Xinhua
El gobierno de México jamás pactará con el crimen organizado como una forma de solucionar el problema de la violencia, afirmó hoy el secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad, Alejandro Poiré.
En la entrega que publica cada semana en su blog oficial sobre los 10 mitos de la lucha por la seguridad, Poiré indicó que el cuarto mito es "la solución a la violencia está en pactar con los criminales".
Los tres primeros mitos que rechazó fueron "No hay estrategia; es sólo el uso de la fuerza"; "Las fuerzas armadas usurpan las labores de la policía y violan sistemáticamente los derechos humanos" y "La institucionalización de los derechos humanos en las fuerzas armadas".
El secretario técnico dijo que la inacción y tolerancia al crimen durante mucho tiempo, permitió su crecimiento y derivó en delitos como el secuestro, la extorsión y el robo. La expansión de la delincuencia, resaltó, debilitó las instituciones e incluso las corrompió.
Poiré dijo que pactar o evadir la confrontación al crimen es una solución falsa. "Acordar con delincuentes sólo hace florecer la impunidad y no garantiza el fin de la violencia; otorga licencia a narcotraficantes, secuestradores, extorsionadores, ladrones y traficantes de personas para dañar a la sociedad".
Agregó que "nadie que haya sido víctima de alguno de estos delitos indecibles estaría despuesto a pactar con su agresor y nadie que reconozca los retos que hoy vivimos en materia de seguridad, apoyaría la idea de negociación criminal en búsqueda de una tranquilidad que simplemente seria ilusoria".
El único pacto, refirió, debe ser sociedad y gobierno y el principal compromiso fortalecer la institución y la legalidad.
"La reducción de la incidencia delictiva en localidades como Tijuana, no se logró al permitir a unos delinquir mientras se castiga a otros. Se consigue combatiendo a los criminales de manera coordinada y corresponsable, al tiempo que se renuevan las corporaciones policiales y se reconstruye el tejido social", dijo.
Poiré se refirió al caso de Palermo, en Italia, cuando la mafia siciliana coludida con políticos y grupos sociales influía en todo, hasta que el juez Giovanni Falconne y el magistrado Paolo Borsellino, decidieron poner fin a eso pero fueron asesinados.
Fue entonces que la sociedad dejó la indiferencia y llamó a no tolerar más los crímenes de la mafia. Para alcanzar una seguridad auténtica y duradera, dijo Poiré, el camino para los mexicanos es el de las instituciones, la ley y la reconstrucción del tejido social "no el de la negociación criminal olvidando la justicia".
México destinó más de 50.000 elementos entre militares, marinos y policías federales a combatir a las organizaciones criminales y ha logrado importantes detenciones y aseguramientos de armas, droga, vehículos y dinero, pero a costa de la muerte de unas 40.000 personas en cuatro años y medio de lucha.
El gobierno de México jamás pactará con el crimen organizado como una forma de solucionar el problema de la violencia, afirmó hoy el secretario técnico del Consejo Nacional de Seguridad, Alejandro Poiré.
En la entrega que publica cada semana en su blog oficial sobre los 10 mitos de la lucha por la seguridad, Poiré indicó que el cuarto mito es "la solución a la violencia está en pactar con los criminales".
Los tres primeros mitos que rechazó fueron "No hay estrategia; es sólo el uso de la fuerza"; "Las fuerzas armadas usurpan las labores de la policía y violan sistemáticamente los derechos humanos" y "La institucionalización de los derechos humanos en las fuerzas armadas".
El secretario técnico dijo que la inacción y tolerancia al crimen durante mucho tiempo, permitió su crecimiento y derivó en delitos como el secuestro, la extorsión y el robo. La expansión de la delincuencia, resaltó, debilitó las instituciones e incluso las corrompió.
Poiré dijo que pactar o evadir la confrontación al crimen es una solución falsa. "Acordar con delincuentes sólo hace florecer la impunidad y no garantiza el fin de la violencia; otorga licencia a narcotraficantes, secuestradores, extorsionadores, ladrones y traficantes de personas para dañar a la sociedad".
Agregó que "nadie que haya sido víctima de alguno de estos delitos indecibles estaría despuesto a pactar con su agresor y nadie que reconozca los retos que hoy vivimos en materia de seguridad, apoyaría la idea de negociación criminal en búsqueda de una tranquilidad que simplemente seria ilusoria".
El único pacto, refirió, debe ser sociedad y gobierno y el principal compromiso fortalecer la institución y la legalidad.
"La reducción de la incidencia delictiva en localidades como Tijuana, no se logró al permitir a unos delinquir mientras se castiga a otros. Se consigue combatiendo a los criminales de manera coordinada y corresponsable, al tiempo que se renuevan las corporaciones policiales y se reconstruye el tejido social", dijo.
Poiré se refirió al caso de Palermo, en Italia, cuando la mafia siciliana coludida con políticos y grupos sociales influía en todo, hasta que el juez Giovanni Falconne y el magistrado Paolo Borsellino, decidieron poner fin a eso pero fueron asesinados.
Fue entonces que la sociedad dejó la indiferencia y llamó a no tolerar más los crímenes de la mafia. Para alcanzar una seguridad auténtica y duradera, dijo Poiré, el camino para los mexicanos es el de las instituciones, la ley y la reconstrucción del tejido social "no el de la negociación criminal olvidando la justicia".
México destinó más de 50.000 elementos entre militares, marinos y policías federales a combatir a las organizaciones criminales y ha logrado importantes detenciones y aseguramientos de armas, droga, vehículos y dinero, pero a costa de la muerte de unas 40.000 personas en cuatro años y medio de lucha.
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