domingo, junio 20, 2010

Palabras de Poniatowska a Carlos Monsiváis: “Monsi, eras el enfrentamiento más lúcido al autoritarismo"



"A lo mejor abrazas a (José) Saramago, con quien viajaste a Chiapas en los noventa", dijo la escritora mexicana.

AFP


“¿Qué vamos hacer sin ti 'Monsi'? Si eres el enfrentamiento más lúcido al autoritarismo presidencial (...) a los abusos del poder", dijo en un emotivo discurso la escritora mexicana Elena Poniatowska, quien consideraba a Monsiváis como su "hermano".

Este domingo centenares de mexicanos se despidieron del fallecido cronista y ensayista Carlos Monsiváis, considerado el intelectual más popular del país, en un homenaje celebrado en el Palacio de Bellas Artes.

"A lo mejor abrazas a (José) Saramago, con quien viajaste a Chiapas en los noventa", deseó.

Durante el homenaje, un honor reservado para las máximas personalidades culturales, los presentes coincidieron en que México ha perdido a una de sus voces más críticas y lúcidas en un momento especialmente complicado.

"Será más difícil entender nuestros tiempos sin sus contribuciones", admitió la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar.

La figura del gran cronista de México y su capital, que murió el sábado tras dos meses y medio de hospitalización, recibió alabanzas de personalidades políticas habitualmente enfrentadas del gobernante PAN y opositor PRD, al que apoyó desde su fundación.

"La tolerancia y respeto a la diversidad es lo que él siempre buscó", señaló el ministro de Educación, Alonso Lujambio (PAN).

"A todos nos deja desamparados. Era la brújula de México, el alma de los que no tenían palabra", dijo a los medios la actriz y senadora del PRD María Rojo.

El féretro de Monsiváis abandonó Bellas Artes -donde en su día fueron homenajeados los pintores Frida Kahlo y Diego Rivera, los escritores Juan Rulfo y Octavio Paz y el actor cómico Mario Moreno Cantinflas- entre sentidos aplausos y vítores.

Posteriormente inició un último recorrido por calles del centro histórico, que tantas veces retrató en sus 50 años de trayectoria literaria, hasta el Panteón Español para ser incinerado.

El lunes será merecedor de otro reconocimiento en el Teatro de la Ciudad organizado por el Gobierno capitalino.

Ya miles de personas se habían acercado en la noche lluviosa del sábado, pocas horas después de que Monsiváis muriera por una fibrosis pulmonar, hasta un museo capitalino para velar al escritor más conocido de México y su "conciencia crítica", como lo definió su amigo y actual premio Cervantes, José Emilio Pacheco.

La voz y la pluma ingeniosa y mordaz de Monsiváis eran habituales en los principales medios de comunicación del país.

Desde el sábado la prensa y redes sociales acogen el pesar de los mexicanos por perder a uno de sus intelectuales más comprometidos en un momento difícil, con el país abocado a una cruenta batalla contra el narcotráfico.

El director y guionista mexicano Guillermo Arriaga (Amores perros y Babel) le pidió un último favor desde su Twitter: "Oye, Monsiváis, ya que estás allá habla con los 23 mil muertos de la guerra del narco y haz una crónica".

La vasta obra de Monsiváis incluye numerosos ensayos, artículos, reportajes, críticas artísticas y está formada por más de 50 títulos, entre ellos las crónicas del movimiento estudiantil del 68 Días de guardar (1970), Escenas de pudor y liviandad (1988) o Aires de familia (2000).

Monsiváis era "un nuevo género literario" en sí mismo, según lo calificó el fallecido Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz.

Los medios también recordaron la singularidad de la vida de Monsiváis, quien explicaba que siempre vivió en un barrio popular de la capital con una docena de gatos, y quien de joven tuvo breves apariciones en el cine.

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