Según informó el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, los capos lograron evadir a los uniformados, pero resultó exitosa la liberación de los reporteros que permanecían retenidos en el municipio de Gómez Palacio, Durango.
En conferencia de prensa, el funcionario dio detalles de la actuación policial y los camarógrafos Javier Canales, de Multimedios Televisión, y Alejandro Hernández, de Televisa, aportaron sus testimonios, anunció la agencia de noticias Prensa Latina.
Canales refirió amenazas para él y su familia durante el tiempo que estuvo en manos de sus captores. "Se puede decir que volvimos a nacer", comentó.
El jueves último fue liberado Héctor Gordoa Márquez, enviado de Televisa, uno de los cuatro periodistas víctimas de la agresión en la zona de La Laguna, Durango.
También el reportero Óscar Solís, del periódico El Vespertino, recobró la libertad el martes último aunque el hecho no se dio a conocer hasta ayer.
Versiones preliminares atribuyen el rapto de los cuatro comunicadores al narcotráfico.
Un grupo de hombres armados ejecutó la acción el pasado 26 de julio, mientras periodistas y camarógrafos cubrían una protesta de internos y familiares en el Centro de Readaptación Social número dos, ubicado en Gómez Palacio.
En ese penal los reos recibían apoyo de las autoridades para cometer nuevas fechorías.
En conferencia de prensa, el funcionario dio detalles de la actuación policial y los camarógrafos Javier Canales, de Multimedios Televisión, y Alejandro Hernández, de Televisa, aportaron sus testimonios, anunció la agencia de noticias Prensa Latina.
Canales refirió amenazas para él y su familia durante el tiempo que estuvo en manos de sus captores. "Se puede decir que volvimos a nacer", comentó.
El jueves último fue liberado Héctor Gordoa Márquez, enviado de Televisa, uno de los cuatro periodistas víctimas de la agresión en la zona de La Laguna, Durango.
También el reportero Óscar Solís, del periódico El Vespertino, recobró la libertad el martes último aunque el hecho no se dio a conocer hasta ayer.
Versiones preliminares atribuyen el rapto de los cuatro comunicadores al narcotráfico.
Un grupo de hombres armados ejecutó la acción el pasado 26 de julio, mientras periodistas y camarógrafos cubrían una protesta de internos y familiares en el Centro de Readaptación Social número dos, ubicado en Gómez Palacio.
En ese penal los reos recibían apoyo de las autoridades para cometer nuevas fechorías.
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