miércoles, abril 21, 2010

Estamos en vísperas del coletazo de la crisis económica

Álvaro Cepeda Neri

Los depredadores empresarios nativos, con Slim a la cabeza, están medio optimistas respecto a que la economía se está “recuperando”, y que hay posibilidades de un repunte para iniciar su crecimiento. Empero, anteponen a sus buenos deseos que se cumplan, previamente, ciertas condiciones: que logre controlarse la sangrienta inseguridad, provocada por narcos, soldados y policías al repeler los ataques y querer acabar con esa delincuencia que, se dice bien, está muy organizada en sus finanzas por la venta de drogas, con armamento, contadores y “lavadores” de ese dinero y dispuestos a no rendirse.

También exigen que PEMEX se privatice, que no les cobren altos impuestos y que, de plano, Calderón y el PAN dejen en sus manos devoradoras el manejo de la economía sin intervenciones en el mercado para dar rienda suelta a la contratación de trabajadores (éste es el meollo de la “reforma” laboral de Calderón y su igual Lozano Alarcón en la secretaría del Trabajo). Y cuando se logra que el IMSS reporte 200 mil nuevos empleos, entonces los panistas echan las campanas a vuelo, cuando su fueran responsables fueran a duelo, ya que estamos en vísperas de un coletazo de la crisis económica.

No hemos podido salir de ella, tras la recesión inducida en 2009, por Calderón y Ebrard y el protagonismo del secretario de Salud: Córdova Villalobos. Por todas partes (menos del gobierno calderonista) saltan voces advirtiendo que el país está sobre un volcán que vomitará desastres económicos. En un documento titulado: “México, la composición de la recuperación”, la firma Barclays Capital, examina el comportamiento económico y concluye diciendo que “México no aprendió las lecciones de la crisis”. No pone nombre a los responsables que son Calderón (doctorado en economía en una universidad “patito” estadounidense), su novato secretario de Hacienda, su torpe secretario de Economía y los enredos del resto de sus ineficaces y aletargados colaborares.

Los calderonistas, dice el texto, han tratado a la crisis como si sólo fuera un problema de comercio exterior, cuando ha descuidado, con los empresarios, el renacimiento interno vía el consumo intensivo de cuando menos 50 millones de mexicanos, estimulando el aumento de salarios, controlando el alza del precios, no aumentando impuestos, evitando subir los precios de bienes (gasolina, diesel, electricidad, gas); y, convenciendo a los empresarios y patrones de que en el consumo interno está la clave para la recuperación. La caída económica en 2009, por las locuras alarmistas que pararon la producción y el consumo, despidiendo a trabajadores fue catastrófica. Ignora Calderón que no son las exportaciones las que nos sacarán del hoyo y que todo radica en la demanda interna: “al hablar de recuperación, México parece no haber aprendido mucho”, dice el documento. Si no se fortalece el mercado interno: empleo, consumo, control de precios (para evitar inflación) y producción, entonces tenemos enfrente el coletazo de la crisis por el mal gobierno.

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