jueves, junio 30, 2011

Edomex: inundación provocada por el voto

Rubén Cortés

Las inundaciones que provocaron en Neza, Ecatepec y parte de Chalco que miles de vecinos perdieran enseres y sus viviendas sufrieran daños, fueron provocadas por la Comisión Nacional del Agua, dirigida por el aspirante panista a la Jefatura de Gobierno del DF, José Luis Luege.

En eso coinciden el alcalde de Ecatepec, Indalecio Ríos, el secretario de Ayuntamiento de Neza, Gerardo Dorantes, el diputado federal, Ricardo Enríquez, y decenas de vecinos. Acusación seria, porque la mala decisión de un funcionario pone en entredicho la voluntad del gobierno federal.

Conagua mantuvo cerrada la compuerta a la altura del kilómetro 42 del Circuito Exterior Mexiquense, aun cuando Neza, Ecatepec y Chalco le solicitaron 15 días antes que las abriera para evitar desbordamiento del Río Xochica.

No sólo no las abrió con oportunidad. Tampoco activó el mecanismo de bombeo y succión. ¿Resultado? Derramamiento de aguas negras sobre dos mil viviendas.

Se trató de una falla humana que pudo haber ocurrido en cualquier momento, pero es sintomático que ocurriese en una dependencia del gobierno panista, a una semana de las elecciones del Edomex, en las que es favorito un priista.

Porque son zonas con gran número de votantes, cuyo sufragio podría estar influido por las incomodidades que les causan las inundaciones: el padrón de Neza es de 518 mil 393 electores, el de Chalco es de 415 mil 734 y el de Ecatepec de 667 mil 659. Serían muchos descontentos.

A Luege le ha faltado energía para convencer a los afectados de que no actuó de mala fe, algo lamentable porque su poco ímpetu pone en duda la preocupación del gobierno federal por el bienestar social si se trata de obtener votos.

Tampoco habla bien del propio Luege, quien evidentemente evolucionó hasta convertirse en un político alineado a la democracia, pero cuyos orígenes vienen de un autoritarismo violento por haber sido uno de los líderes de El Muro, organización secreta, de ultraderecha y fascistoide.

Tanta desconfianza despierta el director de Conagua que, en el círculo cercano al gobernador mexiquense Enrique Peña, tenían establecido el de las “inundaciones” de Neza, Ecatepec y Chalco como uno de los escenarios previstos antes de las elecciones del 3 de julio.

Un rosario de suspicacias, provocadas por un error humano producido en un momento político delicado y que, al final de la jornada de poco importará en el resultado de los comicios, ya que el priista Eruviel Ávila arrancó con 48 puntos de ventaja, que ha mantenido durante 40 días.

Suspicacias que sólo sirven para que la gente pierda la confianza en un funcionario. Lo explicó mejor Nietzsche:

“Lo que me preocupa no es que hayas mentido, sino que de ahora en adelante ya no podré creen en ti”.

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