martes, octubre 25, 2011

Efecto Peña, el rival de Mancera

Rubén Cortés

El Efecto Peña ya incide en las encuestas para el GDF en 2012: la encuesta de Reforma colocó ayer a la priísta Beatriz Paredes en empate técnico con el procurador Miguel Mancera, quien más bien es visto como aspirante de corte ciudadano, pero es precandidato de la izquierda.

Los más de 20 puntos de ventaja de Enrique Peña en las encuestas para la Presidencia sobredimensionan la figura de Paredes, de escasa imagen en la capital, pero que aún así tiene 38 por ciento, por 35 Mancera.

El Efecto Peña la impulsa pese a su mínima presencia y de su precedente negativo: como candidata local del tricolor en 2006, Paredes terminó en tercer lugar, con el 21.59 por ciento de los votos, detrás del panista Demetrio Sodi (27.26) y de Ebrard (46.37).

Incluso, en la competencia contra la perredista Alejandra Barrales, presidenta de la ALDF, la priísta aventaja 41 por ciento a 35; mientras supera a los panistas Demetrio Sodi (18 por ciento) y Gabriela Cuevas (14 por ciento).

Sin embargo, el cariz de la encuesta de Reforma cambia a favor de Mancera y Barrales ante la pregunta “Si hoy hubiera elecciones para jefe de Gobierno del DF ¿por cuál partido votaría?”: 37 por ciento eligió al PRD, 31 al PRI y 17 al PAN.

Y por el PRD se adelantan Mancera y Barrales, aunque el secretario de Educación Mario Delgado, visto como el político más cercano al Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, va ganando posicionamiento.

La semana pasada, Delgado resultó el más mencionado en periódicos y noticiarios de radio y TV, con 179 impactos, posición que siempre ha dominado Mancera, con cerca de 300 menciones semanales.

Barrales mantiene bajo perfil, que es la mejor táctica para ella en estos tiempos de enfrentamientos entre las tribus perredistas a favor o en contra en la disputa de Ebrard y AMLO por la candidatura presidencial del PRD.

Alejandra estuvo ligada a grupos afines a AMLO, pero desde 2007 se convirtió en aliada de Ebrard, sin romper necesariamente con su pasado, lo cual la obliga a mantener un equilibrio tan delicado como las alas de una mariposa.

En cambio, el perfil de Mancera crece en la percepción ciudadana como un aspirante de corte similar al de Enrique Peña: una imagen fresca, de político moderno, pragmático y desideologizado, políticos hechos a sí mismos y ajenos a liderazgos tradicionales.

Un político versátil, instruido, que, como la semana pasada, lo mismo encabeza el rescate en un accidente de helicóptero, que imparte cursos en Harvard, o que su Procuraduría es elogiada como “la más transparente de México” por la ministra de la Corte Olga Sánchez.

Por eso, el principal rival de Mancera, ahora, es el Efecto Peña.

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