jueves, mayo 19, 2011

Que la unidad no sea de pies de barro

Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate

El candidato a la gubernatura del Estado de México por la coalisión PRD, PT y Convergencia, Alejandro Encinas Rodríguez, en su arranque de campaña el pasado lunes, en Ecatepec, logró lo que se consideraba muy difícil, casi imposible, que fue reunir al Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, a Andrés Manuel López Obrador, y el actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.

En este mismo espacio informativo, en una entrega anterior, publicada el día 12 de enero del presente año, titulada “Encinas, el más puro de la izquierda” , lo habiamos dicho en esa fecha, que Encinas al haber sido postulado para contender por la gubernatura del estado de Mexico, motivó la valoración, que dada su altura moral y su capacidad política, tenía la convocatoria suficiente como para emprender el camino de la reunificación de una izquierda fracmentada y que por años ha transitado dividida; que era factible que él propiciara que las diferencias dentro del PRD, por lo menos se guardaran para otras ocasiones, y que podría lograr que las diversas corrientes de este partido confluyeran en un mismo objetivo, que no era otro más que llegasen a ganar la próxima elección en Edomex.

Pero, funadamentalmente se opinó en esa nota periodística que él podría lograr un encuentro público entre Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y el Ingeniero Cuahtémoc Cárdenas, como condición indispensable para dar inicio a la unificación o reunificación de la izquierda.

Milagro o no, como lo dijo el Ingeniero Cárdenas en una pasada declaración, que sólo un milagro unificaría al PRD, lo cierto es que no nos equivocamos, al afirmar que Alejandro Encinas era capaz de reunir a estos tres personajes emblemáticos de la izquierda, situación que como arranque de su campaña, habrá de implicar que inicia muy fortalecido, dada la seguridad política que le brinda la trascendencia misma de lo que significa ese hecho, porque ellos abiertamente con su aparición pública, unidos en torno a él, le otorgan un total respaldo directo que seguro con ello se envía un buen mensaje hacia el ámbito externo, del que podría recogerse una respuesta favorable del electorado de dimensión enorme. Además de que al mostrar públicamente la imagen de unidad, de alguna manera iran recuperando el terreno perdido, traducido en el rescate de la credibilidad, de ofrecer la madurez y la seriedad esperada de la izquierda, y sobre todo entrañará la reconquista, en general, de la confianza de la sociedad decepcionada, que les venía dando la espalda por la permanente división que veía en una izquierda estruendosa.

Esta unidad que el PRD exhibió en el temple, tiene extraordinario significado político, ya que acresenta, objetivamente, las posibilidades de triunfo. Sí por alguna razón no se cumpliera este objetivo, de todas maneras se reflejará en un partido coaligado con PT y Convergencia muy competitivo, y seguro será factor esencial para que muy factiblemente se desplace al PAN a un tercer lugar.

Sin embargo, todavía no se deben echar las campanas a vuelo, porque esto tan sólo es el inicio de una larga recontrucción que habrá de ser a fondo en la izquierda mexicana, representada específicamente por el PRD, porque no es posible que un grupúsculo cupular de una de sus corrientes internas mantega a este partido bajo su absoluto poder y dominio, por no decir secuestrado.

Pero por el momento esa unidad mostrada seguro que les aportará muchos beneficios, aunque la correlación de fuerzas al interior del PRD, representadas por AMLO y Ebrard, seguirá bajo la misma dinámica, en razón de que cada uno de ellos, independientemente de que se les vea unidos en un templete con motivo de la campaña de Encinas, también veremos que abajo de ese estrado cada quien, con sus respectivos equipos y por su lado, continuarán a todo vapor en pos de la añorada candidatura presidencial.

En el caso del Ingeniero Cárdenas, su presencia en el acto de Encinas, seguro que no será como golondrina de un solo verano, ello significará su reinserción definitiva en la política activa, en el reencuentro con el partido que fundó, después de un largo periodo de alejamiento, no será una presencia efímera ni testimonial, ya que esa aparición pública denota que volverá a ocupar un espacio histótrico, político, que innegablemente le corresponde, ¿de qué calibre será su influencia dentro del PRD? De momento no lo sabemos, pero de que su participación será determinante, de eso no habrá la menor duda.

Ahora, Encinas deberá tomar muy en cuenta que lo importante no es saber llegar unidos a un templete, sino mantenerse unidos siempre, en cualquier circunstancia, y sobre todo que esa mostrada unidad de la izquierda no vaya a ser tan sólo la imagen congelada en una foto panorámica tomada en una entusiasta tarde en Ecatepec, o que la grandeza de unidad sea tan aparente como la del tamaño de un gigante que tiene pies de barro. Lo veremos.

Pálida tinta: A propósito de las elecciones del Estado de México, Eruviel Ávila, candidato del PRI, ¿tan siquiera conocerá los más de seis mil compromisos de campaña que dice va a firmar? Porque la verdad sea dicha, es una montaña de promesas que no se cumplirán, como siempre ha ocurrido, y sin ir muy lejos, que les pregunten a los habitantes de Ecatepec, sí realmente les cumplió como Presidente Municipal, ahí está la clave para la respuesta. Sin embargo, lo único que refleja esa enormidad de promesas desmesuradas, es el inmenso tamaño del miedo a perder la elección, quizá por eso promete el oro y moro………….¿Por quien preferiría votar en el 2012 para Jefe de Gobierno del Distrito Federal, José Luis Luege Tamargo, del PAN; Beatriz Paredes, del PRI, o por el Doctor Juan Ramón de la Fuente, como candidato ciudadano postulado por el PRD?

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