miércoles, julio 06, 2011

Edomex: Alicia detrás del espejo

Carlos Ramírez / Indicador Político

En las elecciones estatales en el Estado de México, el PRI no ganó sino que perdió la oposición. Hacia las presidenciales del 2012, sólo el PAN tiene posibilidades de recomponer sus errores, porque el PRD ya comenzó a hundirse en una lucha de élites, de facciones y de tribus.

1.- Las elecciones estatales no determinarán el resultado electoral del 2012. El regreso del PRI a la presidencia de la república está lejos de ser en automático. De creer que sí, entonces el análisis político estratégico no explicaría los resultados del 2012 cuando el PRI perdió los gobiernos estatales de Oaxaca, Puebla y Sinaloa.

2.- El colapso electoral de la oposición en el Estado de México tiene cinco explicaciones:

--El fracaso de la alianza PAN-PRD.
--La inexistencia de una estrategia electoral de la oposición.
--La campaña electoral en clave nacional y no estatal.
--El peso específico de la estructura de gobierno estatal a favor del PRI.
--La estructura de control del voto cautivo del PRI.

3.- El resultado electoral en el Estado de México tampoco refleja una relación automática entre las cifras avasalladoras del PRI y la precandidatura presidencial del gobernador Enrique Peña Nieto. El saldo responde a una dinámica partidista muy local.

4.- Las cifras finales van a probar una tesis electoral: El porcentaje sirve para acreditar votos, pero en el análisis político importa la relación entre el número de votos del PRI con respecto a la lista nominal. En la elección de 1993, cuando el PRI acumuló casi 2 millones de votos, el saldo con respecto a la lista nominal fue de 38%; Eruviel Ávila, el domingo, quedó en 25%; ello quiere decir que el PRI no ha podido recuperar los votos perdidos.

5.- La hegemonía del PRI estaba determinada por el alto número de votos en relación con la lista de electores. Para cantar una victoria real manteniendo el porcentaje de 63% en votos/lista, Ávila debió de haber acumulado 4 millones de votos para señalar la hegemonía del PRI. De ahí que las cifras del domingo revelen que el PRI ha perdido votos: De 1987 a 2011, el PRI subió 1.1 millones de votos, pero en ese periodo la lista nominal creció 6.6 millones de nuevos votantes.

6.- La oposición ha fracasado en captar a los nuevos votantes, Peor aún: El PRD perdió diez mil votos en el 2011 con respecto a su pico de 2005, pero la debacle fue en el PAN porque en el 2011 dilapidó poco más de 403 mil votos, una caída de 42% con respecto a hace seis años.

7.- En las expectativas electorales para las presidenciales del 2012, el PAN ganó las elecciones del 2000 y del 2006 porque sacó a votar a la mayoría silenciosa. La votación total en el 2000 fue de 64% y en el 2006 de 58.5%. Debajo de 50%, el PRI asienta su voto cautivo para acreditar la victoria. En el Estado de México la votación total fue de 43.5%.

8.- Las elecciones no se ganan con discursos, con ataques o con periodicazos en medios nacionales, como lo hizo el PAN y el PRD, sino con estructuras electorales, como el PRI. El PAN y el PRD fracasaron en armar una estructura electoral para movilizar el voto y para controlar casillas. El PRI, en cambio, pudo establecer una relación simbiótica entre la estructura de gobierno estatal con la estructura del PRI estatal.

9.- El PRI mexiquense fue el mismo del PRI oaxaqueño, poblano y sinaloense, sólo que en estas últimas tres entidades la oposición se alió y sobre todo sacó a votar a la ciudadanía en cifras globales arriba de 55%. En Oaxaca y Puebla muchos ciudadanos salieron por sí mismos por el discurso aliancista en contra de los gobernadores salientes.

10.- En el PAN, el presidente Calderón está pagando los cinco y medio años de abandono de su partido. La apuesta única a una alianza con el PRD dejó al panismo sin opciones. Pero sobre todo, el gran mensaje de las victorias priístas del pasado 3 de julio va dirigido al PAN: O se organiza como un partido con estructura electoral y cuadros eficaces o en el 2012 va a perder lastimosamente.

11.- El PAN se confió en el modelo electoral presidencial del 2000 y del 2012: el carisma de Vicente Fox y el “peligro” para el país que significaba López Obrador. En ambas elecciones, el PAN le apostó a la mayoría silenciosa --el 10% de ciudadanos que va de la banda de 45% a 55%-- que necesita de estímulos para salir. En el 2000 el mejor motivador electoral fue derrotar al PRI y en el 2006 evitar el populismo de López Obrador. En el 2012 podría ser la amenaza del regreso del PRI a la presidencia de la república, pero aun así el PAN está urgido de una estructura electoral que lleve a los ciudadanos a las urnas.

12.- El PAN en el Estado de México entró en una fase de severa crisis de organización después de las elecciones del 2005, cuando acumuló el 25% de los votos pero sobre todo cuando consolidó su fuerza en el corredor azul de los municipios conurbados de alto nivel de desarrollo. En las municipales del 2009 el PAN perdió las alcaldías en esa zona y el PRI las recuperó. En dos años, el PAN se pasmó en el Estado de México como estructura electoral.

13.- En estos años de calderonismo, el PAN ha tenido cuatro dirigentes nacionales: Manuel Espino, Germán Martínez Cázares, César Nava y Gustavo Madero. Los tres primeros abandonaron la dirección reventados por asuntos internos, falta de comunicación con el presidente de la república e insuficiencias internas. Madero ha resultado un fiasco electoral para el PAN.

14.- El resultado electoral del pasado domingo 3 de julio fue un mensaje para el presidente de la república, el PAN y los precandidatos presidenciales.

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