Andy Novell F.
Un movimiento estudiantil de la Normal Rural de Ayotzinapa, ubicada dentro del municipio de Tixtla de Guerrero, terminó con un saldo de dos jóvenes muertos por agentes ministeriales que repelieron la “agresión” de un supuesto joven que iba armado y disparó contra las corporaciones estatales y ministeriales que se encontraban en el lugar.
La versión que se ha fabricado dentro del gobierno del estado es que “los agentes ministeriales repelieron la agresión a mano armada de un estudiante que ya ha sido detenido y tenía en su poder un rifle AK-47, conocido como Cuerno de Chivo”, versión que al principio había embarrado a los elementos de la Policía Federal que solamente llegaron en apoyo disuasivo y sin intervención, de acuerdo a las fuentes consultadas en la propia Policía Federal.
De acuerdo al Procurador de Guerrero, Alberto López Rosas, el Ejército mexicano tiene ocho granadas en resguardo que portaban los jóvenes estudiantes que trataron incendiar una gasolineria.
Los propios policías estatales soltaron la versión de que habían sido los efectivos federales los que dispararon con sus armas de cargo (rifles R-15) contra los dos estudiantes; sin embargo, poco a poco se fue echando abajo esta versión con los testimonios de los mismos estudiantes.
Lo que pasó en Chilpancingo, Guerrero, no es nada más que un conflicto que se le salió de las manos al gobierno del estado; aquí no vale la pena poner un nombre del funcionario, simplemente le llamaremos “gobierno del estado”, por algo tan simple, este conflicto estudiantil se les fue de las manos al gobernador, al secretario de Seguridad Pública, de Educación y al procurador del Estado.
Un conflicto estudiantil de jóvenes de las comunidades más pobres del estado, provenientes de la montaña, Sierra y Costa Chica, y cuyas únicas armas son morrales de ixtle y huaraches; en algunos casos hablantes de náhuatl, aquí debemos poner el dedo sobre la llaga.
La muerte de los dos jóvenes estudiantes se debe a la falta de tolerancia de las autoridades estatales; pero lo que es peor, a la falta de preparación y profesionalización de los cuerpos policiacos en movimientos sociales y manejo de crisis.
Pero vayámos un poco más al pasado, los normalistas fueron respaldados por la sociedad de alumnos Ricardo Flores Magón de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, que junto con los comités estudiantiles de las otras 16 escuelas normales rurales del país, integran la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), considerada una de las organizaciones más viejas en el país.
Por cierto, esta organización está considerada como semi-clandestina, debido a que no se conocen los nombres de quienes componen su estructura organizativa; esta organización de estudiantes acordó la “retención” de 50 autobuses de la línea Estrella Blanca y de camionetas refresqueras y panificadoras, además de vehículos del gobierno del estado con la finalidad de presionar a las autoridades para desahogar los 56 puntos de su pliego petitorio.
La amenaza de la organización estudiantil era quemar diariamente un vehículo frente al palacio de gobierno en dado caso que las autoridades estatales no cedieran a tener un dialogo y cancelaran la reducción de la matricula estudiantil.
En esta Normal solo alberga 540 estudiantes que tienen derecho a recibir una beca de 35 pesos diarios y tres comidas, además de tener alojamiento dentro de las instalaciones porque muchos de ellos viven en las comunidades de las montañas de Guerrero.
De acuerdo a la Información Filtrada por la mesa directiva de la Normal Rural de Ayotzinapa, ésta recibe un presupuesto de 61 millones de pesos anualmente, de los cuales solamente 7 millones 600 mil pesos se destina al comedor; mientras el 80 por ciento de los recursos se destinan al pago de la nómina.
Lo cierto en este conflicto es que se está caminando por el mismo camino que llevó a los profesores y comunidades de Oaxaca a levantarse en contra del gobierno del estado, cuando se puso en la agenda nacional el tema de la APPO y la sección 22 de la CNTE; hora los habitantes de las comunidades más pobres de Guerrero han sido heridos con la muerte de dos de sus jóvenes estudiantes; ha sido herido en su orgullo olvidándonos por un momento que de las montañas han surgido los movimientos armados como el Ejército Popular Revolucionario (EPR) que no tardan de iniciar una contraofensiva.
Por cierto, si no le hizo daño enterarse del aguinaldo de los diputados, tal vez esta cifra hará que le duela la cabeza. Ya se aprobó el monto que se deberán gastar los partidos políticos en las precampañas para designar a sus candidatos, solamente se pueden gastar 167 millones 260 mil pesos por partido.
Si eso no basta, una vez que se tenga ya al candidato entonces se podrán gastar 328 608 mil 267 pesos para las campañas presidenciales que solamente duran cuatro meses. En total por las elecciones a la presidencia de la República; los tres partidos políticos se podrán gastar más de 495 millones 868 mil pesos en seis meses; claro del dinero de todos los que pagamos impuestos.
Un movimiento estudiantil de la Normal Rural de Ayotzinapa, ubicada dentro del municipio de Tixtla de Guerrero, terminó con un saldo de dos jóvenes muertos por agentes ministeriales que repelieron la “agresión” de un supuesto joven que iba armado y disparó contra las corporaciones estatales y ministeriales que se encontraban en el lugar.
La versión que se ha fabricado dentro del gobierno del estado es que “los agentes ministeriales repelieron la agresión a mano armada de un estudiante que ya ha sido detenido y tenía en su poder un rifle AK-47, conocido como Cuerno de Chivo”, versión que al principio había embarrado a los elementos de la Policía Federal que solamente llegaron en apoyo disuasivo y sin intervención, de acuerdo a las fuentes consultadas en la propia Policía Federal.
De acuerdo al Procurador de Guerrero, Alberto López Rosas, el Ejército mexicano tiene ocho granadas en resguardo que portaban los jóvenes estudiantes que trataron incendiar una gasolineria.
Los propios policías estatales soltaron la versión de que habían sido los efectivos federales los que dispararon con sus armas de cargo (rifles R-15) contra los dos estudiantes; sin embargo, poco a poco se fue echando abajo esta versión con los testimonios de los mismos estudiantes.
Lo que pasó en Chilpancingo, Guerrero, no es nada más que un conflicto que se le salió de las manos al gobierno del estado; aquí no vale la pena poner un nombre del funcionario, simplemente le llamaremos “gobierno del estado”, por algo tan simple, este conflicto estudiantil se les fue de las manos al gobernador, al secretario de Seguridad Pública, de Educación y al procurador del Estado.
Un conflicto estudiantil de jóvenes de las comunidades más pobres del estado, provenientes de la montaña, Sierra y Costa Chica, y cuyas únicas armas son morrales de ixtle y huaraches; en algunos casos hablantes de náhuatl, aquí debemos poner el dedo sobre la llaga.
La muerte de los dos jóvenes estudiantes se debe a la falta de tolerancia de las autoridades estatales; pero lo que es peor, a la falta de preparación y profesionalización de los cuerpos policiacos en movimientos sociales y manejo de crisis.
Pero vayámos un poco más al pasado, los normalistas fueron respaldados por la sociedad de alumnos Ricardo Flores Magón de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, que junto con los comités estudiantiles de las otras 16 escuelas normales rurales del país, integran la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), considerada una de las organizaciones más viejas en el país.
Por cierto, esta organización está considerada como semi-clandestina, debido a que no se conocen los nombres de quienes componen su estructura organizativa; esta organización de estudiantes acordó la “retención” de 50 autobuses de la línea Estrella Blanca y de camionetas refresqueras y panificadoras, además de vehículos del gobierno del estado con la finalidad de presionar a las autoridades para desahogar los 56 puntos de su pliego petitorio.
La amenaza de la organización estudiantil era quemar diariamente un vehículo frente al palacio de gobierno en dado caso que las autoridades estatales no cedieran a tener un dialogo y cancelaran la reducción de la matricula estudiantil.
En esta Normal solo alberga 540 estudiantes que tienen derecho a recibir una beca de 35 pesos diarios y tres comidas, además de tener alojamiento dentro de las instalaciones porque muchos de ellos viven en las comunidades de las montañas de Guerrero.
De acuerdo a la Información Filtrada por la mesa directiva de la Normal Rural de Ayotzinapa, ésta recibe un presupuesto de 61 millones de pesos anualmente, de los cuales solamente 7 millones 600 mil pesos se destina al comedor; mientras el 80 por ciento de los recursos se destinan al pago de la nómina.
Lo cierto en este conflicto es que se está caminando por el mismo camino que llevó a los profesores y comunidades de Oaxaca a levantarse en contra del gobierno del estado, cuando se puso en la agenda nacional el tema de la APPO y la sección 22 de la CNTE; hora los habitantes de las comunidades más pobres de Guerrero han sido heridos con la muerte de dos de sus jóvenes estudiantes; ha sido herido en su orgullo olvidándonos por un momento que de las montañas han surgido los movimientos armados como el Ejército Popular Revolucionario (EPR) que no tardan de iniciar una contraofensiva.
Por cierto, si no le hizo daño enterarse del aguinaldo de los diputados, tal vez esta cifra hará que le duela la cabeza. Ya se aprobó el monto que se deberán gastar los partidos políticos en las precampañas para designar a sus candidatos, solamente se pueden gastar 167 millones 260 mil pesos por partido.
Si eso no basta, una vez que se tenga ya al candidato entonces se podrán gastar 328 608 mil 267 pesos para las campañas presidenciales que solamente duran cuatro meses. En total por las elecciones a la presidencia de la República; los tres partidos políticos se podrán gastar más de 495 millones 868 mil pesos en seis meses; claro del dinero de todos los que pagamos impuestos.
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