MANUEL CAMACHO ESTÁ exultante. Ya hasta saluda a los demás miembros del Country Club donde se baña de vez en vez. Tiene sobradas razones para mostrar satisfacción. La principal: que ahora sí escuchan sus consejos y aceptan sus asesorías en Los Pinos. A diferencia de lo que, por ejemplo, ocurría en 1988-1994.
Una de ellas, la de las alianzas PAN-PRD le resultó medianamente exitosa, pues de las cinco que se plantearon, tres llegaron a feliz término con los triunfos en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
Su otro consejo, el de la convocatoria de Felipe Calderón a un frente común en contra de la delincuencia organizada, también podría cristalizar, si es que no es cierto, como se afirma, que sólo fue una balandronada electorera del ocupante de Los Pinos.
Robin de este “Dúo Dinámico”, Marcelo Ebrard también celebra. Operador sempiterno de las genialidades que se le ocurren al Batman Camacho, el ahora Jefe de Gobierno del Distrito Federal fue puntal en las victorias de Gabino Cue, Rafael Moreno Valle y Mario López Valdés, a cuyo apoyo acudió no sólo personalmente, sobremanera con apoyos logísticos, materiales y de personal habilidoso en eso que llaman “ingeniería electoral”, o séase defraudación a quienes acuden a las urnas de buena fe.
Investidos de Batman y Robin, Camacho y Ebrard se sienten y saben piezas fundamentales para lo que viene en el 2011: la gubernatura del Estado de México, a la que siempre se ha considerado cual una suerte de “laboratorio” de la –¡por fortuna!– cada vez más cercana sucesión presidencial del 2012.
Y obviamente, con posibilidades de competir por La Silla.
Es por eso que, con su bien desarrollado olfato político Andrés Manuel López Obrador salta a la palestra y este miércoles anunció lo que prácticamente todo mundo daba por hecho: que buscará postularse nuevamente para los comicios del 2012.
“Nosotros vamos al 12 para que quede claro y vamos por la transformación del país”, dijo López Obrador en una entrevista que le practicaron en W Radio.
También adelantó que buscará una organización que lo postule, y que en principio podrían ser el Partido del Trabajo (PT) o Convergencia, organizaciones que normalmente lo respaldan.
Ya no piensa AMLO en el PRD. En manos de “Los Chuchos”, el organismo ha dejado de ser “de interés público” al reducirse a servir, voluntaria e involuntariamente, los fines de perpetuación en el poder (del no poder, como dice Marcelita) de la facción que por el momento también controla al PAN.
Un PRD así es a todas luces inservible no sólo para López Obrador, sobremanera para los muchos millones de mexicanos –el tabasqueño afirma que son 15 esos millones– que, pese a todo, aún confían en que puede cambiarse el rumbo hacia un país más justo.
Ebrard, antes aliado de AMLO, pero actualmente alejado de él, ya ha dicho abiertamente que también buscará ser candidato presidencial por el PRD. Todo indica que desde esta semana, López Obrador ha dejado el camino libre al jefe del gobierno capitalino.
¿Cuántos perredistas seguirán al tabasqueño?
Índice Flamígero: Lo explica con claridad –algo que este escribidor no podría conseguir– el maestro Alberto Barranco: “Finalmente (tras 60 intentos) Iusacell logró frenar la licitación convocada por la Comisión Federal de Telecomunicaciones para las bandas 1.7 y 1.9 del espectro de telefonía celular, justo cuando ésta se había suspendido provisionalmente ante lo que se calificó de falta de posturas serias…” Esto porque “las bases del procedimiento, diseñadas por la propia Cofetel y ratificadas por la Comisión Federal de Competencia, no eran equitativas, dado que le dejaban la mayor parte del pastel a un solo competidor, el consorcio integrado por Televisa-Nextel…” + + + Aunque usted no lo crea, como decía el maestro Ripley: Que César Nava, engolosinado, busca ahora la titularidad de Gobernación. Tendrá que enfrentarse a Javier Lozano quien también se apunta para el cargo. Pero que nadie se preocupe, la liza no será política ni ideológica, menos aún en el terreno de la eficiencia y la eficacia. Sólo tienen que demostrar cuál de ambos es el más cercano al corazón de Felipe Calderón.
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