martes, junio 21, 2011

La llamada que Madero no contestó

Francisco Garfias

Muy extraño que al diputado federal del PAN, Agustín Torres, representante de Josefina Vázquez Mota, no lo hayan dejado entrar al edificio del CEN del PAN, el sábado pasado, sino hasta que intervino su jefa.

Eran las diez de la noche cuando llegó al edificio de Coyoacán. Lo habían citado para que, entre otros representantes, atestiguara el cierre del registro del padrón del PAN, rumbo al 2012.

Al CEN habían llegado, desde distintos estados, cajas y cajas con los datos de los nuevos adherentes.

Pero en la puerta principal lo pararon en seco. “La cita es a las 11:30”, le dijeron. Miró el reloj. Faltaba hora y media para que le franquearan el paso.

Torres le avisó a su jefa. Josefina buscó a Madero para exponerle el caso. Lo intentó varias veces, sin repuesta. Buscaron entonces a Sofía, secretaria particular del jefe panista. ¿Donde está? Preguntó la secretaria. “En la puerta”, le respondieron.

El diputado finalmente ingresó, pero más de una hora después. Ya no pudo atestiguar el vaciado de los datos que había en esas cajas. De inmediato entró el sospechosismo

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Arturo Sarukán se vacunó contra el virus electoral.

Un cónsul fronterizo, amigo de este reportero, nos hizo llegar copia la instrucción que el embajador de México en Estados Unidos le hizo llegar, a través de la red consular, a fin de parar en seco las versiones, publicadas en medios mexicanos, que vinculan los servicios consulares con promoción partidista.

Dice el Manual Sarukán:

“Los funcionarios del servicio exterior mexicano y el personal local adscrito a la red consular de México en este país, están obligados a cumplir sus tareas en representación del Estado Mexicano con legalidad, honradez, transparencia, imparcialidad y eficiencia.

“Bajo ninguna circunstancia, los servicios consulares que brinda esa representación deben condicionarse o brindarse en función de afiliación política o partidista alguna…”

Nada de que si le vas a Cordero te doy el servicio; si estás con el Peje te friegas; si le vas al PRI ya veremos…

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Muy dura la grilla en el Panal. La inminente salida del boxeador-actor-diputado Jorge Kahwagi de la presidencia de ese partido, trae muy alborotado el avispero.

Hay extraoficialmente dos tiradores al cargo. Emilio Zebadúa y Luis Castro Obregón. “A mi también me mencionan”, reclamó Mónica Arreola, hija de la maestra.

Pero una muy antigua colaboradora de la presidenta a perpetuidad del SNTE nos aseguró que no va a ser Mónica la próxima presidenta del Panal. “Te lo puedo garantizar”, recalcó.

La hija de Gordillo impulsaría a Castro Obregón, delegado de la PGR en España ¡desde hace una década! El hombre no conoce el medio político. Nadie lo conoce a él. Su perfil de policía lo hace poco recomendable para encabezar un partido que quiere crecer.

Emilio Zebadúa, ex consejero del IFE, ex diputado federal, ex secretario de gobierno parece una carta más seria. Su trayectoria es más sólida. Le sube el agua al tinaco, conoce el medio político y a sus protagonistas. Trae la preferencia de los secretarios del sindicato de maestros, y Elba no lo ve mal.

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Más del Panal. La tlaxcalteca Rosalía Peredo Aguilar, de larga trayectoria en el muy pejista Partido del Trabajo, ya es senadora de Nueva Alianza.

Con ella ya son tres los senadores de NA. Tienen apalabrado a un cuarto. Francisco Xavier Berganza, ex de Convergencia. Pero necesitan todavía un quinto para formar grupo parlamentario en la Cámara alta y tener derecho a las prerrogativas.

Juran que tienen apalabrado a un perredista. Pero se reservan el nombre. No vaya a ser que se raje.

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La candidata del PAN al gobierno de Nayarit, Martha Elena García, no ha fumado mota, ni probando coca, ni se ha inyectado heroína, ni ha tragado pastas. Nada de eso.

Tampoco mantiene nexos con criminales, ni ha recibido lana de del crimen organizado para su campaña. Son las conclusiones de la evaluación poligráfica que la contadora, 66 años, se acaba de hacer.

García se hizo el “control de confianza” al que deben someterse los mandos policíacos, en respuesta a la petición que directamente le hizo una mujer policía que, nos dicen, se encuentra en huelga de actividades, por falta de pago.

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