miércoles, julio 14, 2010

Dos periodistas más asesinados

Teodoro Rentería Arróyave

Triste condición la nuestra, de darles a conocer respetados lectores y radioescuchas los constantes trágicos acontecimientos de que son víctimas los periodistas, porque con esas acciones que yacen en la más vergonzosa impunidad, va implícito el mensaje que tiene como propósito quebrantar las libertades de prensa y expresión y por ende el derecho inalienable de los pueblos de estar bien y oportunamente informados.

Dos compañeros más han caído, de ahí que la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-México, se dirija nuevamente al presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa y en esta ocasión y a los gobernadores de chihuahua y Nuevo León, José Reyes Baeza Terrazas y Rodrigo Medina de la Cruz, respetivamente, en los siguientes terminos:

“Tal parece, por la impunidad imperante, que el periodismo del país está condenado a un luto perenne: dos comunicadores más fueron asesinados en los últimos días en Chihuahua y Nuevo León.

Se trata de los compañeros Marco Aurelio Martínez y Guillermo Alcaraz Trejo, originarios de Nuevo León y Chihuahua, respectivamente. Ambos murieron a consecuencia de disparos con arma de fuego.

Con estas dos nuevas víctimas del ejercicio de la libertad de prensa y expresión suman 45 los periodistas masacrados en los que va de la actual administración federal, más de un periodista asesinado por mes, y son 12 en estos 6 meses 12 días de 2010. La cifra trágica se eleva a 111 periodistas asesinados de 1983 a la fecha y continúan 12 comunicadores desaparecidos.

Marco Aurelio Martínez Tijerina fue localizado sin vida en Montemorelos, Nuevo León, con un balazo en la cabeza. El periodista de 45 años era director del noticiero Contrapunto en la emisora local XERN 950 AM, conductor del Informativo 800 en la radiodifusora XEDD y corresponsal de TV Azteca, Grupo Multimedios y W Radio, en Monterrey, Nuevo León.

Guillermo Alcaraz Trejo, a su vez, fue acribillado por un comando armado, en calles de la ciudad capital Chihuahua. Era el camarógrafo de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos y prestaba también sus servicios en el periódico digital Omnia.

Los acontecimientos trágicos son la demostración de que son necesarias políticas públicas coordinadas de los diversos niveles de gobierno para garantizar la seguridad de los periodistas y comunicadores.

La violencia, en todas sus manifestaciones, no admite demoras en su atención y exige acciones inmediatas, más cuando se ataca a uno de los valores fundamentales de la democracia, como es la libertad de prensa y expresión y la libre expresión de las ideas.

Las entidades federativas han dado muestras de voluntad política. Es momento que el gobierno federal asuma su responsabilidad en ese sentido.

Firmamos el documento a nombre del gremio organizado, el presidente y el secretario general de FAPERMEX, Roberto Piñón Olivas y Raúl Gómez Espinosa, así como el autor, vicepresidente de FELAP-México.

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