El cuerpo del exdefensa de Cruz Azul, Ignacio Flores Ocaranza, quien fue asesinado a altas horas de la noche del miércoles 10 de agosto de forma violenta, llegó ya a la capital de país y lo están velando en una capilla al sur de ciudad.
La carroza que transportó los restos de quien fuera cinco veces campeón de liga con la “Máquina”, desde el estado de Morelos, donde sucedió el incidente en el cual perdió la vida, arribó aproximadamente a las 19:45 horas.
En el lugar se encontraban ya gran cantidad de personas relacionadas con el mundo del balompié, en particular del club Cruz Azul, como el técnico del primer equipo Enrique Meza, quien fue compañero de Flores Ocaranza en la década de los setenta.
Otros exjugadores compañeros de generación de “Nacho” que se dieron cita para acompañar a la familia Flores fueron Rodolfo Montoya, Omar Mendiburu, Javier Sánchez Galindo, Marco Antonio Mendizábal, Adrián Chávez, Gerardo Lugo y Agustín Manzo, aunque se espera la llegada de otros más en el transcurso de la noche.
Cuando el personal de la agencia funeraria metió el ataúd a la capilla apartada, sólo se permitió el ingreso a familiares y personas muy cercanas y cerca de 30 minutos el ingreso estuvo restringido por personal de seguridad.
Durante este lapso llegó también Guillermo Álvarez Cuevas, presidente del cuadro celeste, quien dijo venía de viaje de una las plantas de la empresa cementera propietaria del cuadro profesional de futbol.
Cuando se abrieron otra vez las puertas de la capilla jóvenes que eran instruidos por Ignacio Flores y que quisieron despedirse de su “profe” pudieron ingresar para darle el último adiós.
Personal administrativo y otros exfutbolistas que llegaron poco después pudieron ingresar de forma breve para mostrar sus condolencias a la familia, a tiempo que ingresaban al lugar diversas ofrendas florales y coronas de clubes de futbol.
La carroza que transportó los restos de quien fuera cinco veces campeón de liga con la “Máquina”, desde el estado de Morelos, donde sucedió el incidente en el cual perdió la vida, arribó aproximadamente a las 19:45 horas.
En el lugar se encontraban ya gran cantidad de personas relacionadas con el mundo del balompié, en particular del club Cruz Azul, como el técnico del primer equipo Enrique Meza, quien fue compañero de Flores Ocaranza en la década de los setenta.
Otros exjugadores compañeros de generación de “Nacho” que se dieron cita para acompañar a la familia Flores fueron Rodolfo Montoya, Omar Mendiburu, Javier Sánchez Galindo, Marco Antonio Mendizábal, Adrián Chávez, Gerardo Lugo y Agustín Manzo, aunque se espera la llegada de otros más en el transcurso de la noche.
Cuando el personal de la agencia funeraria metió el ataúd a la capilla apartada, sólo se permitió el ingreso a familiares y personas muy cercanas y cerca de 30 minutos el ingreso estuvo restringido por personal de seguridad.
Durante este lapso llegó también Guillermo Álvarez Cuevas, presidente del cuadro celeste, quien dijo venía de viaje de una las plantas de la empresa cementera propietaria del cuadro profesional de futbol.
Cuando se abrieron otra vez las puertas de la capilla jóvenes que eran instruidos por Ignacio Flores y que quisieron despedirse de su “profe” pudieron ingresar para darle el último adiós.
Personal administrativo y otros exfutbolistas que llegaron poco después pudieron ingresar de forma breve para mostrar sus condolencias a la familia, a tiempo que ingresaban al lugar diversas ofrendas florales y coronas de clubes de futbol.
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