lunes, agosto 22, 2011

La balacera en Torreón era contra el jefe de la Policía, señala la Segob

Agencias

La Secretaría de Gobernación (Segob) condenó los hechos violentos registrados el fin de semana en las inmediaciones del estadio de futbol Territorio Santos Modelo de Torreón, Coahuila, los cuales iban dirigidos al jefe de la policía municipal, Adelaido Flores Díaz y no a la población, como se mencionó.

En entrevista el subsecretario de Gobierno, Juan Marcos Gutiérrez, afirmó que el único pacto del gobierno federal es con el cumplimiento irrestricto de la ley, por lo que en la lucha que libra actualmente contra la delincuencia y el crimen organizado, 'no hay treguas ni pactos'.

El funcionario de la Segob precisó que ante hechos como los de Torreón y los ocurridos recientemente en el municipio de Acapulco, Guerrero, la tarea de las autoridades es investigar, perseguir, detener y castigar a los delincuentes.

Respecto al apoyo del Ejército, comentó que éste siempre ha sido solidario y tiene la obligación de asistir a la población civil en casos de desastres, causados por la naturaleza o por la mano del hombre.

'En una situación grave, desde luego que siempre contarán las autoridades locales y la población civil con el apoyo de la federación en general', acotó.

El subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación destacó que los incidentes en un evento masivo, son un llamado de atención a las autoridades para poner al día sus protocolos de Protección Civil.

Ante ello, urgió a las autoridades locales de Coahuila y Guerrero, así como del resto de las entidades del país, a acelerar el paso en la depuración, control de confianza y capacitación de sus corporaciones policiales para disuadir la comisión de actos ilícitos.

A pregunta expresa, refirió que el ataque 'fue contra la policía municipal; sabemos que el jefe policiaco (Adelaido Flores Díaz), estaba en las inmediaciones. Resultó un agente municipal herido, no de gravedad, y fue una agresión, en general, a la policía municipal'.

Gutiérrez González manifestó que lo importante es que la agresión 'no fue, como se pensó, un ataque a la población'.

Resaltó la labor de coordinación y actuación de las autoridades de protección civil al interior del estadio, ante la presencia de más de 20 mil aficionados y, salvo crisis nerviosas y empujones, el caso no pasó a mayores consecuencias.

'Estas concentraciones de personas merecen que nos preguntemos si los organizadores y las autoridades locales están al día en sus Protocolos de Protección Civil para conducir adecuadamente este tipo de reacciones', comentó.

Además, los espectáculos públicos son responsabilidad de organizadores y autoridades locales, y la presencia de la autoridad federal es subsidiaria: 'es de apoyo a...', dijo.

'Aquí lo que hay que preguntarnos y, en todo caso exigir, es que las autoridades locales estén preparadas, actualizadas y en perfecta coordinación y exigencia, porque en este tipo de cosas también los propietarios de los lugares donde hay espectáculos públicos tienen una responsabilidad', puntualizó el funcionario.

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