sábado, septiembre 18, 2010

Denuncias del Bicentenario

R. Rodriguez Baños / Molinos de viento

En Ciudad Juárez, la tarde del jueves, tras el ataque de varios hombres con armas de fuego contra dos fotógrafos del periódico local El Diario, uno de ellos, Luis Carlos Santiago, murió y otro, Carlos Sánchez, quedó lesionado de gravedad; la secretaría de seguridad pública federal ofrece documentar su inocencia y heroísmo ante la denuncia de que el rescate y la presentación de dos periodistas plagiados en Durango el 26 de julio pasado, fueron un montaje de la propia SSP y producto de una serie de chantajes para llevarlos ante los medios de comunicación.


Muchos se preguntan si Ric Birch, Sergio Villegas Parada, Pedro Friedeberg, Alonso Lujambio, no pudieron encontrar algún tema mexicano y por eso recurrieron a Óyeme Cachita, de Rafael Hernández, El Jibarito, para musicalizar la presencia de la alcachofa mecánica diseñada para desprestigiar a los árboles de la vida. No mucho tiempo después, irrumpieron en la bicentenaria (por rancia) atmósfera de la pasarela septembrina, los acordes del Tema de amor de Romeo y Julieta, compuesto por Nino Rota para la filmación de Franco Zefirelli. La marioneta de Juan Carlos Canfield apodada El Coloso r representa a Benjamín Argumedo, quien apoyó el levantamiento reaccionario de Pascual Orozco contra Madero, combatió a Villa, encabezó en Torreón el asesinato de 303 civiles de origen chino y el saqueo de sus propiedades, sirvió al soldado traidor Victoriano Huerta y murió fusilado por traidor a la patria. Algunas de las causas de que, como dice Ciro Pérez Silva en su nota para La Jornada, fechada en Dolores, Hidalgo, dos siglos y algunas horas después, la lectura de la arenga de Hidalgo a su feligresía haya estado precedida por gritos de ¡culeeero! ¡culeeero! ¡culeeero!, que desde la plaza principal, conocida también como Jardín del Grande Hidalgo, daban la bienvenida a Calderón.

Anote usted también entre esas causas la obcecación en rescatar del basurero de la historia a Iturbide, que no fue sino un mercenario en el ejército español del cual desertó cuando vio que la independencia era inevitable desertó y se unió con bastimentos y efectivos a la tropa de Vicente Guerrero con quien suscribió el Plan de Iguala y firmó después, con el virrey ODonojú los Tratados de Córdoba que definían a la Nueva España como un imperio independiente monárquico, constitucional y moderado" cuya se ofrecía, en primer término a Fernando VII, rey de España o, en su defecto, a sus hermanos, los infantes Carlos María Isidro de Borbón, Francisco de Paula de Borbón, o su primo el Archiduque Carlos de Austria-Teschen, u otro individuo de casa reinante; ninguno aceptó y el tan previsor como oportunista Iturbide se proclamó emperador. Once meses más tarde, el congreso mexicano invalidó los Tratados de Córdoba y el aventurero Iturbide se vio obligado a abdicar.

Para romper la inexplicable, genocida indiferencia de los gobiernos federal y estatal oaxaqueño, la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos y el Movimiento Agrario Indígena Zapatista han difundido el siguiente llamado: No podemos guardar silencio ante la terrible situación en que viven las familias triquis de San Juan Copala, en estos momentos secuestradas por una banda de asesinos, integrantes de la Ubisort y el MULT. En las últimas horas, decenas de paramilitares han tomado el municipio autónomo y cercado la comunidad, y unas 50 familias están encerradas en sus casas, amenazadas de muerte. Hay tres mujeres heridas graves: María Rosa Francisco, María Rosa López y María Macaria Merino Martínez (ésta, de 85 años).

Copala vive una guerra de exterminio y es lamentable que el pueblo de Oaxaca y la mayoría de sus organizaciones hayan permanecido callados. El gobierno de Ulises Ruiz protege a los asesinos, y al de Felipe Calderón no le interesa la suerte de cientos de indígenas en peligro. Llamamos a frenar la barbarie y exigir castigo para los asesinos y violadores de decenas de mujeres. La solución del conflicto en la región triqui sólo será posible si se castiga a los autores materiales e intelectuales de tanto crimen. Es necesario crear espacios de diálogo respetuoso. Es momento de que las organizaciones triquis, en particular el MULT, demuestren voluntad de paz, y que no son una pieza más de Ulises Ruiz, quien busca vender cara su derrota. La Cruz Roja Internacional debe impulsar medidas que garanticen la vida de las familias. Ante la incapacidad del Estado, es urgente demandar medidas cautelares para Copala ante las instancias internacionales.

¿Alguien en la burocracia federal va a hacer caso y asumir su responsabilidad?

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