viernes, junio 18, 2010

Increíble, Alemania cae 1-0 con Serbia peligra su calificación

Martín del Palacio / Cortesía Pasión Sports

Se ha dicho muchas veces, pero tendemos a olvidarlo: los primeros partidos no significan nada en un Mundial. Tras su triunfo frente a una débil y estática Australia, Alemania apuntaba como candidato al título. Y luego de su derrota ante Ghana, Serbia parecía destinado a irse a casa con las manos vacías al terminar el partido en Port Elizabeth.

Pero el futbol es caprichoso, y las apariencias engañan. Esa es la primera lección a tomar de este encuentro. Y la segunda es que hacer pronósticos es absolutamente inútil porque nunca se puede tomar en cuenta de antemano alguna jugada que cambie por completo el rumbo de un partido.

Eso fue exactamente lo que pasó hoy. Alemania sufría para superar a una defensa serbia que se paró bien atrás e impidió el juego de combinaciones rápidas que tan buen resultado había dado ante Australia. Con todo, la Mannschaft no parecía en peligro. Hasta que Miroslav Klose cometió una falta inútil cuando ya estaba amonestado. La segunda tarjeta fue muy rigorista, pero el delantero nunca debió ponerse en esa situación.

Con la roja al ariete alemán, Serbia de pronto sintió que sus esperanzas, tan disminuidas, renacían de pronto. Y no pasó mucho tiempo antes de que los de Antic abrieran el marcador. Una gran jugada de Milos Krasic, que, antes y después ha sido uno de los peores extremos del torneo, culminó en un centro que bajó de forma impecable Nikola Zigic, para que Milan Jovanovic definiera con un remate espectacular.

Fue un golpe para los alemanes, que de pronto se “desalemanizaron”. Normalmente, la Mannschaft suele sacar lo mejor de sí misma en este tipo de partidos. Pero esta selección de Joachim Löw, tiene poco de sus antecesores. Es espectacular, rápida y técnica, pero le falta experiencia y carácter. Y todo lo que le podía haber salido mal, le salió.

Serbia se echó para atrás e hizo lo que más sabe: aguantar el marcador. Pero, por segundo partido consecutivo, un ridículo error infantil parecía echar sus planes abajo. Nemanja Vidic, quizá el mejor defensa central del mundo, tocó con la mano el balón dentro del área para un penalty inobjetable. Lukas Podolski, aún caliente por haber errado dos oportunidades en los minutos anteriores se paró para definir… y falló. Su disparo, débil y mal colocado, fue bien detenido por Stojkovic.

A partir de ahí Alemania desapareció en la desesperación y fue Serbia la que estuvo más cerca de marcar en algún contragolpe. El tiempo se agotó poco a poco y así se consumó la sorpresa, otra más de las que parecen estarnos reservadas en este extraño Mundial Sudáfrica 2010.

Así, esta es una Alemania distinta, para bien o para mal. Y ahora, corre el riesgo de la peor “desalemanización” de todas. Como luce el grupo, si los de Joachim Löw pierden o empatan ante Ghana en su último partido, se irán a casa tras la fase de grupos por primera vez en su historia. ¡Vaya manera de cambiar de rostro!

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