martes, noviembre 02, 2010

Envidia

R. Rodriguez Baños

Según Calderón no sólo se han recuperado los empleos perdidos a causa de la crisis, sino que hay 80 mil nuevas plazas, pero de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en septiembre la tasa de desempleo alcanzó 5.28% de la población económicamente activa, nivel que superó al de agosto, de 5.16%, lo que representa una pérdida de cerca de 57 mil empleos en un mes.

Otra estadística reciente en el discurso de quien despacha como titular del ejecutivo federal es la de 41 millones de pacientes afiliados al llamado seguro popular, que ni es seguro ni es popular, lo cual significaría ciertamente más de la mitad de los 90 millones de mexicanos inscritos en algún sistema público de salud de acuerdo con declaraciones de la misma fuente el pasado 28 de octubre. Pero si atendemos al alarmante ascenso de la estadística de enfermedades del subdesarrollo (empezando por la influenza, que tan productiva ha resultado para el comercio farmacológico) lo menos que puede ocurrir es que crezca la falta de credibilidad en el discurso de la burocracia en turno.

En solamente seis meses de 2010 emigraron casi 500 mil mexicanos; Petróleos Mexicanos, la principal contribuyente fiscal del país, incrementó 41.4 por ciento su programa de endeudamiento para el año en curso, el cual pasó de 9,900 millones de dólares originalmente previsto a 14 mil, de acuerdo con informes oficiales de la petrolera. Cada día mueren 114 niños menores de 14 años en este país. En lo que va del sexenio la estadística oficial habla de casi 30 millones de personas muertas en enfrentamientos de la población civil, caracterizada como delincuencia organizada, con soldados y policías.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, los llamados ninis constituyen el 35% de los jóvenes en México; tres de cada 10 no han encontrado oportunidades ni de estudio ni de empleo; 19 millones 200 mil, de entre 15 y 29 años, no están escolarizados: la cifra más alta entre los países de la OCDE y naciones asociadas; los 12.5 millones restantes de jóvenes de ese grupo tienen un empleo que no les genera bienestar, son un 65% adicional entre los jóvenes de 15 a 29 años.

El boletín semanal de la jerarquía católica metropolitana a cargo de Hugo Valdemar admite que esa supraburocracia se ha beneficiado con donativos financieros de los capos del narcotráfico. Por otro lado el obispo Fabio Suescún, responsable de la Pastoral Castrense del Consejo Episcopal Latinoamericano, Celam, explica en Milenio a la reportera Eugenia Jiménez que no solo Calderón ni el gobierno gringo cortea a las fuerzas armadas, pues la jerarquía católica hace ya 32 años se busca evangelizar a los militares de la región; este proyecto catequizador, dice el general-cardenal Suescún, se explica porque los militares están muy cerca de la muerte, son personas que para garantizar la vida y libertad de otra gente, arriesgan la suya; por el honor que tienen, por las tentaciones a las que se enfrentan en el cumplimiento de su deber, por eso es necesaria la ayuda espiritual. En Reforma Verónica Martínez informa que en los últimos 10 años, la Sagarpa ha recortado 19 mil plazas, sin embargo, su gasto en nómina ha aumentado 51 por ciento.

Y si usted quiere saber dónde está la diferencia entre la información real y la propaganda reflejada en los datos que nutrieron estos Molinos de viento, asómese a La Jornada del lunes, donde Arturo Cano fecha en Sao Paulo una esperanzadora crónica cuyo primer párrafo es historia ciento por ciento pura: La hija de un comunista búlgaro, la guerrillera marxista, la joven torturada por la dictadura militar, la mujer que salvó al gabinete de Lula cuando hacía agua en medio de un escándalo de corrupción, la técnica dura cuyo paso nadie resiste, pero sobre todo la ahijada de Lula da Silva, Dilma Rousseff, es la primera presidenta de Brasil.

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