domingo, mayo 16, 2010

Las pseudo 48 leyes del poder

Álvaro Cepeda Neri

Siguen al por mayor, los vendedores de falsas leyes que presentadas como medios, se ofrecen como fines para alcanzar y lograr el poder, sobre todo: político, para asaltar los cargos públicos y privados. Ya en otra nota expuse exhaustivamente, las “48 leyes” de Robert Greene (y Joost Elfers) que, con su “éxito” presentan como una guía “rápida”.

Se trata de 48 consejos para ingenuos o, en todo caso para tontos o para quienes (como en nuestro caso: los panistas calderonistas) tienen como actitud “creer” a pie juntillas las mentiras sobre obtener y ejercer el poder que, a partir de Aristocles, alias Platón, se han divulgado más a la siniestra que a la diestra de todas las ideologías.

Regresa al mercado de las chucherías “más vendidas” Robert Greene con sus 48 “leyes” (¿por qué no 50 ó 90, o solamente diez?). Es un texto o mejor dicho, dos libros (el ampliado y la síntesis) que espulgan de los clásicos algunas teorías que, como se dice en el argot común, “refritean” y las ofrecen.

Nadie en su sano juicio puede lograr poder (ni en su entorno o como diría Ortega y Gasset con su “yo soy yo y mi circunstancia”) con esas reglas, ya que son un montón de sandeces que buscan atajos para distraer de la lectura, verbigracia, de Tucídides, Plutarco, Los sofistas, Maquiavelo, Hobbs, Montesquieu, Kant, Popper, Cicerón, Tocquevielle, etc.

Son recetas para “tener poder sobre las personas y los hechos... si eres capaz de dominar las artes de la ambigüedad, aprender a seducir, encarar, embaucar y con sutileza superar en tácticas a tus adversarios, alcanzarás las cimas del poder”.

El autor de los dos panfletos pretende hacer que los lectores involucionen como serpientes, en lugar de partir de las experiencias históricas (en las biografías y autobiografías) de quienes han ejercido toda clase de poder (el poder de Edison, inventor, entre otras cosas, del foco, el teléfono, etc.) y, en lugar, de estudiar las teorías políticas que constituyen la ciencia política.

Estas 48 “leyes” son una vacilada, una tomadura de pelo. Leerlas es perder el tiempo, mientras nada hay como estudiar a George H. Sabine: Historia de la teoría política. A Norberto Bobbio: Teoría general de la política. Y la obra dirigida por Pascal Ory: Nueva historia de las ideas políticas.

Las “leyes” de este Robert Greene son un montón de sandeces para engañar a bobos e incluso para sorprender la buena fe de quienes supongan que en las páginas de las dos versiones de Las 48 leyes del poder encontrarán la piedra filosofal. Es mejor ir al libro: Política, de Aristóteles y Tratado de la República de Cicerón. A Las décadas de Tito Livio, de Maquiavelo. O al texto de Guglielmo Ferrero: Poder: los genios invisibles de la ciudad. También recurrir a Enrique Serrano Gómez: La insociable sociabilidad y su otro libro: El conflicto político. Y de entre los textos de Immanuel Kant: Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y su Paz Perpetua.

Ficha bibliográfica: Autor: Robert Greene. Título: Las 48 leyes del poder. Editorial: Océano de México.-2002.

1 comentario:

tech dijo...

"involucionando como serpientes"

Las 48 leyes del poder sin duda mero marketing, pero ojo señor. Estas leyes se han discutido a nivel mundial y aparecen hasta en canciones de autores de la taya como Kanye West.

Contiene conceptos resumidos de el arte de la guerra, el arte de la ventaja, estrategias chinas etc.

En si no es para gente tonta, el libro realmente contiene cosas interesantes, verdades obvias pero que uno no aplica.

La persona no se hace mala como "serpiente" al final solo los que tengan el poder podran decidir que hacer con el