martes, junio 21, 2011

¿Cuantos más tendrán que morir?

Andy Novell F.

Es lamentable que haya personas inocentes en México que mueran por esta guerra que tiene el gobierno federal contra el crimen organizado, es lamentable que una sola vida se pierda, es lamentable que seguimos los ciudadanos en general estando a expensas de esos delincuentes.

Se hacen operativos con distintos nombres, Conago 1, Ciudad Juárez, todos esos operativos tienen nombre, pero hasta el momento no hay nombres de delincuentes que hayan confesado que ejecutaron a tales personas. Solamente me llega el caso de Javier Sicilia que capturaron a quienes les quitaron la vida a su hijo.

Nuevamente el gremio periodístico fue presa de esta delincuencia con la muerte de Miguel Ángel López Velasco, conocido como Milo Vela y quien escribía en el periódico Notiver una columna de enfoque político y policiaco llamada Va de Nuez, junto con su esposa e hijo fueron acribillados en el interior de su domicilio.

López Velasco laboraba en el periódico de mayor circulación en Veracruz especializado en temas de seguridad y narcotráfico, lo que molestaba al crimen organizado establecido en la entidad.

Así como ese crimen hay otros más que están en la fiscalía especializada para la defensa de los periodistas de la Procuraduría General de la República (PGR) y nada está pasando.

Tal vez porque los que escribimos, hablamos o nos vemos en una pantalla de televisión, radio o periódico no tenemos un padre influyente que se siente hablar con el presidente, para que se nos haga justicia debe de quedar esa muerte en la impunidad.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos el registro de 69 periodistas y 13 han sido reportados como desaparecidos; se han abierto 473 expedientes de queja, 21 ataques a medios, y el organismo ha emitido 20 recomendaciones por agravios, todo esto del periodo del 2005 a la fecha.

Las muertes de inocentes en México provocadas por esa lucha antinarco deja un dolor profundo, algunas llegan de manera inesperada en los enfrentamientos, otras como la del colega duelen porque ahora resulta que por hacer el trabajo, un trabajo decente lo matan con todo y familia.

¿Y las autoridades en dónde están? Esas autoridades siguen en lo mismo, en sus juego políticos de conservar el poder, de seguir teniendo los mismos favores que les da ese poder, esos lujos esa vida holgada mientras los ciudadanos cada vez que salen de sus casas van con el Jesús en la boca y pidiéndole a Dios que regresen ellos o sus familiares sanos y salvos de nuevo al hogar.

¿Qué falta para cambiar la mediocre mentalidad de esos políticos que viven a expensas de los impuestos que cada uno pagamos en este país, qué es lo que falta?

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