Alberto Barranco / Empresa
La ambigüedad con que actúan funcionarios de Petróleos Mexicanos ante la presión del ex dirigente panista, Germán Martínez, en su calidad de cabildero, o si lo prefiere "coyote", le está permitiendo a Mexicana de Lubricantes mantener artificialmente su sociedad con la paraestatal, a soslayo de una resolución judicial
De hecho, la presencia de algunos de éstos y de representantes de Banorte, quien mantiene un segmento mínimo del capital de la empresa mixta, le permitió a su presidente, Salvador Martínez Garza, presentar como reunión del Consejo de Administración lo que en principio se había planteado como asamblea de socios, y derivó en una simple reunión de trabajo. Esta se celebró el 5 de enero pasado.
Y aunque los acuerdos tomados se mantienen bajo siete llaves, aún cuando se habla de permitir la liberación de cheques para el pago de nómina, el punto nodal es darle carpetazo a los litigios que enfrentan desde hace una década las empresas pública y privada, ante la negativa de la segunda de transparentar sus estados financieros.
La idea es mantener vigente el Memorando de Entendimiento firmado por las partes el 29 de mayo de 2009, que plantea borrón y cuenta nueva en la accidentada relación de las empresas, en la mira de que alguna de ellas le compre su parte a la otra, o se coloquen los paquetes en manos de un tercero.
Dicho con todas las letras, los socios privados de Mexicana de Lubricantes obtendrían un pilón después de no haber reportado utilidades en 17 años, bajo la sospecha de un desfalco multimillonario a la Nación.
A la venta de las plantas que constituyen a la firma productora de aceites y lubricantes para uso automotriz, en 1993, ésta facturaba 225 millones de dólares.
Por si fuera poco, Pemex le concedió a Mexicana de Lubricantes la exclusividad en la venta de sus productos en la red nacional de gasolineras; el pagar a plazos la contraprestación por las acciones, y el uso de sus marcas sin costo alguno. El problema, de entrada, es que el documento lo elaboró el ex director de Pemex Refinación, José Antonio Cevallos, quien anteriormente había sido vicepresidente de Mexicana de Lubricantes.
El conflicto de interés es más que evidente.
Y el problema, como lo hemos comentado en este espacio, es que el Primer Tribunal Unitario en Materia Civil y Administrativa del Primer Circuito ratificó en diciembre pasado (toca civil 156/2010) una resolución que le quiebra la columna vertebral a la sociedad, al cancelar contratos que le daban sustento.
Estamos hablando de suministro de aceites básicos, de maquila de aceites y grasas para consumo de Pemex Refinación y sus organismos subsidiarios y Licencia de Uso de Marca, lo que cancela la posibilidad de etiquetar los productos como MexLub o Akron.
De acuerdo al artículo 229 fracción II de la Ley de Sociedades Mercantiles, al disolverse la relación se prohíbe realizar el objeto principal de la sociedad, lo que le abre la puerta a Pemex Refinación para abrir la competencia en el mercado que representan sus nueve mil gasolineras, en cancelación de la exclusividad otorgada a MexLub.
Y aunque la empresa alega que la resolución no es definitiva, dado que se está combatiendo vía un amparo, lo cierto es que a lo más que se podría llegar es a cancelar la exigencia que plantea la resolución de cubrir los gastos y costas del juicio.De hecho, la resolución judicial impulsada por el magistrado José Guadalupe Sánchez González no está supeditada a una resolución cautelar o a un amparo, es decir sus efectos surtieron de inmediato. Violentar ésta implicaría desconocer los principios de las licitaciones públicas.
Por lo demás, el Memorando de Entendimiento que empujan los cabilderos al servicio de Mexicana de Lubricantes, Germán Martínez y Agustín Portal, plantea una convención ilícita que, de acuerdo al artículo 76 del Código de Comercio, no produce obligación ni acción, aunque recaiga sobre operaciones de comercio.Firmado éste el 29 de mayo de 2009, plantea en su parte toral que Pemex Refinación y la Impulsora Jalisciense, propietaria de la mayoría de las acciones de Mexicana de Lubricantes, preparen el escenario para la venta del 100% de las acciones de la compañía, "maximizando su precio y garantizando que se transmitan al mejor precio".
Las dos partes trabajarían para que el Banco Mercantil del Norte se adhiera a la estrategia.
El actual subdirector de Mexicana de Lubricantes, José Luis Sandoval Reynoso, permanecería en el cargo hasta concluir la venta.En el camino, las partes se desistirían de los procedimientos judiciales y administrativos que se cruzaron una contra otra, y renunciarían al uso de la marca Pemex y al derecho de exclusividad para vender productos de las marcas Pemex y Mexicana de Lubricantes en las gasolineras de la paraestatal. Borrón, pues, y cuenta nueva, a despecho de las mil irregularidades concretadas por los socios privados en agravio no sólo de Pemex, sino del país, en la magia del tráfico de influencias.
¿Nos sentamos a aplaudir?
BALANCE GENERAL
La principal tarea de los flamantes secretarios de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, y Energía, José Antonio Meade, será tender la alfombra para la eventual candidatura de su ex jefe, Ernesto Cordero, como abanderado del PAN a la Presidencia de la República.
El primero buscaría hilvanar las deshilachadas relaciones con los magnates de la industria, es decir, Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego y aún Francisco Gil Díaz, en calidad de representante de la Telefónica México, en paralelo a Pedro Aspe y Miguel Alemán Velasco, lo que apuntaría a una actuación errática en la que privarían más las concesiones que las sanciones.
El segundo intentaría diluir las acusaciones de corrupción galopante tanto en Pemex como en la Comisión Federal de Electricidad en los 10 años de panismo en el poder, en afán de arrebatarle una de las banderas más firmes a la oposición, lo que augura la salida de Alfredo Elías Ayub de la Comisión Federal de Electricidad.
Naturalmente, por primera vez en la década se cancelarán los subejercicios en materia de obras públicas, y se acelerarán las partidas pendientes en Pemex y la CFE, en combinación con la Secretaría de Hacienda.
VERDADES QUE MATAN
En su más virulenta intervención pública desde que asumió el cargo, el presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, se lanzó de lleno contra lo que calificó de grupos de poder y buscadores de rentas que han capturado el Estado mexicano, del que, dijo, ha perdido su capacidad para conducir la economía por una senda de crecimiento con equidad.
Las entrelíneas, naturalmente, hablan de los más de mil obstáculos que se han interpuesto al sí del Congreso a una reforma a la Ley Federal de Competencia Económica.
En el camino, en su intervención el fin de semana pasado en un seminario organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, el funcionario habló de la captura por empresas hegemónicas de siete mercados de bienes, en agravio a los consumidores.
Estos son tortillas de maíz, refrescos, jugos y aguas; cerveza, medicamentos, leche, carnes y pescados; pollo y huevo.
Y aunque no se señalaron nombres, las flechas apuntan al Grupo Maseca, Fomento Económico Mexicano (FEMSA), el Grupo Modelo, Lala y Bachoco.
La ambigüedad con que actúan funcionarios de Petróleos Mexicanos ante la presión del ex dirigente panista, Germán Martínez, en su calidad de cabildero, o si lo prefiere "coyote", le está permitiendo a Mexicana de Lubricantes mantener artificialmente su sociedad con la paraestatal, a soslayo de una resolución judicial
De hecho, la presencia de algunos de éstos y de representantes de Banorte, quien mantiene un segmento mínimo del capital de la empresa mixta, le permitió a su presidente, Salvador Martínez Garza, presentar como reunión del Consejo de Administración lo que en principio se había planteado como asamblea de socios, y derivó en una simple reunión de trabajo. Esta se celebró el 5 de enero pasado.
Y aunque los acuerdos tomados se mantienen bajo siete llaves, aún cuando se habla de permitir la liberación de cheques para el pago de nómina, el punto nodal es darle carpetazo a los litigios que enfrentan desde hace una década las empresas pública y privada, ante la negativa de la segunda de transparentar sus estados financieros.
La idea es mantener vigente el Memorando de Entendimiento firmado por las partes el 29 de mayo de 2009, que plantea borrón y cuenta nueva en la accidentada relación de las empresas, en la mira de que alguna de ellas le compre su parte a la otra, o se coloquen los paquetes en manos de un tercero.
Dicho con todas las letras, los socios privados de Mexicana de Lubricantes obtendrían un pilón después de no haber reportado utilidades en 17 años, bajo la sospecha de un desfalco multimillonario a la Nación.
A la venta de las plantas que constituyen a la firma productora de aceites y lubricantes para uso automotriz, en 1993, ésta facturaba 225 millones de dólares.
Por si fuera poco, Pemex le concedió a Mexicana de Lubricantes la exclusividad en la venta de sus productos en la red nacional de gasolineras; el pagar a plazos la contraprestación por las acciones, y el uso de sus marcas sin costo alguno. El problema, de entrada, es que el documento lo elaboró el ex director de Pemex Refinación, José Antonio Cevallos, quien anteriormente había sido vicepresidente de Mexicana de Lubricantes.
El conflicto de interés es más que evidente.
Y el problema, como lo hemos comentado en este espacio, es que el Primer Tribunal Unitario en Materia Civil y Administrativa del Primer Circuito ratificó en diciembre pasado (toca civil 156/2010) una resolución que le quiebra la columna vertebral a la sociedad, al cancelar contratos que le daban sustento.
Estamos hablando de suministro de aceites básicos, de maquila de aceites y grasas para consumo de Pemex Refinación y sus organismos subsidiarios y Licencia de Uso de Marca, lo que cancela la posibilidad de etiquetar los productos como MexLub o Akron.
De acuerdo al artículo 229 fracción II de la Ley de Sociedades Mercantiles, al disolverse la relación se prohíbe realizar el objeto principal de la sociedad, lo que le abre la puerta a Pemex Refinación para abrir la competencia en el mercado que representan sus nueve mil gasolineras, en cancelación de la exclusividad otorgada a MexLub.
Y aunque la empresa alega que la resolución no es definitiva, dado que se está combatiendo vía un amparo, lo cierto es que a lo más que se podría llegar es a cancelar la exigencia que plantea la resolución de cubrir los gastos y costas del juicio.De hecho, la resolución judicial impulsada por el magistrado José Guadalupe Sánchez González no está supeditada a una resolución cautelar o a un amparo, es decir sus efectos surtieron de inmediato. Violentar ésta implicaría desconocer los principios de las licitaciones públicas.
Por lo demás, el Memorando de Entendimiento que empujan los cabilderos al servicio de Mexicana de Lubricantes, Germán Martínez y Agustín Portal, plantea una convención ilícita que, de acuerdo al artículo 76 del Código de Comercio, no produce obligación ni acción, aunque recaiga sobre operaciones de comercio.Firmado éste el 29 de mayo de 2009, plantea en su parte toral que Pemex Refinación y la Impulsora Jalisciense, propietaria de la mayoría de las acciones de Mexicana de Lubricantes, preparen el escenario para la venta del 100% de las acciones de la compañía, "maximizando su precio y garantizando que se transmitan al mejor precio".
Las dos partes trabajarían para que el Banco Mercantil del Norte se adhiera a la estrategia.
El actual subdirector de Mexicana de Lubricantes, José Luis Sandoval Reynoso, permanecería en el cargo hasta concluir la venta.En el camino, las partes se desistirían de los procedimientos judiciales y administrativos que se cruzaron una contra otra, y renunciarían al uso de la marca Pemex y al derecho de exclusividad para vender productos de las marcas Pemex y Mexicana de Lubricantes en las gasolineras de la paraestatal. Borrón, pues, y cuenta nueva, a despecho de las mil irregularidades concretadas por los socios privados en agravio no sólo de Pemex, sino del país, en la magia del tráfico de influencias.
¿Nos sentamos a aplaudir?
BALANCE GENERAL
La principal tarea de los flamantes secretarios de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, y Energía, José Antonio Meade, será tender la alfombra para la eventual candidatura de su ex jefe, Ernesto Cordero, como abanderado del PAN a la Presidencia de la República.
El primero buscaría hilvanar las deshilachadas relaciones con los magnates de la industria, es decir, Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego y aún Francisco Gil Díaz, en calidad de representante de la Telefónica México, en paralelo a Pedro Aspe y Miguel Alemán Velasco, lo que apuntaría a una actuación errática en la que privarían más las concesiones que las sanciones.
El segundo intentaría diluir las acusaciones de corrupción galopante tanto en Pemex como en la Comisión Federal de Electricidad en los 10 años de panismo en el poder, en afán de arrebatarle una de las banderas más firmes a la oposición, lo que augura la salida de Alfredo Elías Ayub de la Comisión Federal de Electricidad.
Naturalmente, por primera vez en la década se cancelarán los subejercicios en materia de obras públicas, y se acelerarán las partidas pendientes en Pemex y la CFE, en combinación con la Secretaría de Hacienda.
VERDADES QUE MATAN
En su más virulenta intervención pública desde que asumió el cargo, el presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, se lanzó de lleno contra lo que calificó de grupos de poder y buscadores de rentas que han capturado el Estado mexicano, del que, dijo, ha perdido su capacidad para conducir la economía por una senda de crecimiento con equidad.
Las entrelíneas, naturalmente, hablan de los más de mil obstáculos que se han interpuesto al sí del Congreso a una reforma a la Ley Federal de Competencia Económica.
En el camino, en su intervención el fin de semana pasado en un seminario organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, el funcionario habló de la captura por empresas hegemónicas de siete mercados de bienes, en agravio a los consumidores.
Estos son tortillas de maíz, refrescos, jugos y aguas; cerveza, medicamentos, leche, carnes y pescados; pollo y huevo.
Y aunque no se señalaron nombres, las flechas apuntan al Grupo Maseca, Fomento Económico Mexicano (FEMSA), el Grupo Modelo, Lala y Bachoco.
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