viernes, septiembre 23, 2011

Fue un ajuste de cuentas la balacera en el Wings: PGJDF

La noche del miércoles aseguró que se trató de un asalto y que ningún comensal salió herido

Ajuste de cuentas, la balacera en un restaurante de Polanco: PGJ

Una deuda económica entre bandas dedicadas al robo de autos, la causa del enfrentamiento

Alejandro Cruz y Bertha Teresa Ramírez / La Jornada


La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) rectificó ayer y aseguró que la balacera ocurrida la noche del miércoles en un restaurante de la cadena Wings, en Polanco, en la que murieron tres personas y dos más resultaron lesionadas, se debió a un ajuste de cuentas y no a un asalto, como había señalado en un principio.

Asimismo, señaló que se logró la captura de dos sujetos que presuntamente participaron en los hechos, identificados como Roberto Carlos Calderón Buenaventura y José Antonio Alejandre Paredes, originarios de Guerrero y Michoacán, respectivamente, quienes este viernes serán consignados, acusados de homicidio.

Según la versión oficial, el enfrentamiento se debió a una deuda económica entre grupos dedicados al robo de vehículos. Fuentes de la PGJDF señalaron que no se descarta que se trate de un ajuste relacionado con la venta de drogas, por el modus operandi utilizado, además de que los fallecidos tienen impactos de bala en la cabeza.

Asimismo, la dependencia investiga la relación de la balacera con el hallazgo, horas antes, de una camioneta Nissan Rouge en Paseo de las Palmas y Monte Tabor, cerca del restaurante, el cual tenía impactos de bala y en su interior había un rifle AK-47 y una gorra con las letras PF.

En su declaración ministerial, Calderón Buenaventura, quien según la PGJDF tiene antecedentes penales por robo de vehículos –motivo por el cual fue deportado de Estados Unidos, donde radicó–, declaró que llegó al restaurante, ubicado en Periférico y Homero, a las 20 horas para reunirse con un hombre al que dijo conocer sólo como el señor Pérez. Éste llegó acompañado de otra persona, para cerrar un trato relacionado con la compraventa de un auto, y que todos iban armados.

Aproximadamente dos horas después, agregó, entraron cuatro hombres encapuchados con uniformes de la Policía Federal armados con rifles AK-47, y se dirigieron a su mesa, por lo que se inició la balacera, en la que murieron el señor Pérez y dos personas más de las que sólo se tienen sus apodos: El Gordo y El Moco, aparentemente integrantes del grupo que ingresó en el establecimiento.

Mientras esto sucedía, una trabajadora pidió el auxilio de la policía, que al llegar logró capturar a cuatro personas: Calderón Buenaventura y Alejandre Paredes, mientras otros dos fueron puestos en libertad una vez que se acreditó que no estaban involucrados en los hechos.

Alejandre Paredes declaró que fue contratado para cobrar una deuda a una persona, con la orden de matarla si se negaba a pagar. Dijo también que El Gordo se dedicaba al robo de vehículos y a transeúntes en el Distrito Federal y el estado de México.

Sobre las personas lesionadas, la PGJDF informó que se trata de un policía capitalino, con impacto de bala en una mano, y un comensal que recibió un balazo en un glúteo, aunque en un principio había afirmado que ningún cliente había resultado lesionado.

Ayer, peritos de la PGJDF continuaban las indagatorias en el restaurante, que seguía acordonado desde las escalinatas de acceso en Periférico hasta el estacionamiento, sobre Homero.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, dijo que se investigarán hasta sus últimas consecuencias estos hechos. Asimismo, destacó la actuación de la policía y afirmó que hay una resolución de que aquí no va a haber impunidad por ningún motivo, sea de lo que se trate.

Con información de Tania Sánchez.

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