Francisco Rodríguez / Índice Político
Hace unos cuantos días, un escándalo recorrió nada silenciosamente los mentideros políticos de Hermosillo, la capital de Sonora. Un empleado de la Casa de Gobierno de la que son sexenales huéspedes el mandatario estatal Guillermo Padrés Elías y su familia, fue pillado llevándose una maleta que, lo acusaron, contenía 450 mil pesos.
De acuerdo a informaciones publicadas posteriormente, el presunto responsable fue un policía estatal encargado de la seguridad en la misma Casa de Gobierno y sobrino del Secretario de Seguridad Pública, identificado como Roberto Munro, quien por si fuera poco fungía como encargado de la seguridad en la instalación oficial ubicada en la Colonia Pitic, al norte de Hermosillo.
Lo que no se ha impreso ni transmitido, en cambio, es que atrapado por las instancias estatales de seguridad pública, el empleado se “defendió”:
No. La maleta no contenía 450 mil pesos, sino 450 mil ¡dólares!
Y no. Tampoco era la única maleta. Como esa que él se había llevado, había cuando menos ¡otras diez!
¿Cuánto había en total en las valijas? ¿Cinco millones de dólares, mínimo?
¿Por qué en efectivo? ¿Para qué tipo de adquisición, si es que los dólares fueron adquiridos con dineros públicos?
¿Acaso no salían de la residencia sino entraban? ¿Quién las llevó y para qué? ¿O a cambio de qué?
Entre otras, tales son las preguntas que los cada vez más enterados del “chisme” del momento entre los sonorenses se hacen a todas horas. Y, claro, vale la pena reproducirlas aquí.
Sobremanera porque la semana anterior, este escribidor –como muchos otros suscriptores– recibió un correo electrónico en cual Stratfor Global Intelligence, empresa estadounidense que provee de estudios a quienes toman decisiones en el planeta, avisaba que, debido a los cambios tan rápidos en el paisaje de los cárteles en nuestro país, su publicación anual sobre la Guerra contra las Drogas de Felipe Calderón será, en adelante, trimestral.
E ilustrando el correo, un gráfico en movimiento con el mapa de nuestra República donde, en color azul, se ve como avanza velozmente la presencia del Cártel de Sinaloa o Cártel del Pacífico o Cártel de “El Chapo” por, prácticamente, todo el noreste del país.
Curioso que sea en color azul. El del partido dizque en el gobierno… porque gobierno, de verdad gobierno, éste no llega a ser.
Así, si en 2010 ese color azul irradiaba desde Sinaloa hasta Jalisco y Guanajuato por el sur; Durango, hacia el oeste; el sur de Chihuahua, hacia el nororiente, y una mínima franja del sur de Sonora, hacia el norte… hoy, en el mapa de Stratfor se observa con nítida claridad cómo es que ese color azul –¿sólo de “El Chapo?”, ¿nada más de los panistas?— ya copa totalmente a todos los estados antes mencionados, incluidos los dos de la península bajacaliforniana y más de la mitad de Chihuahua, pues de Ciudad Juárez no han podido pasar… aún y con las ayudas que voluntaria o involuntariamente les proporcionan las fuerzas federales del orden destacadas en la urbe fronteriza.
¿Es casual o causal el hecho de que “El Chapo” y sus huestes avancen en entidades gobernadas por individuos que, para llegar al cargo, fueron postulados por Acción Nacional?
Porque, por ejemplo, en 2010, Stratfor no tenía contemplada a Baja California Sur bajo el dominio de Joaquín Guzmán Loera. En 2011 ya es territorio de él.
Sucede igual con la entidad peninsular norteña. En 12 meses se ve, en verde, que el Cártel de los Arellano Félix ha sido desplazado por el color azul del más célebre de los prófugos del penal de máxima seguridad (jejeje) de Puente Grande.
Además del veloz avance de “El Chapo” por las entidades que gobierna el PAN, Stratfor da otras tres consideraciones sobre el cambio de periodicidad en la emisión de su reporte sobre la guerra de Calderón:
“- Todos los cárteles están sufriendo reveses importantes, excepto uno: La Federación de Sinaloa, misma que puede dominar pronto el tráfico de drogas en México.
“- El aumento de detenciones y asesinatos de líderes han obligado a los carteles, a su vez, a recurrir a más jóvenes, hombres armados de gatillo fácil, que son más propensos a errores y a la violencia sin sentido, como se vio en Falcon Lake (donde fueron asesinados un par de ciudadanos de EU).
“- Con el fin de reducir la violencia, pactar con el cartel líder –situación alguna vez indecible– ahora se ve como una opción real para el gobierno mexicano, que es incapaz de eliminar por completo a los cárteles.”
“El Chapo” domina en territorio azul.
¿Por eso las maletas con millones de dólares, una de ella “robada” –y recuperada– a Padrés allá en Hermosillo?
Índice Flamígero: Los gobernadores azules gozan de una situación de privilegio ante Los Pinos. El morelense Marco Antonio Adame, dejó al garete su conflictiva entidad para ir a ponerse de hinojos en El Vaticano, sin que nadie le recuerde la separación Iglesia-Estado, lo que sí ha ocurrido, por esa actitud genuflexa en el caso de Felipe Calderón. El jalisciense Emilio González fue incluido en la lista que algunos consideran es la de “los siete magníficos” y, otros, los más, la de los “siete enanitos”. Al único que no “pelan” es al guanajuatense Juan Manuel Oliva, quien “se las truena” por aparecer en el plano nacional. De Baja California, mejor ni hablamos. Francisco Blake ha anulado a J. Guadalupe Osuna Millán.
Hace unos cuantos días, un escándalo recorrió nada silenciosamente los mentideros políticos de Hermosillo, la capital de Sonora. Un empleado de la Casa de Gobierno de la que son sexenales huéspedes el mandatario estatal Guillermo Padrés Elías y su familia, fue pillado llevándose una maleta que, lo acusaron, contenía 450 mil pesos.
De acuerdo a informaciones publicadas posteriormente, el presunto responsable fue un policía estatal encargado de la seguridad en la misma Casa de Gobierno y sobrino del Secretario de Seguridad Pública, identificado como Roberto Munro, quien por si fuera poco fungía como encargado de la seguridad en la instalación oficial ubicada en la Colonia Pitic, al norte de Hermosillo.
Lo que no se ha impreso ni transmitido, en cambio, es que atrapado por las instancias estatales de seguridad pública, el empleado se “defendió”:
No. La maleta no contenía 450 mil pesos, sino 450 mil ¡dólares!
Y no. Tampoco era la única maleta. Como esa que él se había llevado, había cuando menos ¡otras diez!
¿Cuánto había en total en las valijas? ¿Cinco millones de dólares, mínimo?
¿Por qué en efectivo? ¿Para qué tipo de adquisición, si es que los dólares fueron adquiridos con dineros públicos?
¿Acaso no salían de la residencia sino entraban? ¿Quién las llevó y para qué? ¿O a cambio de qué?
Entre otras, tales son las preguntas que los cada vez más enterados del “chisme” del momento entre los sonorenses se hacen a todas horas. Y, claro, vale la pena reproducirlas aquí.
Sobremanera porque la semana anterior, este escribidor –como muchos otros suscriptores– recibió un correo electrónico en cual Stratfor Global Intelligence, empresa estadounidense que provee de estudios a quienes toman decisiones en el planeta, avisaba que, debido a los cambios tan rápidos en el paisaje de los cárteles en nuestro país, su publicación anual sobre la Guerra contra las Drogas de Felipe Calderón será, en adelante, trimestral.
E ilustrando el correo, un gráfico en movimiento con el mapa de nuestra República donde, en color azul, se ve como avanza velozmente la presencia del Cártel de Sinaloa o Cártel del Pacífico o Cártel de “El Chapo” por, prácticamente, todo el noreste del país.
Curioso que sea en color azul. El del partido dizque en el gobierno… porque gobierno, de verdad gobierno, éste no llega a ser.
Así, si en 2010 ese color azul irradiaba desde Sinaloa hasta Jalisco y Guanajuato por el sur; Durango, hacia el oeste; el sur de Chihuahua, hacia el nororiente, y una mínima franja del sur de Sonora, hacia el norte… hoy, en el mapa de Stratfor se observa con nítida claridad cómo es que ese color azul –¿sólo de “El Chapo?”, ¿nada más de los panistas?— ya copa totalmente a todos los estados antes mencionados, incluidos los dos de la península bajacaliforniana y más de la mitad de Chihuahua, pues de Ciudad Juárez no han podido pasar… aún y con las ayudas que voluntaria o involuntariamente les proporcionan las fuerzas federales del orden destacadas en la urbe fronteriza.
¿Es casual o causal el hecho de que “El Chapo” y sus huestes avancen en entidades gobernadas por individuos que, para llegar al cargo, fueron postulados por Acción Nacional?
Porque, por ejemplo, en 2010, Stratfor no tenía contemplada a Baja California Sur bajo el dominio de Joaquín Guzmán Loera. En 2011 ya es territorio de él.
Sucede igual con la entidad peninsular norteña. En 12 meses se ve, en verde, que el Cártel de los Arellano Félix ha sido desplazado por el color azul del más célebre de los prófugos del penal de máxima seguridad (jejeje) de Puente Grande.
Además del veloz avance de “El Chapo” por las entidades que gobierna el PAN, Stratfor da otras tres consideraciones sobre el cambio de periodicidad en la emisión de su reporte sobre la guerra de Calderón:
“- Todos los cárteles están sufriendo reveses importantes, excepto uno: La Federación de Sinaloa, misma que puede dominar pronto el tráfico de drogas en México.
“- El aumento de detenciones y asesinatos de líderes han obligado a los carteles, a su vez, a recurrir a más jóvenes, hombres armados de gatillo fácil, que son más propensos a errores y a la violencia sin sentido, como se vio en Falcon Lake (donde fueron asesinados un par de ciudadanos de EU).
“- Con el fin de reducir la violencia, pactar con el cartel líder –situación alguna vez indecible– ahora se ve como una opción real para el gobierno mexicano, que es incapaz de eliminar por completo a los cárteles.”
“El Chapo” domina en territorio azul.
¿Por eso las maletas con millones de dólares, una de ella “robada” –y recuperada– a Padrés allá en Hermosillo?
Índice Flamígero: Los gobernadores azules gozan de una situación de privilegio ante Los Pinos. El morelense Marco Antonio Adame, dejó al garete su conflictiva entidad para ir a ponerse de hinojos en El Vaticano, sin que nadie le recuerde la separación Iglesia-Estado, lo que sí ha ocurrido, por esa actitud genuflexa en el caso de Felipe Calderón. El jalisciense Emilio González fue incluido en la lista que algunos consideran es la de “los siete magníficos” y, otros, los más, la de los “siete enanitos”. Al único que no “pelan” es al guanajuatense Juan Manuel Oliva, quien “se las truena” por aparecer en el plano nacional. De Baja California, mejor ni hablamos. Francisco Blake ha anulado a J. Guadalupe Osuna Millán.
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