Marco A. Flota / Grillotina
Teníamos previsto comentar ayer el presunto retiro de los palenques -¡en plena época del Viagra!- de Vicente Fernández, anuncio que, junto con el pobre desempeño de las Chivas de Guadalajara, tiene sumidos en la depresión a los tapatíos. Pero se nos atravesó el para este país importantísimo Día del Amor y la Amistad.
(“Del amor...dida y la mitad”, que dicen nuestros policías)
Pero, como dijo la futura mamá Angeliquita, “más Vale tarde que nunca”, al proclamar que al fin hará abuela a Angélica María. Vayamos, pues, al anunciado retiro de Chente Fernández.
Ha dicho el charro cantor que, con motivo su despedida, emprenderá una gira mundial que durará un año, o sea lo mismo que hizo su tocayo Vicente Fox, aunque éste con duración de un sexenio. Pero a fines del 2012 o principios del 2013, se retirará definitivamente.
Porque aunque se siente en plenitud de facultades, no quiere seguir en la brega hasta el día que ya dé lástima, como Gamboa Pascoe, líder de la CTM, o José José.
Y es una pena, porque Chente ha sabido reflejar, con sus canciones, el sentir y el vibrar de este México. Lo cual podemos comprobar con un breve repaso a sus éxitos musicales:
“Y volver, volver, volver, a tus brazos otra vez”. ¿No pudo habérsela cantado hace unos días Cuauhtémoc Cárdenas a Andrés Manuel López Obrador, cuando se dio la reconciliación del vástago del Prócer y el ahora amoroso Peje?
Del mismo modo el hijo del promotor del Gran Ejido, nunca sido elegido para la Presidencia, o sea el mismo Cuauhtémoc, podría dedicarle a la residencia de Los Pinos otro éxito de Chente: “¿De qué manera te olvido?” Y es que el ingeniero llegó a vivir en esa residencia presidencial con su padre que la inauguró, a muy tierna edad. Incluso se presume que desea regresar a Los Pinos no por ansia de poder, sino sólo para recuperar un osito de peluche que dejó olvidado.
Desde hace muchos años colocó el charro de Huentitán en los primeros lugares del Hit Parade la canción “Cruz de olvido”, que hoy podría dedicar a Ernesto Cordero. O el presidente Calderón, que no canta mal las rancheras, aunque prefiere las de Joaquín Sabina, podría interpretar otra del repertorio de Chente: “Hoy platiqué con mi gallo”, después de consolar al ex secretario de Hacienda.
Hay una cuya letra parece hecha a la medida de Marcelo Ebrard: “Se me acabó la fuerza de mi mano izquierda”. Y por eso le soltó la rienda al Peje, para que cabalgue tranquilamente a la elección presidencial.
A Carlos Salinas de Gortari le viene al pelo -bueno, es un decir- aquella canción que proclama: “¡Pero sigo siendo el rey!”.
Y Enrique Peña Nieto y su Gaviota podrían entonar la estrofa de “Si nos dejan” que reza: “¡Y ahí, juntitos los dos, cerquita de Dios, será lo que soñamos”... ¿o hay algún lugar más “cerquita de Dios” que Los Pinos?
Pero no sólo éxitos musicales, también películas protagonizó Vicente Fernández. Por sólo citar dos:
“Picardía Mexicana”, en un papel que le hubiera quedado mejor al diputado Fernández Noroña. Y “Tacos al carbón”, que podrían protagonizar a estas alturas los tatemados Ernesto Cordero y Santiago Creel.
¡RRIINNG!
-Bueno, Partido Revolucionario Institucional
-¿Ya saben que el partido de la Maestra postula a la ex priísta Rosario Guerra para el DF?
-Sí, el PRI las crea y ellas se juntan...
EPIGRILLO
De Mexicana empleados
aún no logran tomar vuelo,
empero son apoyados
por juez llamado Consuelo
¡y aún siguen desconsolados!
Teníamos previsto comentar ayer el presunto retiro de los palenques -¡en plena época del Viagra!- de Vicente Fernández, anuncio que, junto con el pobre desempeño de las Chivas de Guadalajara, tiene sumidos en la depresión a los tapatíos. Pero se nos atravesó el para este país importantísimo Día del Amor y la Amistad.
(“Del amor...dida y la mitad”, que dicen nuestros policías)
Pero, como dijo la futura mamá Angeliquita, “más Vale tarde que nunca”, al proclamar que al fin hará abuela a Angélica María. Vayamos, pues, al anunciado retiro de Chente Fernández.
Ha dicho el charro cantor que, con motivo su despedida, emprenderá una gira mundial que durará un año, o sea lo mismo que hizo su tocayo Vicente Fox, aunque éste con duración de un sexenio. Pero a fines del 2012 o principios del 2013, se retirará definitivamente.
Porque aunque se siente en plenitud de facultades, no quiere seguir en la brega hasta el día que ya dé lástima, como Gamboa Pascoe, líder de la CTM, o José José.
Y es una pena, porque Chente ha sabido reflejar, con sus canciones, el sentir y el vibrar de este México. Lo cual podemos comprobar con un breve repaso a sus éxitos musicales:
“Y volver, volver, volver, a tus brazos otra vez”. ¿No pudo habérsela cantado hace unos días Cuauhtémoc Cárdenas a Andrés Manuel López Obrador, cuando se dio la reconciliación del vástago del Prócer y el ahora amoroso Peje?
Del mismo modo el hijo del promotor del Gran Ejido, nunca sido elegido para la Presidencia, o sea el mismo Cuauhtémoc, podría dedicarle a la residencia de Los Pinos otro éxito de Chente: “¿De qué manera te olvido?” Y es que el ingeniero llegó a vivir en esa residencia presidencial con su padre que la inauguró, a muy tierna edad. Incluso se presume que desea regresar a Los Pinos no por ansia de poder, sino sólo para recuperar un osito de peluche que dejó olvidado.
Desde hace muchos años colocó el charro de Huentitán en los primeros lugares del Hit Parade la canción “Cruz de olvido”, que hoy podría dedicar a Ernesto Cordero. O el presidente Calderón, que no canta mal las rancheras, aunque prefiere las de Joaquín Sabina, podría interpretar otra del repertorio de Chente: “Hoy platiqué con mi gallo”, después de consolar al ex secretario de Hacienda.
Hay una cuya letra parece hecha a la medida de Marcelo Ebrard: “Se me acabó la fuerza de mi mano izquierda”. Y por eso le soltó la rienda al Peje, para que cabalgue tranquilamente a la elección presidencial.
A Carlos Salinas de Gortari le viene al pelo -bueno, es un decir- aquella canción que proclama: “¡Pero sigo siendo el rey!”.
Y Enrique Peña Nieto y su Gaviota podrían entonar la estrofa de “Si nos dejan” que reza: “¡Y ahí, juntitos los dos, cerquita de Dios, será lo que soñamos”... ¿o hay algún lugar más “cerquita de Dios” que Los Pinos?
Pero no sólo éxitos musicales, también películas protagonizó Vicente Fernández. Por sólo citar dos:
“Picardía Mexicana”, en un papel que le hubiera quedado mejor al diputado Fernández Noroña. Y “Tacos al carbón”, que podrían protagonizar a estas alturas los tatemados Ernesto Cordero y Santiago Creel.
¡RRIINNG!
-Bueno, Partido Revolucionario Institucional
-¿Ya saben que el partido de la Maestra postula a la ex priísta Rosario Guerra para el DF?
-Sí, el PRI las crea y ellas se juntan...
EPIGRILLO
De Mexicana empleados
aún no logran tomar vuelo,
empero son apoyados
por juez llamado Consuelo
¡y aún siguen desconsolados!
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