martes, noviembre 29, 2011

La unidad costosa

Campos Elíseos / Katia D'Artigues

Ahí vienen los ‘Diálogos’


El viernes pasado un joven de 28 años, Netzaí Sandoval Ballesteros, se presentó ante la Corte Penal Internacional (CPI). Entregó al fiscal una petición de investigación por delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra y señaló a diversas autoridades mexicanas, el presidente Felipe Calderón incluido… y también narcotraficantes. La petición que él redactó y puso en internet fue firmada en línea por unos 23 mil mexicanos.

Ayer en la mañana amanecimos con un desplegado pagado por el gobierno mexicano que dice en su párrafo final:

“Las imputaciones al gobierno de México son claramente infundadas e improcedentes, como lo señalan ya las voces más autorizadas en la materia. Sin embargo, constituyen en sí mismas verdaderas calumnias, acusaciones temerarias que dañan no sólo a personas e instituciones, sino que afectan terriblemente el buen nombre de México, por lo cual, el Gobierno de la República explora todas las alternativas para proceder legalmente en contra de quienes las realizan en distintos foros e instancias nacionales e internacionales”.

Aunque para la tarde la vocera presidencial, Alejandra Sota, se retractó en varias entrevistas sobre la posibilidad de que el “Gobierno de la República”, como se leía en el desplegado, demandara a alguien porque la acusación hecha en la CPI se hizo contra personas y no gobiernos, el error ya estaba publicado.

Independientemente de si procede o no la acusación, si la CPI encuentra bases para investigar o no, lo que dijo Presidencia en su comunicado, en pocas palabras, es que pensaba actuar en contra de ciudadanos —23 mil y sumando— que piden que se investiguen violaciones de derechos humanos. Y eso es, por lo menos, desmedido. Y me parece que mucho más si, como se encargó de explicar ayer en muchas entrevistas Gerardo Laveaga, director del Instituto Nacional de Ciencias Penales, quien defendería a los servidores públicos, se confía en que la investigación no procederá por muchas razones.

En fin, que todo esto por una idea que tuvo y que movió en las redes sociales Netzaí Sandoval Ballesteros. ¿Quién es él?

Egresado con honores de la Facultad de Derecho de la UNAM con una tesis sobre derecho comparativo de legislaciones estatales en materia de transparencia. Su tesis de maestría en Derecho Constitucional dirigida por Genaro Góngora Pimentel —quien escribe el prólogo— pronto saldrá en forma de libro llamado El fraude electoral impulsado por la jurisprudencia del Tribunal Electoral. Lo que plantea tras revisar las sentencias de los últimos años del TEPJF no es buena para el 2012….

Es maestro nacional de ajedrez desde que tenía 12; ha trabajado en el Instituto Electoral del DF y en la Suprema Corte de Justicia cuando la presidía Guillermo Ortiz Mayagoitia.

Es nieto de Pablo Sandoval Cruz, luchador social en Guerrero, quien en septiembre pasado recibió el premio Sentimientos de la Nación, y el hijo más chico de Pablo Sandoval Ramírez, fundador el PRD en Guerrero, diputado federal en 1997, quien murió en 2001, y de Irma Sandoval Corona, maestra y ácida crítica del SNTE.

Los otros dos hermanos son Irma Eréndira, casada con John Ackerman, y Pablo Amilcar, de los mismos apellidos.

Hoy, por cierto, algunos firmantes de la petición presentada ante la CPI estarán a las 16:00 horas ante la PGR para pedir ser detenidos simbólicamente.

No sólo “una víctima más”. Ayer se dio a conocer el asesinato de Nepomuceno Moreno, integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Lo ejecutaron en Hermosillo, Sonora, donde vivió. Se integró al movimiento que encabeza Javier Sicilia y participó en las reuniones del Castillo de Chapultepec, denunciando la desaparición forzada de su hijo Jorge Mario, el 1 de julio de 2010, a manos de un grupo de policías. Ayer, Emilio Álvarez Icaza dio a conocer que analizaban medidas de seguridad para la familia de Nepomuceno, incluso que salgan del país.

Como parte del aniversario de los cinco años de Felipe Calderón en la Presidencia, volveremos a ver el programa “Diálogos con el Presidente”. Pero ni se apunte porque ya lo grabaron el viernes pasado, aunque podrían grabar uno más. De acuerdo con una de las asistentes, en esta ocasión se buscó darle naturalidad a las preguntas, así como a los invitados. Ya sabe que en el programa anterior pareció que las preguntas, en torno al tema de la seguridad, fueron un poco... mmm, preparadas.

Ya comienzan los desplegados a favor de Peña Nieto, ayer uno lo firmó Pepe Maiz. ¿Quién es él? Se lo cuento en la edición online de esta columna, además de estrategias para que le creamos al PRI que es “nuevo” y el debate entre los suspirantes panistas a la candidatura presidencial.

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