Francisco Garfias
El diputado César Augusto Santiago caminaba hacía la puerta de salida del Senado de la República.
Su rostro reflejaba impotencia, frustración, desconcierto. “Estoy que me lleva la chingada. Eso nos pasa por andar de nalgasprontas”, soltó el experimentado priista chiapaneco, furioso por la actitud “pichicatera”, que atribuía al gobierno panista de Felipe Calderón.
La Comisión Permanente acababa de sesionar. Su partido había anunciado que acudiría al llamado del Presidente de la República a defender unidos las instituciones democráticas. Pero las señales contradictorias permanecían. Por un lado estaban las palabras de Felipe; por el otro se destituía, sin consultar a nadie, a Arely Gómez González, titular de la Fepade, a pocos días de las elecciones.
El diputado del PRI tampoco entendía que el gobierno federal, en una coyuntura tan delicada, se empeñara en retrasar la solución al conflicto de los maestros que, otra vez, tienen sitiado el centro de Oaxaca. “Piden cuatro pendejadas y no se las conceden. Lo hacen para alargar el conflicto hasta después de las elecciones; no se vale”, se quejó el hombre.
* * *
Ese mismo día, en la reunión de la Junta de Coordinación Política, el tironeo entre los legisladores del PRI y el PAN había estado durísimo. Los que saben dicen que los reproches de los tricolores se encimaban. Las descalificaciones también. “Fue una catarsis que permitió bajarle al encono”, manifestaron fuentes cercanas a la cúpula parlamentaria del azul.
Los panistas señalan a los gobernadores “perjudicados por las grabaciones” –Fidel Herrera y Ulises Ruiz– como los principales instigadores de un enfrentamiento con el PAN. “Le pidieron a Beatriz Paredes que le subiera dos rayitas al discurso, ya de por si rudo, que pronunció en el CEN del PRI”, asegura.
Hablamos también con allegados al presidente Calderón sobre la respuesta del PRI. La molestia es mayúscula por lo que llaman “el mezquino discurso de Beatriz Paredes”.
* * *
En medios académicos lamentan el envenenamiento absoluto del ambiente político, a escasas 48 horas de las elecciones en 14 entidades de la República. Advierten que eso abona a los propósitos desestabilizadores de los asesinos del tamaulipeco. Recuerdan que en países como España, las amenazas a la democracia unen a toda la clase política; mientras que aquí los partidos se polarizan, se dividen
“Nuestra clase política no ha llegado a ese nivel de tolerancia, de conocimiento, de cultura democrática. Por eso la reacción iracunda de los priistas frente a la actitud, casi cínica, de los panistas”, nos dijo el doctor Jorge Medina Viedas, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
* * *
La ejecución de Torre Cantú va a modificar radicalmente el desarrollo de futuras campañas. La seguridad se va a convertir en prioridad. Ya se diseñan medidas para proteger no solo a los candidatos, sino a los ciudadanos que asistan a los actos de campaña, los que acudan a votar, y los que realicen funciones en las casillas, asevera Benito Nacif. El consejero electoral del IFE considera la ejecución del candidato del PRI, por un comando armado, como “un atentado al corazón de la democracia.”.
* * *
A Manuel Espino le queda un mes como presidente de la ODCA. El último día de julio se celebra, en San Salvador, la asamblea para renovar la dirigencia de esa organización democristiana. Dos candidatos compiten por la sucesión del polémico duranguense. El mexicano Jorge Ocejo Moreno, apoyado por César Nava; y el colombiano Efraín Cepeda. “No voy a apoyar a ninguno; no voy a meterme en esa competencia”, adelantó el ex jefe de Acción Nacional. ¿Será que no quiere al calderonista? Es pregunta.
* * *
En el PAN de Chihuahua no acaban de digerir que Juan Blanco, ex alcalde de Chihuahua, haya llamado a votar por el priista Cesar Duarte. El presidente del comité estatal del azul, Cruz Pérez Cuellar, pidió incluso su renuncia “si le queda algo de vergüenza”.
El llamado de Blanco a votar por el abanderado del PRI no deja de sorprender. El año pasado se le mencionó incluso como uno de los posibles candidatos panistas a la gubernatura del estado, pero no llegó. “Está muy dolido con el partido. Se guardó esa carta hasta el último momento”, nos dijo una ex diputada federal del azul.
El diputado César Augusto Santiago caminaba hacía la puerta de salida del Senado de la República.
Su rostro reflejaba impotencia, frustración, desconcierto. “Estoy que me lleva la chingada. Eso nos pasa por andar de nalgasprontas”, soltó el experimentado priista chiapaneco, furioso por la actitud “pichicatera”, que atribuía al gobierno panista de Felipe Calderón.
La Comisión Permanente acababa de sesionar. Su partido había anunciado que acudiría al llamado del Presidente de la República a defender unidos las instituciones democráticas. Pero las señales contradictorias permanecían. Por un lado estaban las palabras de Felipe; por el otro se destituía, sin consultar a nadie, a Arely Gómez González, titular de la Fepade, a pocos días de las elecciones.
El diputado del PRI tampoco entendía que el gobierno federal, en una coyuntura tan delicada, se empeñara en retrasar la solución al conflicto de los maestros que, otra vez, tienen sitiado el centro de Oaxaca. “Piden cuatro pendejadas y no se las conceden. Lo hacen para alargar el conflicto hasta después de las elecciones; no se vale”, se quejó el hombre.
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Ese mismo día, en la reunión de la Junta de Coordinación Política, el tironeo entre los legisladores del PRI y el PAN había estado durísimo. Los que saben dicen que los reproches de los tricolores se encimaban. Las descalificaciones también. “Fue una catarsis que permitió bajarle al encono”, manifestaron fuentes cercanas a la cúpula parlamentaria del azul.
Los panistas señalan a los gobernadores “perjudicados por las grabaciones” –Fidel Herrera y Ulises Ruiz– como los principales instigadores de un enfrentamiento con el PAN. “Le pidieron a Beatriz Paredes que le subiera dos rayitas al discurso, ya de por si rudo, que pronunció en el CEN del PRI”, asegura.
Hablamos también con allegados al presidente Calderón sobre la respuesta del PRI. La molestia es mayúscula por lo que llaman “el mezquino discurso de Beatriz Paredes”.
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En medios académicos lamentan el envenenamiento absoluto del ambiente político, a escasas 48 horas de las elecciones en 14 entidades de la República. Advierten que eso abona a los propósitos desestabilizadores de los asesinos del tamaulipeco. Recuerdan que en países como España, las amenazas a la democracia unen a toda la clase política; mientras que aquí los partidos se polarizan, se dividen
“Nuestra clase política no ha llegado a ese nivel de tolerancia, de conocimiento, de cultura democrática. Por eso la reacción iracunda de los priistas frente a la actitud, casi cínica, de los panistas”, nos dijo el doctor Jorge Medina Viedas, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
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La ejecución de Torre Cantú va a modificar radicalmente el desarrollo de futuras campañas. La seguridad se va a convertir en prioridad. Ya se diseñan medidas para proteger no solo a los candidatos, sino a los ciudadanos que asistan a los actos de campaña, los que acudan a votar, y los que realicen funciones en las casillas, asevera Benito Nacif. El consejero electoral del IFE considera la ejecución del candidato del PRI, por un comando armado, como “un atentado al corazón de la democracia.”.
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A Manuel Espino le queda un mes como presidente de la ODCA. El último día de julio se celebra, en San Salvador, la asamblea para renovar la dirigencia de esa organización democristiana. Dos candidatos compiten por la sucesión del polémico duranguense. El mexicano Jorge Ocejo Moreno, apoyado por César Nava; y el colombiano Efraín Cepeda. “No voy a apoyar a ninguno; no voy a meterme en esa competencia”, adelantó el ex jefe de Acción Nacional. ¿Será que no quiere al calderonista? Es pregunta.
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En el PAN de Chihuahua no acaban de digerir que Juan Blanco, ex alcalde de Chihuahua, haya llamado a votar por el priista Cesar Duarte. El presidente del comité estatal del azul, Cruz Pérez Cuellar, pidió incluso su renuncia “si le queda algo de vergüenza”.
El llamado de Blanco a votar por el abanderado del PRI no deja de sorprender. El año pasado se le mencionó incluso como uno de los posibles candidatos panistas a la gubernatura del estado, pero no llegó. “Está muy dolido con el partido. Se guardó esa carta hasta el último momento”, nos dijo una ex diputada federal del azul.
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