martes, enero 31, 2012

México y el dinero ilícito

Segundo lugar mundial
En 2000-2010, 516 mil millones de dólares

Carlos Fernández-Vega / México SA


México avanza porque vamos por el camino correcto (Calderón dixit): en sólo un par de años logró desbancar a Rusia de la segunda posición en lo que se refiere a flujos financieros ilícitos en las economías en desarrollo. Lo llamativo de todo es que el mayor volumen de dinero ilegal se registró en la primera década de gobiernos panistas (Fox-Calderón), mientras el resto se prorrateó entre las últimas cinco administraciones priístas, es decir durante 30 años (1970-2000), y no se trata de cantidades menores.

Resulta que el grupo anticorrupción Global Financial Integrity, con sede en Washington, actualizó su informe 2008 sobre flujos financieros ilícitos en el planeta (crimen organizado, corrupción y evasión de impuestos), y ayer presentó el correspondiente a 2010 (México: flujos financieros ilícitos, desequilibrios macroeconómicos y la economía sumergida). En el primero de los citados, lo que queda de nuestro país se llevó la medalla de bronce, mientras en el segundo le correspondió la de plata (la de oro se la lleva China, con 2.18 billones de dólares), todo un logro de los gobiernos foxista y calderonista, si se comparara con lo alcanzado por los tricolores (de Luis Echeverría a Ernesto Zedillo).

El reporte de Global Financial Integrity detalla que entre 1970 y 2010 los flujos financieros ilícitos de México acumularon un total de 872 mil millones de dólares. De ese monto, una cantidad devastadoramente alta de dinero para que lo pierda cualquier país en desarrollo, de acuerdo con el citado organismo, el 59 por ciento (alrededor de 516 mil millones de billetes verdes) corresponden a la década panista (diciembre de 2000 al cierre de 2010). Un dato ilustrativo es el siguiente: el volumen de fondos ilícitos que salieron del país aumentó con rapidez tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El informe señala que estos flujos procedentes de los países en desarrollo son el peor de los males económicos que afectan a las personas pobres de todo el mundo, a la vez de tener un impacto importante sobre la seguridad nacional y los objetivos de política exterior de los países occidentales. Curiosamente, México es el mayor país emergente que limita con una de las grandes naciones industrializadas. Por ello puede ser comprensible, en cierta medida, que sus fronteras se caractericen por un cierto grado de porosidad en lo que respecta al movimiento de dinero y de personas. De hecho, a lo largo de los años los flujos financieros ilícitos que han salido de dicho país han sido devastadores.

El estudio de Global Financial Integrity concluye que los flujos financieros ilícitos de México entre 1970 y 2010 se elevaron a 872 mil millones de dólares. Durante la primera década de este siglo (la panista) sus flujos salientes anuales medios ascendieron a 50 mil millones. Nuestro análisis es conservador, puesto que no incluye el tráfico de drogas, la trata de seres humanos ni algunas formas de facturación fraudulenta, información no disponible en las estadísticas analizadas. De existir estimaciones razonables sobre el capital ilícito procedente de estas actividades que pudieran incluirse en el análisis, las cifras serían sustancialmente más elevadas.

Durante los años noventa y 2000, la facturación fraudulenta representó el 80 por ciento de los fondos ilícitos que salieron del país, cifra que aumentó con rapidez tras la firma del TLCAN. Ninguno de los países involucrados acompañó el acuerdo de libre comercio con mecanismos para evaluar y controlar los precios de transferencias abusivas de las empresas trasnacionales o la facturación fraudulenta entre socios comerciales no relacionados que colaboran entre sí. Los flujos financieros ilícitos y la economía subterránea mexicana tienen una relación simbiótica y se sustentan mutuamente. Controlar una de las dos partes de la ecuación ayudaría a reducir la otra.

En México, anota el citado organismo, el flujo saliente de capital ilícito se ha elevado de forma significativa, pasando de alrededor de mil millones de dólares en 1970, a 68 mil 500 millones en 2010, alcanzando su máximo en 2007 con 91 mil millones. Los flujos medios anuales de salida de capital ilícito se incrementaron acusadamente a lo largo de las cuatro décadas. Durante los años setenta, la cifra fue de 3 mil millones; en los ochenta, de 10 mil 400 millones; de 17 mil 400 millones en los noventa y de 49 mil 600 millones en la primera década del siglo XXI. Como promedio, los flujos de dinero ilícito representaron 5.2 por ciento del PIB durante el periodo de 41 años comprendidos entre 1970 y 2010. El máximo nivel de flujos ilícitos como porcentaje del PIB se alcanzó en 1995, con 12.7 por ciento.

Los flujos financieros ilícitos como porcentaje de la deuda externa de México se incrementaron de 15 por ciento en 1970 a 28.7 en 2010, con una media de 16.8 por ciento en el periodo 1970-2010. El brusco incremento de este índice se produjo principalmente después de la entrada en vigor del TLCAN, en 1994. Parece que la facturación fraudulenta es el método preferido para transferir capital ilícito fuera del país. Las fuentes de dinero ilegal comprendidas en el estudio son sobre todo el contrabando (25 por ciento del total) y los sobreprecios a mercancías de importación (75 por ciento). Las conclusiones señalan que estos flujos ilícitos lideran la economía subterránea y contribuyen al deterioro de la gobernabilidad económica. México perdió 398 mil 700 millones de dólares debido a los flujos ilícitos de salida netos, lo que representa 9 mil 700 millones anuales durante el periodo de 41 años.

Por último, anota que la evasión de impuestos es uno de los principales motores de la economía sumergida. Tax Justice Network estima que la evasión de impuestos en todo el mundo alcanza 3.1 billones de dólares, o alrededor de 5.1 por ciento del PIB mundial, y sitúa la evasión de impuestos en México en alrededor de 25 mil 600 millones en 2009, lo que coloca al país en el puesto 25 de la clasificación mundial. Con Calderón en Los Pinos los flujos financieros ilícitos acumularon cerca de 250 mil millones de dólares (2007-2010), sin considerar el tráfico de drogas, la trata de seres humanos ni algunas formas de facturación fraudulenta. Al ritmo que va, México no tardará mucho en alcanzar la medalla de oro.

Las rebanadas del pastel

Casualmente, en la estrategia calderonista ha estado ausente el combate al lavado de dinero y a los flujos ilícitos, es decir, un aspecto que debió incluir desde el principio, o lo que es lo mismo, antes de comenzar a tirar bala por toda la República.

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