Santiago Creel realizó una jugada estratégica de altos vuelos que si le resulta puede cambiar el rumbo que tome la lucha por la candidatura presidencial en el PAN. El senador presentará este martes la solicitud de licencia para poderse dedicar tiempo completo a su precampaña, lo que parece muy congruente con quien ostenta un cargo de elección popular y quiere ir más lejos. Detrás de esa acción, sin embargo, se encuentra un movimiento que ejercerá presión moral y política sobre el resto de los aspirantes a la candidatura, en particular a la diputada Josefina Vázquez Mota, quien ha utiizado el cargo de coordinadora de la bancada para viajar constantemente por el país para hablar con las bases panistas. Fuera Creel, la presión inmediata irá sobre de ella, aunque tampoco se excluye de esta presión a los secretarios de Estado que aspiran a la candidatura. Creel introducirá un ingrediente que puede modificar los términos de la precampaña y la contienda, y si logra que el resto de los seis aspirantes renuncie o pidan licencia -o se autodescarten-, revivirán sus posibilidades de ser candidato y capitalizar sus casi 10 años de campañas, que le han dado conocimiento y popularidad, pero no los recursos para poder enfrentarlos en condiciones de equidad.
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