martes, julio 27, 2010

Herencia de Ruiz Mateos

»La primera papa caliente que cayó en el escritorio del flamante secretario de Economía, Bruno Ferrari, es la inconformidad de miles de industriales frente a una inaudita prebenda a los Estados Unidos concedida por su antecesor en el cargo, Gerardo Ruiz Mateos

Alberto Aguilar / Nombres, Nombres y... Nombres


Estamos hablando de paso franco para mercancías procedentes del vecino en materia de verificación y certificación de calidad, allanándose México a la inspección realizada allende el Bravo.

Un obstáculo menos en la ruta de la catarata.

Naturalmente, lo adivinó usted, el favorcito no tiene reciprocidad, es decir de aquí para allá los certificadores Made in Estados Unidos seguirán revisando nuestras mercancías.

La alternativa está inscrita en la creación de un Consejo de Cooperación Regulatoria con funcionarios de alto nivel de una y otra naciones, que en el papel allanará las vías para el intercambio, por más que el punto fino del asunto es la decisión de la Casa Blanca de emprender la madre de todas las cruzadas exportadoras.

La ruta se llama Frontera Siglo XXI, aún cuando al genérico se le conoce como Iniciativa Nacional de Exportación.

La decisión de Estados Unidos es acotar al mínimo el tradicional déficit multimillonario de su balanza comercial.

Naturalmente, el objetivo, en cuyo cauce la Casa Blanca le ha inyectado 10 mil millones de dólares, es acelerar la recuperación de los millones de empleos perdidos por la crisis.

Ahora que la segunda parte del proyecto alcanza el facilitar el traslado de empresas estadounidenses radicadas en México a su país de origen.

El problema, de entrada, es que la catarata colocará en franca desventaja a los productores nacionales de aparatos eléctricos, electrónicos, línea blanca, motores, autopartes, equipos… para no hablar de los importadores de mercancías similares.

Y el problema, más allá, es que en la prisa por decirle sí al Tío Sam, el Gobierno se olvidó de un detalle: someter la prebenda al visto bueno del Senado.

Mercancías subsidiadas y de pasadita sin empate con las normas mexicanas.

Ahora que el regalazo a los Estados Unidos no es la única herencia de Gerardo Ruiz Mateos, cuya cabeza pidieron por años tirios y troyanos.

La actuación de chivo en cristalería del ex funcionario, al que se le premió con su regreso al cargo que tenía en Los Pinos, se llevó de carambola al sector farmacéutico, del calzado, textil y hasta el tecnológico.

Durante su gestión de apertura sin reciprocidad, las importaciones del país pasaron de 283 mil 267 millones de 2007 a 308 mil 644 millones de dólares en la fase previa al estallido de la crisis.

Naturalmente, la palanca fue una baja drástica en los aranceles o impuestos de importación, a pretexto de obligar a los industriales a bajar sus precios vía una competencia desigual.

La premisa es simple: la letra con sangre entra.

Más aún, la inversión extranjera se cayó a la mitad en el 2009.

Y si le seguimos, México descendió del escalón 42 al 60 en el Índice de Competitividad Global que realiza el Foro Económico Mundial.

Naturalmente, el funcionario promovió la apertura de negociaciones para eventuales acuerdos de libre comercio con países como: Brasil, Perú, Corea del Sur y eventualmente China, sin trazar una estrategia previa para su aprovechamiento.

A quién le importa si nuestro país cayó del escalón número 12 al 16 como potencia exportadora, y del 51 al 61 en materia de exportación sobre la base del número de habitantes.

¿Y dónde quedó la bolita en la cacareada agenda de competitividad que se abriría, en un escenario en que nuestro país está situado en el lugar 60 del ranking, en tanto Estados Unidos alcanza el segundo, Canadá el noveno y Brasil el 56?

¿Y a quién culpar de que si en 1993 teníamos déficit en la balanza comercial con 23 países con que se han firmado acuerdos de libre comercio, y en el 2008 hayamos llegado a 32? ¿Se nos olvidó que las exportaciones salvaron a nuestro país en la crisis de 1994, tras el “error de diciembre”?

Se diría, pues, que la dependencia requiere algo más que una limpieza general, reorganización, pintura y hojalatería…

Quizá algún conjuro.

Balance general

Pillada con las manos sucias, la Comisión Federal de Telecomunicaciones, que dirige Mony de Swaan, guardó dos días un espeso silencio sobre la negativa de un juez de Guerrero de otorgarle una suspensión provisional y luego una definitiva contra la medida cautelar obtenida por Iusacell que le obligaba a suspender las licitaciones 21 y 22 del espectro radioeléctrico.

La argumentación de la instancia hablaba de que no había sido notificada… mientras tramitaba los amparos.

La notificación la recibió el Centro de las Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Acapulco.

El caso es que la Cofetel incurrió en desacato al otorgarle el título de concesión respectivo al fragmento obtenido por la Telefónica México, es decir Movistar, en la licitación de la banda de 1.9 gigahercios.

El callejón es demasiado estrecho ya para moverse. Sin embargo, a la ruptura del silencio, la Cofetel insistió en que no tiene impedimento legal alguno para seguir con los procedimientos.

Marcatel la hizo

Finalmente la firma de telefonía fija Marcatel logró que, a recomendación de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, la SCT iniciara un procedimiento contra Telmex por las frecuentes interrupciones que realiza en la interconexión de llamadas de larga distancia de sus clientes.

La firma, propiedad de Gustavo M. De la Garza, llevaba dos años planteando una y otra quejas contra la que encabeza Héctor Slim.

Sin embargo, ésta a su vez había planteado una solicitud para desconexión, alegando que su colega no le paga la tarifa completa, apoyada en una resolución judicial que según ello fija los costos “reales”.

Biblioteca Alessio Robles

De acuerdo al Consejero Jurídico de la Presidencia, Miguel Alessio Robles, la biblioteca de su padre, fue otorgada en comodato a la Escuela Libre de Derecho, con la obligación de abrirla a la consulta de particulares.

Sin embargo, parte de los libros más valiosos se están subastando en la casa de remates de Louis Morton.

Se señala, además, en una carta al autor de esta Empresa, que la biblioteca de Vito Alessio fue entregada también en comodato por su hija Angela al Municipio de Saltillo. Sin embargo, el columnista no habló del acervo completo, sino parte de la colección.

Desde otro ángulo, el funcionario habla de que los trofeos de caza, ante la imposibilidad de donarlos al pueblo de México, se subastan para que con los recursos se hagan algunas donaciones.

Finalmente, se habla de insidia “que se desprende de su columna”, pero lo rechazamos tajantemente. Si acaso cierto dolor por la fragmentación de un acervo vital para entender mejor la historia de México.

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