viernes, abril 09, 2010

¡Salud, Presidente!

Francisco Rodríguez / Índice Político

EN CIERTOS MEDIOS
mexicanos se critica constantemente al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por los contenidos de sus dominicales transmisiones a través de la televisión denominadas “Aló, Presidente”.

Algunos de sus periodistas, empero, muy pronto podrían tener la oportunidad de enfocar sus críticas al mexicano Felipe Calderón, quien tendrá a su disposición no un programa sino una red de “medios audiovisuales” –radio y TV-- para difundir todo tipo de propaganda, mensajes y spots en los que se canten loas no sólo a su (fallida) gestión, incluso se haga proselitismo a sus causas partidarias.

Y es que, cual si fuese un clásico sabadazo, justo un día antes –miércoles 31 de marzo-- de que se suspendieran las actividades con motivo de la Semana Santa, Calderón mando a publicar en el Diario Oficial de la Federación un decreto por medio del cual se crea el Organismo Promotor de Medios Audiovisuales, sectorizado en Gobernación, a través del cual se crearán canales de televisión y estaciones de radio al servicio del Ejecutivo, actualmente ocupado por el michoacano.

Dos consultores de medios ligados a la empresa de Emilio Azcárraga Jean, por lo pronto, ya criticaron el “decretazo”, no sólo por el opaco proceso que llevó a su publicación, sobremanera porque promueve la centralización y el control informativo. Javier Tejado Dondé, en Reforma, y el senador de la telebancada Javier Orozco Gómez, en Milenio, publicaron sendos artículos harto distintos a aquellos en los que, por ejemplo, aplaudían a Calderón por su iniciativa conocida como Ley Televisa.

Señala Tejado Dondé, por ejemplo, “que el Ejecutivo federal ya cuenta con canales de radio y televisión: el canal 22 de Conaculta; el canal 11 del IPN; las 17 frecuencias del Instituto Mexicano de la Radio (Imer) y Radioeducación. Pero todos estos medios de comunicación están sectorizados en la Secretaría de Educación Pública (SEP) y se han ganado un importante reconocimiento como medios públicos del Estado mexicano, con comités editoriales plurales e incluso con defensores de la audiencia”, pero que no se optó por fortalecer a estos espacios, sino en crear otros nuevos.

Y además de preguntar de dónde saldrán los dineros del erario para la creación de estos medios audiovisuales, plantea, entre otras, estas interrogantes: “¿A través de este medio se promocionará la imagen presidencial con recursos públicos? ¿Tendrá fines electorales? ¿Será un medio de Estado o de Gobierno? ¿Es tal el descontento del Presidente de la República con los medios de comunicación -impresos y electrónicos- que decidió sacar su propio medio de comunicación? ¿Esto significa problemas en la comunicación presidencial? ¿Cómo va a leer la radio concesionada este nuevo medio, cuando a ellos se les debe el refrendo de más de 350 estaciones? ¿Significa el desprecio para los medios públicos federales establecidos? ¿El Canal 11, el 22, el Imer y Radioeducación van a formar parte de este nuevo medio oficial? ¿Por qué en su Junta de Gobierno no hay espacio para la Sociedad Civil? ¿Cuál es la participación que ha tenido en este proyecto Fernando Sariñana, director del Canal 11?”
Preguntas que, hasta ahora, no tienen respuesta.

Orozco Gómez, por su parte, hace eco de algunos de los temas tocados por Tejado Dondé, pero es más directo al señalar que el nuevo organismo “tiene una intención política: crear una red de televisión o radio exclusiva para el ejecutivo federal; que provea contenidos y tenga además estaciones propias, con lo cual se pierde el sentido de los medios públicos”.

Y al final ironiza: ¿ “¡Aló Presidente!”?
Bibi Villavicencio, lectora del Índice y quien es aún más perspicaz, sugiere un nombre más “mexicanizado”: ¡Salud Presidente!”

Índice Flamígero: ¿Quiere usted una prueba más de lo fallido de la actual Administración? Ahí está el caso del Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil. Trámite inútil que, como aquél otro del registro vehicular, no conduce a ningún lado. Los legisladores, aquí sí, comparten el fracaso con el Ejecutivo Federal. + + + "Yo recibo la expresión del Presidente y se la devuelvo diciendo que predique con el ejemplo, que estoy de acuerdo con las instituciones de carácter electoral y de la materia para que se haga el correcto uso de los recursos y vamos a hacer esfuerzos para vigilar la transparencia y correcta aplicación", respondió el veracruzano Fidel Herrera Beltrán a Felipe Calderón, por el insincero llamado de éste a no usar los programas sociales con fines electoreros. Y sí, que Calderón predique con el ejemplo, porque…

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