Álvaro Cepeda Neri
Tal vez el decano de los periodistas de la caricatura es Eduardo del Río, alias Rius, y lo sea o no, encabeza, con sus pares en ese trabajo (que hace más de un siglo honra la crítica como libertad de prensa), una campaña con una palabra, el signo aritmético de más y manchas rojas, que significa: No más sangre. Se busca concientizar más a la angustiada conciencia individual y colectiva de la nación, para que unos 50 millones, nos opongamos en todo el territorio a los cientos de miles de homicidios perpetrados por los matones del narcotráfico, y por la repuesta de soldados y policías que los combaten. Y en cuyo fuego cruzado han parecido miles de mexicanos, que con sus derechos a salvo, transitaban por las calles libremente.
Todos o casi todos los caricaturistas se han sumado a la convocatoria. El resto de los periodistas debemos divulgar su mensaje y un día de estos, a una voz y una fecha, salir masivamente en todos los municipios, comunidades y centros urbanos y rurales de las 32 entidades, para marchar por las calles con la bandera de: ¡Basta de sangre! Hay que someter a los asesinos que se hacen justicia por propia mano con horribles homicidios, sembrando el terror y sometiendo a la Nación a sus vandálicos, violentos y sangrientos caprichos. Y si no temen a las fuerzas institucionales para respetar la legalidad, el pueblo, en un solo frente, los obligará a parar su terrorismo.
Vivimos los mexicanos casi 30 años de una creciente violencia (desde De la Madrid, pasando por el sangriento sexenio de Salinas donde la criminalidad del poder gubernamental con la delincuencia tuvo su siniestro y perverso giro a lo que hoy es una violencia sin límite). Por esto es que este llamado se suma a las acciones de mujeres defendiendo a sus hijos, que han puesto el ejemplo (como Marisela Escobedo, la mártir de Ciudad Juárez), salido a la calle para protestar; y mexicanos que de cara a Calderón, en reuniones inútiles, le han dicho que es ineficaz su estrategia militar y que más apunta a un posible golpismo que debemos impedir.
La campaña-convocatoria de los periodistas de la caricatura es el llamado desde la sociedad civil para someter a la delincuencia y limitar los abusos de soldados y policías, en cuya guerra los mexicanos están sufriendo por ese terrorismo con macabros cuadros. Y porque basta de “enseñar” en las escuelas cómo sobrevivir a un ataque de narcos y militares-policías, en lugar de que estudien civismo (quitando de encima al caciquismo de la maestra Gordillo). “NO MÁS SANGRE” es el lema pacífico al que nos invitan los periodistas de la maestría del dibujo para mostrarnos el bestiario político. Ensayar la democracia directa en las calles, para obligar a los cárteles del narcotráfico a terminar con sus baños de sangre que degradan la conciencia de los mexicanos… ¡de los niños que miran ese espectáculo miserable! (y que con sus programas imbéciles completan las televisoras): “¡BASTA DE SANGRE!” como una demanda social, que de las caricaturas, ha de transitar a masivas manifestaciones públicas, por todo el país.
Tal vez el decano de los periodistas de la caricatura es Eduardo del Río, alias Rius, y lo sea o no, encabeza, con sus pares en ese trabajo (que hace más de un siglo honra la crítica como libertad de prensa), una campaña con una palabra, el signo aritmético de más y manchas rojas, que significa: No más sangre. Se busca concientizar más a la angustiada conciencia individual y colectiva de la nación, para que unos 50 millones, nos opongamos en todo el territorio a los cientos de miles de homicidios perpetrados por los matones del narcotráfico, y por la repuesta de soldados y policías que los combaten. Y en cuyo fuego cruzado han parecido miles de mexicanos, que con sus derechos a salvo, transitaban por las calles libremente.
Todos o casi todos los caricaturistas se han sumado a la convocatoria. El resto de los periodistas debemos divulgar su mensaje y un día de estos, a una voz y una fecha, salir masivamente en todos los municipios, comunidades y centros urbanos y rurales de las 32 entidades, para marchar por las calles con la bandera de: ¡Basta de sangre! Hay que someter a los asesinos que se hacen justicia por propia mano con horribles homicidios, sembrando el terror y sometiendo a la Nación a sus vandálicos, violentos y sangrientos caprichos. Y si no temen a las fuerzas institucionales para respetar la legalidad, el pueblo, en un solo frente, los obligará a parar su terrorismo.
Vivimos los mexicanos casi 30 años de una creciente violencia (desde De la Madrid, pasando por el sangriento sexenio de Salinas donde la criminalidad del poder gubernamental con la delincuencia tuvo su siniestro y perverso giro a lo que hoy es una violencia sin límite). Por esto es que este llamado se suma a las acciones de mujeres defendiendo a sus hijos, que han puesto el ejemplo (como Marisela Escobedo, la mártir de Ciudad Juárez), salido a la calle para protestar; y mexicanos que de cara a Calderón, en reuniones inútiles, le han dicho que es ineficaz su estrategia militar y que más apunta a un posible golpismo que debemos impedir.
La campaña-convocatoria de los periodistas de la caricatura es el llamado desde la sociedad civil para someter a la delincuencia y limitar los abusos de soldados y policías, en cuya guerra los mexicanos están sufriendo por ese terrorismo con macabros cuadros. Y porque basta de “enseñar” en las escuelas cómo sobrevivir a un ataque de narcos y militares-policías, en lugar de que estudien civismo (quitando de encima al caciquismo de la maestra Gordillo). “NO MÁS SANGRE” es el lema pacífico al que nos invitan los periodistas de la maestría del dibujo para mostrarnos el bestiario político. Ensayar la democracia directa en las calles, para obligar a los cárteles del narcotráfico a terminar con sus baños de sangre que degradan la conciencia de los mexicanos… ¡de los niños que miran ese espectáculo miserable! (y que con sus programas imbéciles completan las televisoras): “¡BASTA DE SANGRE!” como una demanda social, que de las caricaturas, ha de transitar a masivas manifestaciones públicas, por todo el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario