La paciencia se le colmó a Marcelo Ebrard y despidió a Martí Batres de la Secretaría de Desarrollo Social, por haber cuestionado la moralidad de su gobierno por haber asistido al mensaje del presidente Felipe Calderón con motivo de su Quinto Informe de Gobierno. Batres, muy cercano a Andrés Manuel López Obrador, siempre fue una piedra en el gobierno capitalino de Ebrard, que llegó al extremo de rebeldía con su declaración contra su jefe. No es el único de su estirpe en la administración local, y hay otros dos miembros del gabinete de Ebrard que han sido bastante más críticos con el jefe de gobierno que Batres. Ellos son Benito Mirón, secretario de Trabajo, y Laura Velázquez, secretaria de Desarrollo Económico. Cuándo seguirán los pasos de Batres, es una pregunta que ya se hacen en el equipo de Ebrard.
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