martes, febrero 15, 2011

Cuando el narco nos alcance

Andy Novell F.

El Silencio no es sinónimo de estar bien, sino de ocultar algo…
Desde hace más de una década el crimen organizado opera con toda impunidad en la Ciudad de México a pesar de que las autoridades locales, señalan una y otra vez que este tipo de delincuentes no tienen cavidad en territorio del sol Azteca.

Para nadie es un secreto de que hay zonas prohibidas dentro del Distrito Federal, incluso dentro de los pasillos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y Secretaría de Seguridad Pública local (SSP-DF) los elementos saben que estás zonas están controladas por células de organizaciones criminales como Los Zetas, los Beltrán Leyva, La Familia Michoacana.

Un ejemplo, el más concreto se ha dado en los últimos seis meses con el surgimiento a la luz pública de una nueva organización criminal en el Distrito Federal que opera principalmente en la delegación Cuajimalpa, donde tiene el control del narcomenudeo.

Dicha organización se hace llamar “La Mano con Ojos”, la cual está conformada con sicarios, narcomenudistas y algunos lugartenientes que fueron de la estructura criminal del “Cártel de Sonora” conocido por el sobrenombre de “Los Beltrán Leyva”.

Con la muerte Arturo Beltrán Leyva y la toma del control del la organización por Héctor Beltrán Leyva “El H”, además del enfrentamiento de este con Edgar Valdez Villarrearl, “La Barbie” el cártel tuvo varias escisiones que se hicieron llamar de diferentes maneras.

El “Cártel del Pacifico Sur” que encabeza el “H”, “La nueva Administración” “El Cártel Independiente de Acapulco”, “la organización de la Barbie” y ahora “La Mano con Ojos”

Esta nueva organización delincuencial ha tomado el control de la delegación Cuajimalpa y municipios conurbados como de Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli.

Mientras las células del Cártel del Pacifico Sur y de la “Barbie” se han apoderado de las Lomas de Chapultepec, Bosques de las Lomas, además de los municipios conurbados como Huixquilucan y Naucalpan.

La Familia Michoacana tiene a sus integrantes esparcidos en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, además de los municipios conurbados de Netzahualcóyotl, Ecatepec, Chimalhuacán, Chalco, Valle de Chalco e Ixtapaluca. El crimen más reciente de esta organización se realizo la madrugada del pasado 13 de febrero en los límites de los municipios de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl con la ejecución de ocho personas.

Los Zetas dominan las delegaciones Cuauhtémoc e Iztapalapa y tienen sus bases de operaciones en Tepito, la colonia Morelos y el “Hoyo” en la delegación Iztapalapa.
Para nadie es un secreto que las grandes organizaciones del narcotráfico han utilizado y siguen utilizando al Distrito Federal como la base de operaciones financieras, debido a que se encuentran las principales sucursales bancarias e incluso las principales oficinas de hoteles, restaurantes, agencias automotrices y compra-venta de inmuebles que utilizan para el lavado de dinero.

¿Cuánto faltara para que el narco nos alcance? ¿Cuánto faltara para que los enfrentamientos entre células de grupos antagonistas del crimen organizado se trasladen a las avenidas y calles del Distrito Federal?

Ecatepec, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán no están muy lejos de la ciudad de México, ahí se han dado las ejecuciones masivas del crimen organizado en el estado de México en el último año.

¿Cuánto falta para que el narco nos alcance? Esa respuesta la tiene únicamente las autoridades locales que están más ocupadas en los temas electorales que en la seguridad de los capitalinos.

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