Arturo Rodríguez García / Apro
Un enfrentamiento en la puerta 3 de la mina Mexicana de Cananea, dejó como saldo un trabajador herido y una familia afectada por las granadas de gas, lanzadas por la policía federal.
A partir de las 6 horas, unos 80 trabajadores integrantes de la Sección 65 del sindicato minero, montaron una guardia en el camino de Mexicana de Cananea, para vigilar que no ingresaran trabajadores de compañías contratistas.
Luego de bloquear el camino, alrededor de las 6:45, un convoy de unos 70 agentes de Policía Federal, descendieron desde la loma de la Puerta 3 e iniciaron disparos de gas lacrimógeno.
Cuando los trabajadores se replegaban, fueron cercados por otro convoy más numeroso, de unos 300 policías, por el otro extremo del camino, procedente de la carretera Imuris-Cananea.
Ante el cerco, los mineros respondieron con piedras, mientras huían por una calle, la única salida, pero ya en el casco urbano, llamado Cananea Vieja.
Ahí, uno de los trabajadores resultó lesionado, mientras que una bomba de gas cayó en el interior de una casa, provocando la salida de una madre de familia, con sus dos hijas.
Con los federales pertrechados en el camino, en medio de una andanada de granadas de gas, cinco trabajadores ingresaron para sacar a un anciano en silla de ruedas que quedó atrapado en su vivienda.
Fue alrededor de las 7:10 cuando llegó una ambulancia de la Cruz Roja y dio atención a los heridos.
Para evitar nuevos enfrentamientos, los trabajadores se concentraron en la sede de la Sección 65 y en los caminos que conducen a las Puertas 1 y 3.
Un enfrentamiento en la puerta 3 de la mina Mexicana de Cananea, dejó como saldo un trabajador herido y una familia afectada por las granadas de gas, lanzadas por la policía federal.
A partir de las 6 horas, unos 80 trabajadores integrantes de la Sección 65 del sindicato minero, montaron una guardia en el camino de Mexicana de Cananea, para vigilar que no ingresaran trabajadores de compañías contratistas.
Luego de bloquear el camino, alrededor de las 6:45, un convoy de unos 70 agentes de Policía Federal, descendieron desde la loma de la Puerta 3 e iniciaron disparos de gas lacrimógeno.
Cuando los trabajadores se replegaban, fueron cercados por otro convoy más numeroso, de unos 300 policías, por el otro extremo del camino, procedente de la carretera Imuris-Cananea.
Ante el cerco, los mineros respondieron con piedras, mientras huían por una calle, la única salida, pero ya en el casco urbano, llamado Cananea Vieja.
Ahí, uno de los trabajadores resultó lesionado, mientras que una bomba de gas cayó en el interior de una casa, provocando la salida de una madre de familia, con sus dos hijas.
Con los federales pertrechados en el camino, en medio de una andanada de granadas de gas, cinco trabajadores ingresaron para sacar a un anciano en silla de ruedas que quedó atrapado en su vivienda.
Fue alrededor de las 7:10 cuando llegó una ambulancia de la Cruz Roja y dio atención a los heridos.
Para evitar nuevos enfrentamientos, los trabajadores se concentraron en la sede de la Sección 65 y en los caminos que conducen a las Puertas 1 y 3.
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