lunes, julio 19, 2010

Coche bomba y 17 masacrados, ¿si no es terrorismo… qué es?

Itinerario Político / Ricardo Alemán

Al coche bomba detonado la noche del jueves contra patrullas federales en pleno centro de Ciudad Juárez —que entre otras causó la muerte del médico Guillermo Ortiz Collazo—, le siguió la mayor masacre colectiva, la madrugada del domingo, cuando sicarios mataron a 17 personas en Torreón, Coahuila.

Frente a lo inédito de la violencia criminal —que cada día rompe sus propias marcas de terror—, algunos integrantes del gabinete federal de Seguridad desestiman un clima de "terrorismo" o "narcoterrorismo". Sólo atinan el lugar común. El nuevo responsable de Gobernación se creyó Perogrullo: "Fue un acto cobarde y alevoso", dijo.

Lo cierto es que no sólo se han acabado los adjetivos para calificar la masacre de 17 personas —y otras 18 lesionadas de gravedad—, en una fiesta en Torreón y otros crímenes, sino que en el mundo no existe antecedente que explique y defina esa forma de violencia. Es decir, que a buena parte del Gabinete de Seguridad no le da para entender y menos explicar que el tamaño de la violencia del crimen organizado y el narcotráfico, ya superó todo antecedente —incluida la colombianización—, y que la nueva guerra que enfrenta el Estado; sus instituciones, políticos, periodistas y sociedad, debe ser entendida desde una nueva e inédita óptica, lenguaje y cultura.

Todos los días la violencia es mayor, los objetivos civiles políticos o policiacos son mayores; los muertos inocentes y los periodistas asesinados son más. ¿Y cual es la respuesta de la PGR, Segob, SSP o las instituciones castrenses? La misma timorata de siempre. Pero eso sí, niegan que sea "narcoterror" el crimen de un virtual gobernador, un coche bomba, la masacre de 17 personas, el secuestro de Diego Fernández… ¿Y si no es terrorismo, entonces qué es? No saben.

No saben que en todo el mundo no existe un acuerdo sobre la definición de "terrorismo"; que de 109 definiciones 83% hacen énfasis en la violencia y la fuerza; 65% a la política; 51% al miedo y el terror; 47% a las amenazas… y que ninguna vincula al crimen organizado y menos al narcotráfico —Schmidt y Youngman. "Political Terrorism"—; no saben que la acepción más aceptada es la de Joseph S. Nie. "Terrorismo: Ataque deliberado contra inocentes, con el fin de sembrar el miedo".

No saben que asistimos al intento de sometimiento, por la fuerza, de un ser humano a otro. Y es que en su forma actual, nadie sabe cómo definir la violencia desatada por los cárteles criminales contra el Estado mexicano todo y, por tanto, cómo hacerle frente, combatirla, informar…

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