un sector clave para el desarrollo de México, en el cual la propia Cofeco ha declarado a una empresa como participante dominante en ese sector", señaló Televisa, en referencia a las empresas de Slim. Lamentó que los costos de la telefonía fija y móvil en México figuren entre los más altos del mundo.
El lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señaló que los mexicanos pagaron un sobreprecio de unos 13.400 millones de dólares anuales entre 2005 y 2009, por los servicios de telecomunicaciones. Añadió que la falta de competencia real se ha traducido en una pérdida anual de 25.800 millones de dólares al año en el mismo periodo, un equivalente de un 1,8% del producto interno bruto.
Según la OCDE, Iusacell tiene el 4,4% del mercado de la telefonía móvil, y el ingreso de Televisa podría generar más competencia en el sector. Iusacell es propiedad de Grupo Salinas, que opera TV Azteca, la segunda mayor cadena televisiva en México, detrás de la propia Televisa.
Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, negó el martes que ejerciera un monopolio sobre las telecomunicaciones en México, al destacar ante la prensa que sus empresas telefónicas no han elevado los precios o los han incluso rebajado.
La empresa de medios audiovisuales más grande del mundo de habla hispana informó el miércoles que el regulador antimonopolio de México rechazó su incursión prevista en el mercado de la telefonía móvil.
Televisa informó que la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) votó por 5-3 contra su adquisición de una participación de 50% del operador de telefonía móvil Iusacell, por 1.600 millones de dólares.
Iusacell, Televisa y expertos externos han dicho que la fusión podía generar más competencia en el mercado de la telefonía móvil en México. Un 70% del negocio de la telefonía móvil en México es controlado por Telcel, del multimillonario Carlos Slim.
Un vocero de la Cofeco dijo que dijo que la dependencia no había terminado de notificar a las partes involucradas en el acuerdo propuesto, por lo que no emitiría declaraciones. Televisa advirtió que apelará la decisión.
"La resolución... debilita la competencia en un sector clave para el desarrollo de México, en el cual la propia Cofeco ha declarado a una empresa como participante dominante en ese sector", señaló Televisa, en referencia a las empresas de Slim. Lamentó que los costos de la telefonía fija y móvil en México figuren entre los más altos del mundo.
El lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señaló que los mexicanos pagaron un sobreprecio de unos 13.400 millones de dólares anuales entre 2005 y 2009, por los servicios de telecomunicaciones. Añadió que la falta de competencia real se ha traducido en una pérdida anual de 25.800 millones de dólares al año en el mismo periodo, un equivalente de un 1,8% del producto interno bruto.
Según la OCDE, Iusacell tiene el 4,4% del mercado de la telefonía móvil, y el ingreso de Televisa podría generar más competencia en el sector. Iusacell es propiedad de Grupo Salinas, que opera TV Azteca, la segunda mayor cadena televisiva en México, detrás de la propia Televisa.
Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, negó el martes que ejerciera un monopolio sobre las telecomunicaciones en México, al destacar ante la prensa que sus empresas telefónicas no han elevado los precios o los han incluso rebajado.
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