domingo, junio 05, 2011

Enrique Peña Nieto... empezó la caída libre

Claudio F. Orenday especial para RMX

Aunque para algunos la detención de Jorge Hank Rhon fue solamente una llamarada de petate, lo cierto es que el golpe de las Fuerzas Federales cimbró la estructura y hasta los cimientos de los más altos círculos del poder político en México. Es cierto, Hank Rhon no es funcionario público sin embargo, el más joven de los hijos del profesor Carlos Hank González es uno de los pilares del negado Grupo Atlacomulco que ejerce desde hace tiempo una suerte de dictadura en el Estado de México. Sin embargo, hay voces que hablan, que gritan que el enredo no fue más que un golpe mediático. La primera reacción, en un caso como el que nos ocupa, es esa, minimizar el incidente, deslindarse y contraatacar; no puede negarse el hecho de que en el entorno en el que se ubica el país, separar los asuntos de la seguridad de los otros temas de la vida pública es prácticamente imposible, la línea es extremadamente delgada. La detención del magnate de las apuestas se localiza en el límite que separa lo político de lo policiaco y en estos tiempos, es un asunto que va casi aparejado empero, las dimensiones y las consecuencias del operativo no paran precisamente con la comparecencia en la SIEDO, aquí hay un oscuro mar de fondo, dicen los que entienden. Definitivamente, el propietario del Grupo Caliente, no es un don nadie, su poder económico, su peso específico en el PRI están fuera de toda discusión. Por lo pronto, la caída del ex alcalde de Tijuana provocó que Andrés Manuel López Obrador exhibiera sus intenciones, al poner en duda la efectividad del golpe, reveló su estrategia y que es la de evitar que el PAN y el gobierno de Felipe Calderón consoliden su imagen, para el Santón de Macuspana los enemigos no son Carlos Salinas de Gortari o Enrique Peña Nieto sino Calderón Hinojosa y a quien designe Acción Nacional como aspirante presidencial. Ciertamente, la aprehensión tiene filosas aristas políticas, dirían por allí. Pero, el más dañado es sin duda, es el todavía gobernador Enrique Peña Nieto, emblema del poderoso Grupo Atlacomulco y esperanza para el tan llevado y traído retorno del PRI a Los Pinos. No se puede negar que el hoy presunto delincuente es y ha sido el mecenas de priistas que aspiran a un cargo de elección popular; no es secreto que muchos de quienes hoy ostentan el poder o que hacen gobierno, recibieron de Jorge Hank los recursos que les permitieron ganar una elección sin embargo, hoy cuando la Caja de Pandora se abre, se niega más de tres veces antes de que cante el gallo. Sobre las dudas y a través del translucido cristal se pueden percibir las dimensiones de una operación que bien puede significar el colofón a una estrategia que hasta hoy ha sido calificada como fallida. No hay argumentos para aseverar que el solo hecho de acusar a un personaje como el también ex aspirante al gobierno de Baja California de acopio de armas baste para descubrir el hilo negro sin embargo, en el intrincado laberinto del empresario mexiquense avecindado en Tijuana desde 1985 hay otros asuntos que pueden significar una larga condena. El haber enajenado como propios los terrenos que amparan la concesión para operar el Hipódromo Caliente, los señalamientos públicos de sus vínculos con presuntos barones de la delincuencia organizada hacen presumir que el Operativo que condujo a su detención no fue precisamente un asunto menor. Si como presumen los sapientísimos analistas de la mal llamada prensa nacional, la aprehensión del menor de los Hank fue solo un golpe mediático, hubiera bastado con mantenerlo en las instalaciones de la PGR en Tijuana para luego decirle, siempre no, usted es una blanca palomita, discúlpenos. El alcance de la operación militar y sus repercusiones todavía no pueden ser medidos en su justa dimensión, lo único cierto es que desde el sábado 4 de junio, el más aventajado de los aspirantes a la presidencia de la república descubrió en territorio de Nayarit que no era indestructible, que el desenlace de la telenovela había comenzado, se percató, con La Gaviota a un lado, que todo lo que sube baja, que empezó la caída libre.

PARA EL ALBUM

Aunque negado por la titular de la PGR, Marisela Morales, lo cierto es que ha trascendido que si hay una investigación que involucra a varios ex gobernadores del PRI por presuntos vínculos con la delincuencia organizada y aunque los nombres de los presuntos no se han hecho públicos se presume y se especula que en la lista se encuentran Fidel Herrera Beltrán, Humberto Moreira y el ex mandatario estatal de Chihuahua, José Reyes Baeza. Según rumores, la indagatoria no la realiza la Procuraduría General de la República sino otras instancias de la seguridad nacional así que a pesar de lo que se diga, la Abogada de la Nación no declaró en falsedad pues la PGR no participa en la investigación. Se insiste en la cúpula del poder que no pasará mucho tiempo para que caiga un pez gordo, se especula que será cuando el calor del verano aumente así que no falta mucho, al menos eso es lo que se afirma entre murmullos.

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