Reflexiones sobre la elección del 3 de julio en el Estado de México

Samuel R. G. / uzkediam@gmail.com

Es impresionante ver la maquinaria que ponen en marcha los partidos políticos, desde las precampañas (donde se libran batallas al interior), hasta el tiempo -ya de campaña- rumbo al día de la elección. Ya en otras ocasiones había sucedido, no necesariamente por cuestiones del clima, lluvia e inundaciones, sino por distintos escenarios que se dan junto a los procesos electorales.

Ahora, en el caso del Estado de México, observamos como la mayoría de los mexiquenses viven en malas condiciones, de tal forma que para muchas familias, estas lluvias han significado perder su casa, una parte o prácticamente todos sus bienes, y junto a ello alterar su vida para enfrentar lo que las inundaciones traigan como consecuencia.

Los políticos están disputando un cargo público, pero ni como contendientes ni como seres humanos se ponen a pensar en que vivimos en un país sumergido en la pobreza y en la miseria, en donde particularmente existe un estado que sufre constantemente del problema de las inundaciones, como lo es el Estado de México. Con todo y que es un problema por todos conocidos, "nadie mueve un pinche dedo" para remediar la situación, gobierno van y gobiernos van, las cosas siguen iguales o peor que antes.

Sigue el circo, maroma y teatro. Da lo mismo si es el PRI, PAN, PRD y chiquipartidos, son la misma payasada. Se suben al escenario, cada cual monta el mejor discurso, pagan carretadas de dinero por salir en la televisión, pagan por que les hagan un montón de publicidad que nada más viene a contaminar más el medio ambiente y de paso tapar el drenaje mexiquense. Tantas ganas tuvieran realmente los de la pseudo izquierda de cambiar las cosas, que todos esos recursos los inyectarían directamente en acciones que reflejaran ese deseo por cambiar a México. En vez de anunciarse o pagar para que la gente los conozca, ese dinero deberían aprovecharlo para comprar cobijas, alimentos y mejorar el drenaje del Estado de México y hasta el del Distrito Federal, en donde también no nos quedamos atrás con esto de las inundaciones.

Es cierto, hay tiempo para todo y los procesos electorales son una cita con la historia y un requisito formal para hacer democracia, pero que no se nos olvide que vivimos en México, lugar donde la democracia si nació algún día, nunca nos dijeron o ya hasta se murió y tampoco nos enteramos. No hay democracia. No hay respeto al voto. Hay dinero, tenemos un país rico en toda la extensión de la palabra, pero nos hacen creer que nuestro destino es ser pobres, peor aún tenemos y toleramos también una clase política corrupta, asesina y que prefiere montar todo un show como el del domingo 3 de julio, que ver porque la gente no padezca en tiempos de lluvia.

Ya las tecnologías están lo suficientemente avanzadas como para saber preveer lo que pudiera traer el mal tiempo, pero ¡ahhh no! los señores políticos tienen que cumplir, tienen que gastar en banderitas, en spots, en despensas, en poster, en tinácos y demás cosas que dan a la gente a cambio del voto. Peor tantito, la gente, con un marcado individualismo que se multiplica cada día más, le sigue el juego a dicha clase política podrida y putrefacta.

No esperemos ver el 3 de julio una jornada electoral limpia, no esperemos que gane la democracia, ni esperemos que la gente salga a votar. Esperemos la misma porquería de siempre: ganan los corruptos, ganan los cárteles de la política y grupo de poder que con su dinero compran a los árbitros de la contienda y compran también hasta la voluntad de la gente.

El próximo domingo veremos una vez más la realidad de México, sintetizada en las elecciones (simuladas) del Estado de México, donde si fuera por votos, si fuera por mero ejercicio político racional y democrático, el que tendría que ganar en las urnas es Alejandro Encinas, porque de los candidatos no es que sea el mejor, sino que es el menos peor, pero claro, lo más seguro es que -cual laboratorio para 2012- se imponga la mafia del Grupo Atlacomulco con su hijo bastardo Eruviel Ávila y el copete más caro en la historia de México (sino es que del mundo entero) Enrique Peña Nieto. Si tanta es su ambición por el poder, deberían de ahorrarse todo el dinero que se desperdicia en la organización de sendas elecciones simuladas, como sea, ni el voto van a respetar, nada más montan el show para poderse legitimar.

¿Que podrá?, o mejor dicho (pues ya es demasiado tarde para pensar en el 3 de julio), ¿que podría cambiar la historia? Que los mexicanos nos organicemos, que desechemos los actuales procesos electorales organizados y calificados por la misma mafia de siempre. Que luchemos para que nuestros derechos sean respetados y que los políticos y funcionarios cumplan con sus promesas y con sus obligaciones ¡ya basta de que ni el drenaje puedan tener en buenas condiciones, pero eso sí, como contaminan con un montón de publicidad que acaba siendo basura y más basura!

Los invito a que sigan desde ya en Revoluciones México, las noticias más relevantes, no solamente sobre las elecciones del 3 de julio en el Estado de México, sino también conocer más sobre Nayarit, Coahuila e Hidalgo, estados en donde también la mafia del poder estará haciendo de las suyas... nos salen caros estos políticos, tanto en lo que gastan para promoverse, como por todas aquellas obras públicas que dejan de hacer.