La probabilidad de que el Partido de Acción Nacional (PAN) obtenga más votos por parte de los migrantes en el extranjero es muy alta. En 2006 el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien cuenta con el bloque más amplío en el Congreso obtuvo el 22% del voto nacional, pero sólo el 4% de los emitidos por los mexicanos en el extranjero. El costo y la complejidad de inscripción también pudieron favorecer al partido blanquiazul, pues consiguió el 57% de los votos en extranjeros en 2006. Quienes se inscriban en el 2006 “tendían a ser personas con ingresos altos y los niveles de la educación muy diferente de el prototipo del inmigrante de los EU” considera Jorge Bravo, politólogo de la Universidad Rutgers.
Bravo señala que las tendencias del voto no serán del todo distintas para este 1 de julio. El 17 de febrero la autoridad electoral anunció que sólo 62 mil expatriados se habían registrado antes de la fecha límite. Las tres cuartas partes estaban en los EU (principalmente California, Texas e Illinois).
Los mexicanos residentes en EU son alrededor de 12 millones, representan alrededor de una décima parte de la población de México y las remesas que envían constituyen más del 2% de la economía. Pero cuando se trata de política, son mucho menos influyentes. En la última elección presidencial en 2006, tenían el derecho al voto por primera vez, pero sólo 57 mil hizo uso de ese derecho.
Esta débil respuesta se debe en parte a la dificultad de registrar. Que los electores deben enviar los formularios y las fotocopias de identificación por correo. Que el plazo era de casi seis meses antes de la elección no ayuda.
Joy Langston, politólogo de la Universidad CIDE en Ciudad de México, considera que hacer cumplir las normas de campaña, tales como límites a la difusión, es más difícil fuera del país. Como los inmigrantes económicos, muchos de los cuales no tienen planes de regresar, puede ser que la mayoría de los mexicanos que viven en el extranjero no están muy interesados en las elecciones de espalda casa de todos modos, asegura. ( Con información de The Economist)
Bravo señala que las tendencias del voto no serán del todo distintas para este 1 de julio. El 17 de febrero la autoridad electoral anunció que sólo 62 mil expatriados se habían registrado antes de la fecha límite. Las tres cuartas partes estaban en los EU (principalmente California, Texas e Illinois).
Los mexicanos residentes en EU son alrededor de 12 millones, representan alrededor de una décima parte de la población de México y las remesas que envían constituyen más del 2% de la economía. Pero cuando se trata de política, son mucho menos influyentes. En la última elección presidencial en 2006, tenían el derecho al voto por primera vez, pero sólo 57 mil hizo uso de ese derecho.
Esta débil respuesta se debe en parte a la dificultad de registrar. Que los electores deben enviar los formularios y las fotocopias de identificación por correo. Que el plazo era de casi seis meses antes de la elección no ayuda.
Joy Langston, politólogo de la Universidad CIDE en Ciudad de México, considera que hacer cumplir las normas de campaña, tales como límites a la difusión, es más difícil fuera del país. Como los inmigrantes económicos, muchos de los cuales no tienen planes de regresar, puede ser que la mayoría de los mexicanos que viven en el extranjero no están muy interesados en las elecciones de espalda casa de todos modos, asegura. ( Con información de The Economist)
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