martes, septiembre 06, 2011

El derroche criminal de Calderón

Álvaro Delgado

La pretensión del Instituto Federal Electoral (IFE) de gastar el próximo año casi 16 mil millones de pesos, un dineral, ha generado en la sociedad un amplio repudio por el despilfarro en la organización de las elecciones y la entrega de dinero a los partidos políticos.

Hasta Felipe Calderón expresó su indignación: “De plano ahora sí que se volaron la barda en términos deportivos. Yo creo que es mucha lana. Yo con 16 mil millones hago la carretera Mazatlán-Durango, que va a ser la carretera más importante y más cara que se haya hecho en América Latina”.

El parámetro que establece Calderón es pertinente para ejemplificar el derroche del IFE, pero también el de él mismo: Esos 16 mil millones de pesos los gastó sólo en medios de comunicación para hacerse publicidad en cuatro años de gobierno.

Y otro dato para la indignación: Calderón gastará, sólo este año, otros 5 mil 500 millones de pesos para que los medios hablen bien de él y de su gobierno, con lo que llegará a los 21 mil millones de pesos –¡sí, 21 mil millones de pesos!– en gasto de propaganda gubernamental en cinco años de gestión.

¿Qué se podría hacer con 5 mil 500 millones de pesos? Al menos cinco hospitales como el que, a un costo de mil millones de pesos, se construye en Morelia, Michoacán, que tendrá 250 camas, equipo de alta tecnología y capacidad para dar servicio a 850 mil derechohabientes del IMSS del estado.

Más aún: Con lo que Calderón gastará este año en propagada podrían hacerse dos hospitales idénticos al que empresarios construyeron en Monterrey y que, a un costo de 200 millones de dólares, es el más moderno de América Latina: Tiene 250 camas, 30 quirófanos y 30 módulos para atención de emergencia, así como 300 habitaciones para que se hospeden familiares de los pacientes.

Esta escandalosa cifra de 21 mil millones de pesos, que rebasa con mucho lo que el IFE gastará en la elección federal de 2012, no es un invento de la oposición ni de quienes detestan a Calderón, sino información oficial que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) debe enviar, por ley, al Congreso y la que entregó, hace poco más de un mes, la Secretaría de Gobernación al diario El Universal.

Si Calderón ha sido capaz de gastar 5 mil 500 millones de pesos en un año no electoral como el 2011, y así ha acumulado una cantidad que ofusca por su dimensión, es previsible que querrá muchos millones de pesos más el año próximo, cuando se elegirá al Presidente de la República y las dos cámaras del Congreso de la Unión.

Este 2011 es el año en que más dinero se ha destinado a comprar anuncios publicitarios en medios de comunicación, sobre todo radio y televisión, en los 11 años de gobierno del Partido Acción Nacional (PAN), más por supuesto que Vicente Fox, quien en todo su sexenio gastó los 16 mil millones de pesos que pretende gastar el IFE y que Calderón –insisto– se quemó el sólo cuatro años.

Fox y Calderón han llevado el gasto de propaganda de gobierno a la cúspide y los beneficiarios han sido sobre todo las televisoras, Televisa, en primer lugar.
Fox: En 2001, en su primer año de gobierno, presupuestó mil 934 millones de pesos; en 2002, casi la misma cantidad, mil 987; en 2003, año electoral, se disparó a 3 mil 88 millones de pesos; en 2004, le bajó a 2 mil 698 millones; en su quinto año de gobierno lo volvió a elevar a 3 mil 282 millones de pesos, y en 2006, cuando intervino en la elección con algo más que frases metafóricas como no cambiar de jinete en medio del río, gastó 3 mil 335 millones de pesos.

Pero Calderón ya rebasó a Fox: Sólo el año pasado, cuando se conmemoró el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, gastó 5 mil millones 152 pesos y, en 2009, año de su peor fracaso electoral, 3 mil 704 millones; el 2008, 4 mil 2012; 2007, su primer año de gestión, presupuestó 3 mil 425. Y este 2011, previo a la elección presidencial, la cifra –vale la pena reiterarla– es de 5 mil 488 millones de pesos.

Las cifras aturden, es cierto, pero son la única manera de acreditar, incontrovertiblemente, el tamaño del dispendio que Calderón ha hecho para que, por ejemplo, su imagen y voz aparezcan hasta la náusea en todas las estaciones de radio y los canales de televisión del país, o que recite logros por teléfono.

¿Dijo algo Calderón sobre este dispendio criminal? Ni una palabra. ¿Mencionó algo sobre el crecimiento de la pobreza en México? Tampoco. Pero no hay que olvidarlo: En sólo cuatro años de gobierno, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), otros 12 millones 205 mil 356 mexicanos cayeron en pobreza patrimonial.

Es una infamia: Se trata de un aumento de 27% del número de pobres que había cuando, en 2006, asumió al cargo. Es decir, la pobreza patrimonial pasó de 45.5 millones ese año a 57.7 millones el año pasado. La mitad de los mexicanos, entonces, es pobre.
Y Calderón gastando millonadas en propaganda…

Apuntes

Si se investiga verdaderamente a fondo el uso de dinero sucio de casinos a las campañas de prominentes miembros del PAN, incluyendo Calderón, tendrían que renunciar: El cónsul de Estados Unidos en Monterrey, Bruce Williamson, envió, en 2009, un cable a Washington para informar que los hermanos Juan José y Arturo Rojas Cardona, el primero llamado “El zar de los casinos”, financiaron en 2006 con al menos cinco millones de dólares las campañas de Adalberto Madero, de Monterrey, y Salgado Zeferino, de San Nicolás. Y el empresario estadunidense William Graven, exsocio de los Rojas Cardona, con supuestos nexos con el cártel de los Beltrán Leyva, acusó que financiaron la campaña de Calderón en 2006. ¿Investigación? Qué tontería.

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