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El líder libio, Muamar el Gadafi, no tiene ninguna intención de rendirse ante las fuerzas aliadas y ayer reiteró que no abandonará el país y que todavía está dispuesto a aceptar un alto el fuego si todas las partes lo aprueban, según informó la cadena de televisión catarí Al Yazira.
«No voy a salir de mi país en ningún caso», apuntó en un discurso para la televisión estatal. «Nadie puede obligarme a dejar mi patria y nadie puede decirme que no pelee por mi Estado», aseguró el coronel, quien agregó que él todavía está dispuesto a un alto el fuego negociado: «Libia ha estado lista hasta ahora para entrar en la paz, pero no puede ser de una sola parte. Fuimos los primeros en dar la bienvenida a una tregua, si bien el ataque cruzado de la OTAN no ha parado», apostilló.
«Nosotros no los hemos atacado, ni hemos cruzado el mar. ¿Por qué nos atacan? Dejadnos negociar con vosotros», apuntó. Y subrayó que si la coalición internacional quiere petróleo, él no tiene inconveniente en llegar a acuerdos con sus empresas.
Sin embargo, advirtió de que si los Estados de la OTAN no quieren entablar conversaciones, el pueblo libio no se rendirá y está dispuesto a resistir lo que denominó «ataques terroristas». En ese sentido, Gadafi dijo que los efectivos de la Alianza morirán si les invaden por tierra y advirtió de que, si el conflicto continúa, éste podría extenderse a los países aliados: «O la libertad o la muerte. Ninguna rendición. Ningún miedo. Ninguna salida», señaló.
Poco después de emitirse esta intensa alocución, la televisión local especificó que las fuerzas occidentales habían intentado acabar con la vida de Gadafi al lanzar una bomba en un punto muy cercano al edificio desde el que él estaba hablando.
Por su parte, los rebeldes siguen defendiendo su bastión de Misrata, la tercera ciudad más grande del país, y ayer aseguraron que en su puerto continúan operando los barcos, que pueden llegar hasta él y atracar en sus muelles, según el máximo órgano de dirección de los insurgentes. Con esta aclaración desmintieron que el gobierno libio haya inutilizado las instalaciones como afirmó el viernes la televisión estatal. En Trípoli, por otro lado, ayer se escucharon varias bombas y a los aviones de la OTAN.
El líder libio, Muamar el Gadafi, no tiene ninguna intención de rendirse ante las fuerzas aliadas y ayer reiteró que no abandonará el país y que todavía está dispuesto a aceptar un alto el fuego si todas las partes lo aprueban, según informó la cadena de televisión catarí Al Yazira.
«No voy a salir de mi país en ningún caso», apuntó en un discurso para la televisión estatal. «Nadie puede obligarme a dejar mi patria y nadie puede decirme que no pelee por mi Estado», aseguró el coronel, quien agregó que él todavía está dispuesto a un alto el fuego negociado: «Libia ha estado lista hasta ahora para entrar en la paz, pero no puede ser de una sola parte. Fuimos los primeros en dar la bienvenida a una tregua, si bien el ataque cruzado de la OTAN no ha parado», apostilló.
«Nosotros no los hemos atacado, ni hemos cruzado el mar. ¿Por qué nos atacan? Dejadnos negociar con vosotros», apuntó. Y subrayó que si la coalición internacional quiere petróleo, él no tiene inconveniente en llegar a acuerdos con sus empresas.
Sin embargo, advirtió de que si los Estados de la OTAN no quieren entablar conversaciones, el pueblo libio no se rendirá y está dispuesto a resistir lo que denominó «ataques terroristas». En ese sentido, Gadafi dijo que los efectivos de la Alianza morirán si les invaden por tierra y advirtió de que, si el conflicto continúa, éste podría extenderse a los países aliados: «O la libertad o la muerte. Ninguna rendición. Ningún miedo. Ninguna salida», señaló.
Poco después de emitirse esta intensa alocución, la televisión local especificó que las fuerzas occidentales habían intentado acabar con la vida de Gadafi al lanzar una bomba en un punto muy cercano al edificio desde el que él estaba hablando.
Por su parte, los rebeldes siguen defendiendo su bastión de Misrata, la tercera ciudad más grande del país, y ayer aseguraron que en su puerto continúan operando los barcos, que pueden llegar hasta él y atracar en sus muelles, según el máximo órgano de dirección de los insurgentes. Con esta aclaración desmintieron que el gobierno libio haya inutilizado las instalaciones como afirmó el viernes la televisión estatal. En Trípoli, por otro lado, ayer se escucharon varias bombas y a los aviones de la OTAN.
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