Si continuán hablando todos los protagonistas y beneficiarios del acuerdo de 2006 entre el hoy presidente Felipe Calderón y a maestra Elba Esther Gordillo, una parte de la historia política de los seis últimos años, la de la campaña presidencial, comenzará a conocerse. Ya no es tanto por lo que digan, sino por lo que no desmienten, como se está armando el rompecabezas. Ya salió que sí hubo acuerdos político-electorales, admitidos por todos, aunque cada quien adjudicando las responsabilidades en otros. Pero un punto que no había sido bordado comenzó a desvelarse este miércoles, cuando Gordillo que como el Presidente no parece dejar pasar el tema y enfriarlo, inició la siguiente fase de su blindaje político, con un road show con la prensa extranjera, con la que empezó a despejar el alto número de entrevistas solicitadas, con una afirmación contundente: no me retiraré del SNTE por presiones. Así se lo dijo a la agencia española EFE, con lo cual confirma que esa petición existió y ella la rechazó. Gordillo no abundó en que la sugerencia se la hizo el Presidente y que ella se opuso, ni que esa sea la razón de fondo de su preocupación y la de su equipo que haya una cargada política en su contra. También habló con Salvador Camarena de W Radio y con Pablo Ordaz, corresponsal de El País, donde pasó a cuentas al precandidato presidencial, Santiago Creel, que la desdeño. Ese es el motivo de fondo por lo que decidió abrir fuego en público contra colaboradores de Calderón y buscar espacios de impunidad, pero inició una espiral que hoy no está claro si en algún momento cercano se detendrá.
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