jueves, diciembre 01, 2011

Charros y mariachis

Marco A. Flota / Grillotina

No hay que confundir los términos: Vicente Fernández empezó en Garibaldi como mariachi y se convirtió en un gran charro. Vicente Fox empezó en Los Pinos como un gran charro y terminó como simple mariachi.

De todos modos, hoy se trata de elogiar al mariachi, como conjunto musical no en el rango despectivo que suele dársele, porque la UNESCO lo ha declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Así que no se extrañe usted si quiere contratar a un grupo de estos para un gallo y le cobran como la Sinfónica Nacional.

(A propósito de las tarifas de los mariachis, se cuenta que un borrachito le preguntó al director de un grupo:

-¿Cuánto me cobran por tocarme “Los Bosques de Viena”?

-Mil pesos....

-Entonces nomás tóquenme “Dos Arbolitos”

Y respecto a la sinfónica, en tiempos de López Portillo se decía que un mexicano común y corriente, cuando se enojaba con la esposa, la mandaba con su música a otra parte. En cambio, si ese mexicano era el presidente la enviaba con su Sinfónica a otro Continente).

Ese reconocimiento de la UNESCO -organismo cultural de la ONU- pone al mariachi a la altura de los Voladores de Papantla, cuya declaratoria de Patrimonio de la Humanidad fue motivo de gran alharaca para el entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera. Y algún jarocho comentó en el café de La Parroquia que no era para tanto, pues los famosos voladores eran como los proveedores del Gobierno: Los traían de cabeza y a las puras vueltas.

También ya son Patrimonio Cultural universal la celebración del Día de Muertos y la Cocina Mexicana. Con la pequeña diferencia de que a los muertos les damos de comer un solo día y la cocina mexicana causa muchos muertos todo el año.

Pero quién no ha disfrutado los sabrosos chiles en nogada, que según la leyenda fueron inventados por unas monjitas de Puebla para agasajar a don Agustín de Iturbide, creador de la Bandera Nacional y por eso el platillo lleva el verde del chile, el blanco de la nogada y el rojo de la salsa de jitomate.

No hay constancia de la veracidad del hecho, pero se dice que un cura reclamó a las monjitas en cuestión porque a él nunca le había ofrecido chiles en nogada, obteniendo como respuesta:

-Es que ustedes los padrecitos tienen los chiles en negada...

(Evidentemente, no se trataba del padre Maciel)

Sin embargo, hoy estamos festejando el honor concedido al Mariachi mexicano. Y alguien ha sacado a colación el origen del nombre de dicho conjunto musical: Se cuenta que una partida de soldados invasores franceses llegó a una ranchería jalisciense donde se celebraba una boda con algarabía y música. Y que un franchute preguntó qué festejaban, a lo el traductor respondió: -Marriage...(“Boda” en francés)

Y así quedó bautizado el grupo musical que, tradicionalmente, se componía de violines, guitarras, vihuela y guitarrón. Ya a mediados del siglo pasado, según versiones fidedignas, don Emilio Azcárraga Vidaurreta, fundador de la dinastía de los Televisos, tuvo la gran idea de añadirle las trompetas. Y así el mariachi dejó de ser música para los pobres.

Pero, afortunadamente, los sucesores de don Emilio I siguen haciendo televisión para nosotros los jodidos.

¡RRIINNGG!

-Bueno, Los Pinos...
-¿Se enteraron de que atacó al presidente el escritor Vallejo?
-¿Y ese quién es?
-El autor de “La Virgen de los Sicarios”...
-¡Con razón: Es que estamos liquidando al narco

EPIGRILLO
Los Chuchos y AMLO -¡frases!-
hablan de unidad -¡jejeje!-
(Dicen que hicieron las paces,
si acaso hicieron los pejes)

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