jueves, junio 16, 2011

Dos veces se la apelaron

Marco A. Flota / Grillotina

Volvió a hablar Fox: pidió otra vez la legalización de las drogas, que el Ejército vuelva a los cuarteles y sigan en la calle los carteles, que Calderón no dé línea descarada en Guanajuato, pero al no alineado, quizá sí alienado Chente, nadie lo peló.

Tampoco tuvo eco la noticia de en la nueva prueba los seleccionados dieron negativo de Clembuterol (Lo que no se dijo fue si los chavos, tan fiesteros, también dieron negativo de Viagra)
Dictaron auto de formal prisión al ex gobernador de Chiapas Salazar Mendiguchía- ahora Méndigo chilla-, pero ni eso opacó el escándalo de la doble liberación, en una unas horas, de Jorge Hank Rhon.
(Sí, dos veces se la decretaron y dos veces se la apelaron. Su libertad, queremos decir)

Y durante varias semanas, tenga usted la seguridad, habrá de seguirse hablando del fracaso del golpe que el Gobierno esperaba mediático y resultó me.idiótico. O sea que Calderón, por esta vez, no pudo echarse un Rhon.

Pero ya basta. Aquí no le daremos más espacio- al menos por hoy- a Jorge Hank. Mejor recordemos algunos detalles del hombre que sí dio lustre al apellido que ahora arrastra por el fango el controvertido hijo.

El Profesor Carlos Hank González, todo mundo lo sabe, fue en su juventud un modesto maestro rural que todos los días salía de casa con su torta en una bolsa de papel, para dirigirse a la comunidad donde impartía clases. Lo que pocos saben es que todos los días un concesionario de autobús le permitía hacer el viaje sin pagar el costo del pasaje. Y ese modesto camionero era nada menos que futuro suegro del comediante Héctor Lechuga y se llamaba don Santiago Sánchez.

Ya en la plenitud del pinche poder- como dijera el clásico Fidel Herrera- cada vez que el Profe Hank se encontraba a Héctor Lechuga le preguntaba:
-¿Cómo está don Santiago?

-¡Todavía se acuerda de mi suegro!- presumía el buen Héctor.

Y claro que no podía olvidarse Hank González de ese nombre, si también era el de su pueblo, Santiago Tianguistenco, después llamado Hankistengo.

En el despacho del entonces secretario de Agricultura vio hace más de 30 años este calumnista un envase de tetrapak, con la leyenda: “Agua purificada Lala” Extrañado le comentamos:
-Ésa es una broma que le jugaron a la leche Lala, ¿verdad, profesor?

-No, amigo Flota, Éste es el negocio del futuro: Vender agua purificada.

Y, júrelo usted, fue el profesor de los primeros en vendernos agua más cara que la leche.

Muchas anécdotas podrían contarse del político empresario y empresario político, pero baste una más. Durante una de las pantagruélicas fiestas que acostumbraba ofrecer en su rancho cada cumpleaños, el entonces cronista de la ciudad de México, Salvador Novo, se quejó del frío que apretaba. De inmediato, ordenó Hank González que le trajeran uno de sus mejores abrigos y al probárselo, comentó Novo satisfecho:

-¡Somos de la misma talla, profesor!

Hank sÓlo sonrIÓ. Quizá dudando si debía tomarlo como elogio...o insinuación.

¡RRIINNGG!
-Bueno, el PRI...
-¿Por qué no ha defendido Humberto Moreira a su presunto prestanombres Chaires?
-Eh...es que primero son sus parientes que sus dientes...

EPIGRILLO
Peña Nieto ya está reading
para hacerse el antidoping
(Dice el de Jalisco: “¡Stoping,
yo no me hago el antipeding!”)

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