lunes, julio 26, 2010

Carambola de dos bandas

Aunque en el papel la resolución de la Suprema Corte que acota el monto de las pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social fue una más en la catarata de asuntos a desahogar por el órgano, lo cierto es que se trató de un golpe cuidadosamente planeado

Alberto Aguilar / Nombres, Nombres y... Nombres


De entrada, la sesión de la Segunda Sala fue catalogada como privada, lo que impidió su transmisión vía el canal del máximo tribunal de justicia del país, y de pasadita obligar a que el acta respectiva pasara al archivo de la documentación reservada.

Nadie sabe, nadie sabrá de los argumentos en pro y en contra por parte de los cinco ministros en la escena, ante lo que los expertos califican como aberración jurídica al reivindicarse un ordenamiento derogado en 1997 en desconocimiento del que lo suplió. En paralelo, se escogió una fecha clave para desahogar la minuta: el 9 de junio, es decir en la antesala del inicio del campeonato mundial de futbol que provocaría un largo aturdimiento en la opinión pública. A quién rayos le importa la Corte frente a la ilusión por que el “Chicharito” nos haga campeones.

De ahí, pues, que la reacción de los despachos de abogados independientes tardara 40 días para emitir la alerta a los organismos empresariales, de los cuales la Coparmex sería el primero en lanzar el grito al cielo.

Y si le seguimos, no fue casualidad el que se haya escogido como ministro ponente a Sergio Valls, quien durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y parte del de Ernesto Zedillo había sido director jurídico del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Lo que en el papel era un simple debate por contradicción de tesis se convertiría en una zancadilla brutal para un millón 200 mil trabajadores en vías de recibir una pensión bajo la vieja Ley del Seguro Social, es decir, sin opción de alcanzar una cotización suficiente para acogerse al Sistema de Ahorro para el Retiro… y de pasadita en una “Espada de Damocles” sobre 3 millones más, a quienes se les podría reducir ésta a título de error de cálculo del organismo.

El problema es que al interpretar los artículos tercero y cuarto transitorios de la nueva Ley del Seguro Social que se expidió en julio de 1997, en cuyo marco se permitía a los trabajadores optar por uno de dos regímenes para su jubilación, el vigente de 1973 o el nuevo, los ministros soslayaron de entrada la fórmula planteada por el primero para calcular el monto de las pensiones.

De acuerdo al artículo 25 transitorio del ordenamiento, el límite para las pensionas en los ramos de invalidez y vida, cesantía en edad avanzada y vejez, alcanzaría un monto equivalente al promedio de cotizaciones de los últimos cinco años de los derechohabientes, es decir 250 semanas, con un tope de 25 salarios mínimos.

Ahora que, bajó la Ley del Seguro Social vigente desde 1997, si bien se abatía el máximo a 10 salarios mínimos del Distrito Federal, se abrió la puerta para elevarlo a 15, y luego alcanzar un punto año con año durante la siguiente década. El tope llegó en 2007, cuando se alcanzaron los 25 minisalarios.

Se diría, así, que por ningún lado era factible la interpretación realizada por el ministro ponente y avalada por ¿dos?, ¿tres?, ¿cuatro? de los presentes en la sesión.

Lo cierto es que tras la maniobra que permitió crear jurisprudencia, esto es, establecer un criterio para jueces y magistrados que atienden litigios en que se ventilen inconformidades sobre el monto de las pensiones, existe una carambola de dos bandas.

El Seguro Social le está planteando al Ejecutivo hacerse cargo de las pensiones que se pactarían bajo la Ley de 1973, tal y como se hizo con el ISSSTE, en afán de subsanar en parte los graves problemas financieros que enfrenta el organismo.

La carga, pues, con el aval de los ministros de la Corte, pesará menos.

Se diría, pues, que éstos le hicieron el trabajo sucio a la Secretaría de Hacienda, a título de desahogar un caso específico planteado por un ex trabajador.

Total, qué tanto es tantito, por más que los afectados hayan cotizado toda su vida sobre la base de una pensión decorosa. Una raya más al tigre.

Balance general

Detectada por la Auditoría Superior de la Federación una diferencia entre la administración y ejecución de ingresos excedentes de Petróleos Mexicanos por 20 mil 578 millones de pesos en la Cuenta Pública del 2008, la paraestatal está rastreando los archivos de la gestión de Jesús Reyes Heroles.

La pesquiza plantea que de ellos 13 mil 68 millones de pesos de los Fondos de Ingresos Excedentes y del Fondo de Inversión fueron desviados a una cuenta de inversión. Los recursos permanecieron en ésta durante un año.

De acuerdo con la ley, el monto debió haberse erogado en inversión física o canalizado al patrimonio de la paraestatal.

El justiciero

¿Se acuerda usted del ex presidente del Partido Acción Nacional y ex secretario de la Función Pública, Germán Martínez, a quien se le culpó de la estrepitosa derrota del partido oficial en las elecciones intermedias del año pasado?
Bien, pues acaba de reaparecer como una suerte de gestor de empresas con problemas.

De entrada, le ofreció a Mexicana de Lubricantes solucionarle los líos que mantiene con su socio minoritario, Pemex, además de la Secretaría de la Función Pública, la de Energía y de pasadita con el Congreso.

Como usted sabe, la firma privatizada parcialmente en 1993 ha sido acusada de todo, desde ocultar resultados financieros, hasta causarle un daño patrimonial a la paraestatal.

De hecho, ésta le cortó uno de los contratos que se habían pactado originalmente, el de suministro de aceites básicos, en presión para que rindiera cuentas.

Por lo pronto, en prueba de confianza en Germán el justiciero, el presidente de le empresa, Salvador Martínez Garza, dejó plantado en dos citas al director general de Pemex.

Subastan una vida

En el insólito de la temporada, hete aquí que la sucesión del empresario Miguel Alessio Robles está colocando a subasta, vía la casa Louis Morton, la biblioteca de éste y hasta los trofeos de caza acumulados a lo largo de la vida de quien fuera director general de empresas paraestatales, presidente de la Concamin y fundador de la empresa de mensajería Estafeta.

Parte del acervo bibliográfico lo había integrado la biblioteca del padre del recién fallecido emprendedor, Miguel Alessio Robles, uno de los más brillantes abogados del México de las décadas de los 20, 30 y 40. Otra parte era de su tío, Vito Alessio Robles, quien ayudó a construir el México de la postrevolución, tras participar en el movimiento armado.

El común de los amigos que conocían el espíritu filantrópico del empresario apostaban a que la biblioteca pasaría a una universidad pública para provecho del país.

En paralelo, se esperaba que el acervo cinegético se donara a algún museo.

El hijo mayor de Miguel Alessio Robles, del mismo nombre, es el consejero jurídico de la Presidencia de la República.

No hay comentarios: