viernes, julio 16, 2010

Calderón se encomienda a Beltrones

David Aponte / Contraflujo

¿Quién ese Blake?, ¿quién es?, preguntaba socarrón el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, a finales de agosto de 2009. “No, no, él no pasa”, decía el poderoso político sonorense. El presidente Felipe Calderón había soltado el nombre de José Francisco Blake Mora, secretario de Gobierno de Baja California, como su primera opción para ocupar la Procuraduría General de la República, en sustitución de Eduardo Medina Mora, que más tarde fue premiado con la embajada de México en Gran Bretaña.

El equipo de la Casa Presidencial comenzó el cabildeo en el Senado, para la ratificación del nuevo procurador. El priísta sencillamente lo vetó y Calderón tuvo que recurrir a una segunda carta: Arturo Chávez Chávez. El 7 de septiembre, la Presidencia propuso al Senado el nombramiento de Chávez Chávez como nuevo procurador General de la República. En ese entonces, las cartas políticas de Blake Mora no fueron suficientes para lograr la bendición de Beltrones Rivera. Los senadores del PRI cerraron de golpe en septiembre de 2009 la puerta al entrañable amigo de Calderón. “No, no, él no pasa”, decía el líder de los legisladores del PRI.

Pero la situación cambio en julio de 2010, cuando Calderón decidió “aceptar” la renuncia del secretario de Gobernación, el ex militante panista Fernando Gómez Mont. La víspera, la Presidencia echó andar una operación mediática para golpear al segundo hombre en importancia dentro del gabinete, y comenzar el rejuego de los nombres del posible sucesor de la silla de Bucareli. Un día antes del cambio (13 de julio), el senador Beltrones Rivera acudió a la residencia de Los Pinos para dialogar sobre la agenda legislativa del próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso, que arranca el septiembre, según la versión oficial. Por la tarde-noche, comenzó a sonar el nombre de Blake Mora para llegar a la secretaría de Gobernación.

Ese día, el todavía encargado de la política interior, Gómez Mont, se encomendó a Dios; el secretario del Trabajo, Javier Lozano, uno de los que “sonaban” para Bucareli, se encomendó a su amigo el Presidente de la República, y Calderón se encomendó al priísta Beltrones Rivera. La mañana del 14 de julio, el nombre de Blake Mora, quien se hizo amigo de Calderón en la Cámara de Diputados, estaba en algunas columnas políticas y en los corrillos del poder panista. No hubo veto del coordinador de los senadores del PRI.

¿Hay alguna relación entre Beltrones Rivera y Blake Mora? ¿Cuáles son las cartas credenciales políticas del nuevo secretario de Gobernación? Los contactos del sonorense vienen de su hermano Alcide Roberto Beltrones Rivera, coordinador del grupo parlamentario del PRI en el Congreso de Baja California, y del senador bajacaliforniano Fernando Castro Trenti, quien la noche del nombramiento del nuevo titular de Bucareli estaba eufórico por la designación y el triunfo priísta en Baja California, el carro completo en una entidad gobernada por el panismo. La contienda del 4 de julio arrojó el triunfo del Revolucionario Institucional en los cinco municipios del estado, la recuperación de Mexicali, Tijuana, Ensenada y Tecate, y la ratificación en Playas de Rosarito.

De hecho, panistas y algunos medios de comunicación de Baja California identificaron al nuevo secretario de Gobernación como uno de los responsables de la derrota electoral del PAN en el estado fronterizo: “Francisco Blake Mora, quien desde la secretaría de Gobierno se ha convertido en el poder tras el trono tanto en el gobierno como en el Partido Acción Nacional. Por debajo de la mesa, con bajo perfil, ha movido los hilos de la política panista hasta imponer candidatos, negociar con los partidos de oposición, y utilizar el presupuesto, el de finanzas y el de desarrollo social, en busca de votos. La lógica indica que luego de la derrota debería ser el primero en renunciar, pero el gobernador (José Guadalupe Osuna Millán) actúa más por capricho al mantenerlo, que con dignidad al despedirlo”, publicó en su más reciente número el semanario Zeta, con el titular Los culpables de la derrota.

A pesar de las cuentas electorales entregadas en Baja California, el Presidente optó por su amigo Blake Mora, con la alegría y la venia de la burbuja del PRI en el Senado. Calderón se encomendó a Beltrones Rivera en la recta final de su gobierno y frente a la sucesión presidencial del 2012.

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