viernes, julio 30, 2010

Transformar México

Lupita Rodríguez Martínez

A cuatro años del movimiento por la transformación de México hay estructura ciudadana organizada, hay proyecto alternativo de Nación y hay un aspirante presidencial decidido a participar en el 2012. En la Asamblea Nacional del Gobierno Legítimo de México, celebrada este domingo 25 de julio con un acto multitudinario en el Zócalo de la Capital de la República, se ratificó la fuerza popular que respalda a Andrés Manuel López Obrador y se revitalizó el compromiso de quienes vamos con él. Gracias al trabajo cotidiano y perseverante, ya se cuenta con una estructura de 2.5 millones de ciudadanos organizados en más de 5 mil comités para impulsar la candidatura presidencial, mientras que las estrategias y las acciones contempladas en el proyecto alternativo para transformar México cada vez convencen más tanto a propios como a extraños. El proyecto presentado por 30 especialistas e intelectuales, tiene como eje central impulsar una revolución moral que detone el desarrollo y bienestar de los mexicanos y, lo más importante, mantiene y refuerza los 10 Puntos para Transformar México delineados por Andrés Manuel desde el 2006, a saber: 1. Rescatar al Estado y ponerlo al servicio del pueblo. Los poderes constitucionales e instituciones sociales del Estado Mexicano están secuestrados por una minoría. Por eso, lo primero debe ser recuperar democráticamente al Estado y reintegrar las riquezas y bienes públicos concesionados ilegalmente, como la industria minera, eléctrica y el petróleo. 2. Democratizar los medios masivos de comunicación. Un grupo posee el control de la televisión y de la radio, a través de las cuales administra la ignorancia en el país en función de sus intereses. Esto es inaceptable, por lo que el Estado debe cumplir el mandato constitucional de garantizar el derecho ciudadano a la información con plena libertad y competencia. 3. Crear una nueva economía. La política neoliberal se debe cambiar, pues México es uno de los países con menos crecimiento en los últimos años. La nueva política económica debe ser conducida por el Estado sin la injerencia de gobiernos extranjeros y de organismos financieros internacionales. 4. Combatir las prácticas monopólicas. En México hay grandes monopolios vinculados al poder político que encarecen bienes y servicios, dañando la economía de sectores populares y de las clases medias, a pequeños y medianos productores, empresarios y comerciantes. 5. Abolir los privilegios fiscales. Desde el sexenio de Echeverría se celebró un pacto secreto entre el poder político y el poder económico: conceder a los grandes empresarios y banqueros el privilegio de no pagar o de devolverles los impuestos. Inclusive, Calderón lo reconoció al declarar que “las empresas que más ganan, rara vez, muy rara vez, pagan impuestos”. 6. Ejercer la política como imperativo ético. Hoy la política es sinónimo de engaño, arreglos cupulares y corrupción. Quienes se dediquen a esta actividad deben entender que el poder sólo tiene sentido si se pone al servicio de los demás. Hay que hacer valer el principio de austeridad republicana y retomar el ejemplo de don Benito Juárez de la justa medianía. 7. Fortalecer al sector energético. El manejo de Pemex se ha caracterizado por la corrupción al otorgarse contratos millonarios sólo en beneficio de empresas extranjeras y políticos corruptos. Tal es el caso de la Cuenca de Burgos y de Chicontepec, donde no se ha logrado producir más gas ni más petróleo, pero sí se ha causado un gran daño al patrimonio nacional. 8. Alcanzar la soberanía alimentaria. Desde 1983 se dejó sin apoyo al sector agropecuario y se optó absurdamente por comprar alimentos en el exterior. Ahora hay tierras ociosas y millones de mexicanos desterrados. En 2009 se destinaron 16 mil millones de dólares para maíz, frijol, arroz, leche, carne de res, cerdo y pollo, que se podían producir en el país. 9. Establecer el Estado de bienestar. Debe garantizarse el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la alimentación y a la vivienda. Es necesaria la pensión universal para adultos mayores, becas a discapacitados y atención médica y medicamentos gratuitos para mexicanos sin seguridad social. 10. Promover una nueva corriente de pensamiento. Transformar México necesita tener como propósito el crecimiento económico, la democracia, el desarrollo, el bienestar y, sobre todo, una nueva corriente de pensamiento sustentada en la cultura de trabajo de nuestro pueblo.

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