domingo, septiembre 19, 2010

A propósito del Bicentenario: el verdadero proyecto Independentista de México III/III

Samuel R. G. / uzkediam@gmail.com

2. Hidalgo principal motor del proyecto Independentista

Como suele ocurrir hasta nuestros días, muchas luchas se frenan o merman por falta de voluntad y condiciones para llevarlas a cabo de manera correcta. Con la caída de Iturrigaray uno supondría que los novohispanos encontrarían estabilidad y una salida a la crisis imperante, cuando menos por un tiempo, que como ya se vio (y se sigue viendo algo similar hoy día), tuvo su parte medular en los dineros de las clases altas y medias.

Para el año de 1809 existían intentos de confabulación, uno lo encabezaría José Mariano Michelena y José García Obeso pero que fue descubierto a tiempo. Para dicho intento de rebelión los impulsores contaban con apoyo en Guanajuato, Querétaro, San Miguel el Grande y Guadalajara. Las cosas aparentemente mejoraban para la corona española porque para el siguiente año, en 1810 ya España tendría un gobierno nacional a pesar de la todavía ocupación francesa de su territorio, pero contando con el apoyo de los ingleses. Lo anterior permitió que llegara a la capital como nuevo virrey el teniente general Francisco Javier Venegas el día 12 de septiembre, muy seguro de que las cosas iban a volver a tomar su rumbo. Pero no contaba con que, aunque mal organizados, ya habían hombres dispuestos a pelear para terminar de una buena vez por todas con el gobierno de España en la colonia.

2.1 El Bajío, la clave para el proyecto Independentista

El poner en manos de los novohispanos el gobierno no era una idea descabellada. Poco podía ya hacer España para tener control eficaz sobre Nueva España y eso había quedado demostrado al generar una condición crítica para las mismas clases altas luego de la muerte de lideres autonomistas y el haber hecho quebrar las finanzas del virreinato. El Bajío un área geográfica característica por su prosperidad en la agricultura y aún en la industria, parecía albergar el movimiento armado más importante para México. Su población fue siempre móvil y dinámica, además la zona se caracterizó por la industria minera y textil. Era obvio que luego de tantos problemas ésta zona resintiera fuertemente los efectos de la ingobernabilidad, por ello se volvió la cuna del movimiento insurgente encabezado por Miguel Hidalgo.

De manera considerable su economía se veía afectada, sino era por las decisiones virreinales era por desastres naturales y si no era por ambas cosas, se debía a la invasión y sometimiento capitalista que hizo Inglaterra al promover principalmente la industria textil. Todos estos factores se fueron acumulando para que la población de aquella región pensara en cambiar por la fuerza las cosas, es similar a lo que varias partes de América aún padecemos por el sometimiento del neoliberalismo salvaje. La autonomía no bastaba y apostar por el modelo realista era como un suicidio, no había mejor opción sino la de luchar y sacar por la fuerza a la corona española de América.

2.2 Inicio de la lucha armada por la Independencia

Ahora en Valladolid también en 1809 dio luz a un movimiento parecido en Querétaro, sus personajes centrales eran Allende, Aldama y Domínguez, quienes de manera informal sostenían conversaciones para planear una rebelión. Ya para ese entonces había calado más lo que derivó de la caída de Iturrigaray, siendo en marzo de 1810 cuando Hidalgo se adhería Hidalgo junto a más criollos inconformes. El apoyo de los indios del Bajío (clase trabajadora de aquella región), fue clave y en un principio se buscaba implementar una junta criolla que rigiera a Nueva España en nombre de Fernando VII. Pero para el 13 de septiembre la confabulación había sido descubierta y los lideres apresados, sobre este asunto Josefa Ortiz de Domínguez hizo llegar un mensaje a Hidalgo advirtiéndole lo que estaba pasando. Aldama llegaría el 16 de septiembre a las 2 de la madrugada a Dolores para reunirse con Allende quien se encontraba conversando con Hidalgo quien tenía armas y hombres disponibles para comenzar la rebelión. Al caer en día domingo ese día 16 de septiembre fue fácil congregar a más gente, quienes por lo regular asistían desde temprano al mercado. Aldama dijo alrededor de las 8 de la mañana: ya se habrían juntado más de seiscientos hombres de a pie y a caballo por ser día domingo y haber ocurrido a misa de los ranchos inmediatos, y el cura [Hidalgo], que los exhortaba a que se uniesen con él, y le ayudasen a defender el reino porque [los españoles] querían entregarlo a los franceses: que ya se había acabado la opresión, que ya no había más tributos, que los que se alistaban con caballos y armas se les pagaría a peso diario, y los de a pie a cuatro reales. [5]

Aldama como se lee en ésta fuente de primera mano, señalaba la parte fundamental del proyecto independentista que motivo a dar fin al dominio español en los mexicanos. El discurso de Hidalgo hablaba de que sería entregada la Nueva España a los franceses lo cual enardeció a la población que veía con buenos ojos al cura, que dicho sea de paso ese fue otro de los factores principales, que Hidalgo fuera un líder religioso lo apuntaló como líder de las masas. Y todavía más cuando Hidalgo pronuncia los decretos a favor de los indios y las castas, donde declaró: 1ª. Que todos los dueños de esclavos deberán darles la libertad, dentro del término de diez días; so pena de muerte, la que se les aplicará por trasgresión de este artículo. 2ª. Que cese para lo sucesivo la contribución de tributos respecto de las castas que lo pagaban y toda exacción que a los indios se les exija. [6]

Queda claro que con ello y otros planteamientos de Hidalgo la autonomía había quedado en el olvido y paso a ser la principal demanda hacer que los mexicanos tuvieran y construyeran su propia nación. Si bien comenzó como modelo autonomista su lucha, sin dudarlo el movimiento insurgente se volvió el estandarte del modelo independentista, al inicio clases altas y medias fueron apoyando y mucho la rebelión de Hidalgo pero que poco a poco por las muertes, los actos de violencia y el temor a saqueos y a la misma muerte le fueron restando simpatía al movimiento Insurgente. Por momentos la población en donde se asentaban los insurgentes reconocían y daban muestras de apoyo a Hidalgo pero inmediatamente sabían de la llegada del ejército realista y dejaban de apoyar a Hidalgo.

Un factor crucial además de lo anterior para que no tuviera el éxito debido el movimiento independentista fue que los rebeldes no tenían preparación militar y a pesar de ser mayoría en el campo de batalla perdían luchas clave contra los realistas. Las clases altas y medias siempre vieron con malos ojos un estallido social por lo cual nunca dieron un apoyo abierto Hidalgo, como ya lo dije, en busca de salvaguardar sus bienes, sus riquezas, su propia vida, confiaron más en el gobierno del virrey que en el espíritu combativo de los insurgentes. Fue en marzo de 1811 a menos de un año de que estalló la denominada Independencia de México cuando los lideres estaban apresados y luego fueron fusilados, los realistas colocaron así las cabezas de Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez dentro de jaulas en cada una de as esquinas del granero principal de Guanajuato.

Realmente la sociedad mexicana no estaba lista para admitir que era necesario comenzar a transformar la Nueva España. Pocos (para no decir ninguno) de la clase burgués estaban dispuestos a arriesgar privilegios y sacrificar lo suyo para lograr un bienestar en común. Aunque suenan utópicas las ideas que planteaba el modelo independentista considero eran las más coherentes y necesarias para ese momento de tantas complicaciones para la gente de abajo que a la fecha sigue sufriendo y aguardando por una verdadera Independencia de los modelos imperantes.

[5] García, Genaro, Documentos históricos mexicanos. Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, México, 1910. p. 529.

[6] SEP. Documentos de la guerra de independencia, México. 1945. p.91

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