Los contendientes han enfrentado escándalos, acusaciones y denuncias
Informador
Entre escándalos, acusaciones y denuncias los candidatos punteros a la gubernatura de Coahuila, el priista Rubén Moreira y el panista Guillermo Anaya se alistan para cerrar sus campañas el miércoles.
En las últimas semanas, el abanderado del Partido Acción Nacional (PAN) ha enfrentado serios cuestionamientos y acusaciones difundidas en medios locales y nacionales que van desde la compra de ranchos a precios de ganga hasta presuntos enlaces con el crimen organizado.
Según acusaciones, el abanderado del partido blanquiazul enfrenta la sombra de sus presuntas relaciones con Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, jefe del cártel de los Beltrán Leyva en La Laguna.
Adolfo Villarreal Barragán, hermano de “El Grande”, fue cuñado, desde marzo de 1996 a noviembre de 2006, del senador panista con licencia.
Según informaciones de Reporte Índigo, un testigo protegido habría testificado ante agentes de la DEA que Adolfo Villarreal era el encargado de enviar la droga de ese cártel a Estados Unidos.
A una semana de los comicios, Anaya Llamas aseguró que no le intimidan las encuestas que lo ponen con 42 puntos de desventaja con su contrincante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues hay mucho voto tapado.
Advirtió que tampoco se esconde de las acusaciones que se han difundido en medios locales y nacionales en su contra.
En tanto, a Rubén Moreira se le cuestiona su parentesco con el dirigente nacional del partido tricolor, Humberto Moreira.
Además, el partido blanquiazul presentó una denuncia por presunto enriquecimiento inexplicable y presunta operación de recursos de procedencia ilícita contra Vicente Chaires Yáñez, colaborador del líder nacional del PRI.
Asimismo, contra Lorenzo Schuessler Reyes, concuño del secretario Ejecutivo del Sistema de Administración y Finanzas del Gobierno del Estado Coahuila, Javier Villarreal Hernández, y quien aseguran los panistas, ha tenido una bonanza económica de forma inexplicable.
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Entre escándalos, acusaciones y denuncias los candidatos punteros a la gubernatura de Coahuila, el priista Rubén Moreira y el panista Guillermo Anaya se alistan para cerrar sus campañas el miércoles.
En las últimas semanas, el abanderado del Partido Acción Nacional (PAN) ha enfrentado serios cuestionamientos y acusaciones difundidas en medios locales y nacionales que van desde la compra de ranchos a precios de ganga hasta presuntos enlaces con el crimen organizado.
Según acusaciones, el abanderado del partido blanquiazul enfrenta la sombra de sus presuntas relaciones con Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, jefe del cártel de los Beltrán Leyva en La Laguna.
Adolfo Villarreal Barragán, hermano de “El Grande”, fue cuñado, desde marzo de 1996 a noviembre de 2006, del senador panista con licencia.
Según informaciones de Reporte Índigo, un testigo protegido habría testificado ante agentes de la DEA que Adolfo Villarreal era el encargado de enviar la droga de ese cártel a Estados Unidos.
A una semana de los comicios, Anaya Llamas aseguró que no le intimidan las encuestas que lo ponen con 42 puntos de desventaja con su contrincante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues hay mucho voto tapado.
Advirtió que tampoco se esconde de las acusaciones que se han difundido en medios locales y nacionales en su contra.
En tanto, a Rubén Moreira se le cuestiona su parentesco con el dirigente nacional del partido tricolor, Humberto Moreira.
Además, el partido blanquiazul presentó una denuncia por presunto enriquecimiento inexplicable y presunta operación de recursos de procedencia ilícita contra Vicente Chaires Yáñez, colaborador del líder nacional del PRI.
Asimismo, contra Lorenzo Schuessler Reyes, concuño del secretario Ejecutivo del Sistema de Administración y Finanzas del Gobierno del Estado Coahuila, Javier Villarreal Hernández, y quien aseguran los panistas, ha tenido una bonanza económica de forma inexplicable.
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