miércoles, junio 01, 2011

5 claves para entender la elección en el Estado de México

Mauricio Torres / CNN

Dos semanas después de su inicio, la contienda electoral por el gobierno del Estado de México registra una definición en la agenda de los tres candidatos —sus principales propuestas y sus discursos—, así como un aumento en el intercambio de acusaciones entre las fuerzas políticas y algunas agresiones hacia los equipos de campaña.

1. Números. La coalición Unidos Por Ti (PRI, PVEM, Panal) sigue a la cabeza de las preferencias. En la encuesta de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) elaborada para el diario Milenio, su candidato, Eruviel Ávila, tenía al 30 de mayo 53% de la intención de voto, por 21% de Alejandro Encinas, de la alianza Unidos Podemos Más (PRD, PT, Convergencia), y 14% de Luis Felipe Bravo Mena, del PAN. Según otra encuestadora, Parametría, Ávila tiene 45% de popularidad, por 25% de Encinas y 20% de Bravo Mena. La coalición Unidos Podemos Más, sin embargo, descalificó los datos de GCE argumentando que estas cifras buscan favorecer al PRI y difundir la impresión de que Ávila ganará la votación.

2. Más propuestas. Si bien los candidatos ya expusieron sus propuestas generales —la eliminación de impuestos en el caso de Ávila, la política social para Encinas y una mayor relación entre gobierno y ciudadanía para Bravo Mena—, poco a poco empiezan a plantear sus ideas sobre temas particulares. El abanderado priista, por ejemplo, anunció que si llega al poder pondrá en marcha su propio mecanismo de evaluación policial, porque desconfía de las mediciones del gobierno federal. Encinas habló de promover la austeridad en el gasto gubernamental, a fin de canalizar los recursos a tareas como el combate a la pobreza. Bravo Mena propuso la construcción de sistemas de trenes que agilicen el transporte en territorio mexiquense y que lo conecten con la Ciudad de México.

3. Estrategias. Una de las estrategias utilizadas por los tres candidatos para ganar presencia mediática y preferencias entre los electores ha sido recurrir a figuras que apoyen sus mítines políticos. Mientras Encinas ha contado con la presencia del jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, Bravo Mena ha tenido el respaldo de secretarios de Estado y del líder de su partido, Gustavo Madero. Frente a ese hecho, el PRI exige a los funcionarios mantenerse alejados del proceso electoral, pero también invita a sus actos a servidores públicos como la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega. Tanto la gobernadora como el coordinador de campaña de Ávila, Luis Videgaray, son políticos cercanos al actual gobernador, Enrique Peña Nieto, lo que podría leerse como el interés del mandatario en los comicios. Videgaray fue secretario de Finanzas de Peña Nieto y asumió la dirigencia del PRI mexiquense a un mes de que arrancara la contienda. Por el PRD, Encinas nombró como su nuevo representante ante el Instito Electoral local a Manuel Camacho Solís, una figura cercana al ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, a quien sus compañeros le atribuyen capacidad de diálogo y para tejer acuerdos. Los analistas consideran que otra estrategia que se aplicará en las siguientes semanas serán las campañas negativas.

4. Acusaciones. Las acusaciones entre contendientes han crecido. El PRD, por ejemplo, afirmó que el PRI incurre en prácticas clientelistas al ofrecer automóviles a los militantes que consigan más votos. Sobre el asunto, Videgaray aseguró a CNNMéxico que se trata de una acción legítima del priismo encaminada a reconocer la labor proselitista de sus cuadros. Más aún, a decir de Videgaray, los señalamientos del PRD son parte de una estrategia del perredismo para “justificar” su derrota electoral y buscar impugnar el proceso. Bravo Mena, en tanto, sostiene que existe una “confabulación” del PRI y del PRD contra su campaña, dados los incidentes que ha padecido.

5. Agresiones. En menos de una semana se registraron al menos dos agresiones contra el equipo de Bravo Mena y dos contra el de Ávila. El abanderado panista fue increpado por algunos estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) en Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y al día siguiente integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) arrojaron huevos contra su vehículo. Dos días más tarde, Bravo Mena decidió cancelar un mitin por la presencia del SME, exigió a Peña Nieto garantizar la seguridad en la elección y anunció una demanda contra los sindicalistas. Del lado del PRI, hombres armados dispararon contra la casa de una colaboradora de Ávila en Chimalhuacán y un petardo explotó afuera de la sede del partido en Nezahualcóyotl; en ningún caso se reportaron heridos. Todos los partidos se han deslindado de los hechos y condenado la violencia.

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