El gobernador del estado de México Eruviel Ávila se estrenó este martes en un acto político pluripartidista, el informe del jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y dejó gran sabor de boca, cuando recordaron los organizadores la participación en el mismo recinto legislativo de la ALDF el año pasado de su antecesor, Enrique Peña Nieto. A diferencia de este, que llegó al recinto cuando ya había comenzado el informe de Ebrard, Ávila fue el segundo gobernador invitado en arribar, después de Leonel Godoy de Michoacán, se ajustó al protocolo planteado por la Asamblea -por voluntad propia-, entró solo y sin escolta ni equipo al recinto, y desde un principio fue de los primeros en confirmar y reconfirmar su asistencia, sin causar ningún problema a los organizadores, que se mostraron sorprendidos de la manera sencilla y educada como se comportó. Más de uno cambió su opinión sobre el nuevo gobernador mexiquense, más cuidadoso que el poblano Rafael Moreno Valle que confirmó su asistencia y no fue, o Ángel Heladio Aguirre de Guerrero, a quien ayudó Ebrard a ganar la gubernatura y llegó tarde.
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